Francisco Pizarro, conquistador de Perú.

En el siglo XVI varios caballeros españoles viajaron a América en búsqueda de fama y fortuna. Tal fue el caso de Francisco Pizarro.

Don Francisco Pizarro González nació en Trujillo, Castilla, el 16 de marzo de un año cercano a 1478. Su padre, el noble Gonzalo Pizarro, nunca lo reconoció como hijo, ni siquiera por testamento. Su madre, Francisca González, era hija de labradores, y trabajaba como criada en el Monasterio de las Freilas. En ese lugar Gonzalo sedujo a Francisca dejándola embarazada de Francisco. Su madre posteriormente se casará y tendrá otro hijo: Francisco Martín de Alcántara, el cual será un importante apoyo para su hermano materno Francisco Pizarro. Durante su infancia ayudó a su familia en las labores de crianza de cerdos, nunca estudió, y hasta el día de su muerte fue un analfabeto.

Las primeras aventuras de Pizarro

A los 15 años comienza su vida de aventuras, al dejar su hogar maternal para dirigirse a Sevilla. De joven, con 20 años, se integró al ejército yendo a luchar a Nápoles. Triunfante regresa a casa, donde se enrola en la expedición a Indias Occidentales, que encabezaba Nicolás de Ovando, quien había sido nombrado gobernador de la isla La Española, en el mar Caribe, llegando a ese lugar en 1502.

Muy inquieto Pizarro, deja la seguridad de la Isla La Española para unirse en 1510 a las expediciones de Alonso de Ojeda a América Central y Colombia, y en 1513 a la expedición de Vasco Núñez de Balboa, que descubrió el Mar del Sur, que después será reconocido por el nombre Océano Pacífico. Los triunfos sobre los nativos, y la confianza despertada entre los nobles lo lleva a recibir encomiendas en Panamá, para luego ser alcalde de ese lugar. Sin embargo, aun le faltaba la soñada fortuna.

En 1528, con 50 años de edad regresa a España para dar cuenta al Emperador respecto de la situación en las Indias Occidentales. En 1529, en Toledo, es nombrado Gobernador, Adelantado y Alguacil Mayor de Nueva Castilla, lugar que ahora se llama Perú. De visita en su tierra natal Trujillo es señalado con el nombre de Francisco Pizarro. Buscando gente para ir a América, se le unieron hermanos por parte de su padre: Hernando, Juan y Gonzalo. Ya en América, Francisco Pizarro enroló a su hermano materno Francisco Marín, quien fue su hombre de confianza.

La Conquista de Perú

Pizarro había obtenido en 1529 las capitulaciones o permisos para conquistar el entonces desconocido Perú. En 1531 ya está en Tumbez, y se apodera de un importante botín de oro, plata y esmeraldas.

El 15 de noviembre de 1532 se produce un encuentro clave. El imperio que pretendía conquistar Pizarro era muy poderoso, pero se encontraba excepcionalmente debilitado por la guerra civil entre dos aspirantes al trono: Atahualpa y Huáscar. Al parecer ya derrotado Huáscar, el nuevo Inca Atahualpa se reúne con Pizarro. Se le exige, entre otras cosas, que se convierta al catolicismo. Atahualpa rechaza todo, arrojando al suelo un libro con textos evangélicos. Los españoles rápidamente atacan con caballos y armas de fuego a los soldados del Inca, los cuales al verse sorprendidos huyen del lugar, dejando a Atahualpa como prisionero de Pizarro.

Francisco Pizarro obtuvo un cuantioso tesoro, y este aumentará por el ofrecimiento de Atahualpa de llenar una habitación con oro y plata, a cambio de ser liberado. Sin embargo, y en gran medida por la desinformación provocada por el traductor de Pizarro, se condenó en 1533 a muerte a Atahualpa, ejecución que debía ser hecha en la hoguera. Un sacerdote se apiadó de Atahualpa, lo bautizó y por lo tanto la condena fue cambiada a estrangulamiento. 200 soldados españoles habían logrado dominar un imperio de más de 40 mil soldados.

Los últimos años de Francisco Pizarro

Instalado Francisco Pizarro en Cusco, una familia estableció con la hermana de Atahualpa, quien pasó a llamarse doña Inés, con la cual tuvo dos hijos: Gonzalo, que moriría muy joven, y Francisca, que se convertiría en su heredera. El matrimonio con alguien del linaje inca le permitió ser aceptado un poco más por los naturales de Perú. En la capital del antiguo imperio Inca, debió enfrentar los deseos de venganza de Diego de almagro, quien se sentía menoscabado en la conquista, y una gran revuelta encabezada por el Inca Manco Cápac. Ambos conquistadores españoles se unieron para enfrentar la revuelta de Manco Cápac; pero una vez éste vencido, reanudaron sus propias hostilidades, siendo derrrotado Almagro en la batalla de las Salinas, en 1538.

Sin embargo, un hijo de Almagro organizó en Lima una nueva revuelta contra Pizarro. Así el  30 de junio de 1541, en una dura pelea, es asesinado Pizarro, junto a su hermano Francisco Martin y varios de sus hombres. Pizarro tenía 63 años.