Otto von Bismarck

Conoce los aspectos más relevantes de la vida de Otto Von Bismarck.

Otto von Bismarck fue un político prusiano que ideó y consiguió la Unificación Alemana. Gracias a su plan político como canciller alemán, aplicó una política que tendió a fortalecer la diplomacia y el ejército prusiano. Gracias a sus medidas es que se consolida el Imperio Alemán.

Primeros años y vida política

Otto von Bismarck fue un estadista, político y militar, procedente de Prusia que vivió entre los años 1815 y 1898. Nació en el seno de una familia noble y su juventud fue tumultuosa e indisciplinada. Después de su matrimonio, es que sienta cabeza e inicia su vida política, que tendió hacia el conservadurismo.

Fue un férreo adversario de las ideales liberales que durante el siglo XIX se hicieron cada vez más populares en Europa. Bismarck se transformó en el paradigma de autoritarismo y militarismo prusiano.

En los inicios de su vida política, fue diputado del Parlamento prusiano en el año 1847, posteriormente se dedicó a la diplomacia, ocupando puestos en Paris, San Petersburgo y Frankfurt. En 1862, el rey Guillermo I lo nombró canciller o primer ministro.

Cancillería y fortalecimiento militar

Durante los años a la cabeza de Prusia, Otto Von Bismarck elaboró un plan que la potenció por sobre Alemania estableciendo un panorama que precedería la Unificación Alemana.

Entre las medidas que fueron adoptadas destaca el reforzamiento y reorganización del ejército prusiano. Gracias a ello, logró convertirse en uno de los más poderosos de Europa.

Entre los conflictos bélicos que enfrentó el ejército prusiano y de los cuales resultó victorioso, destacan:

  • Guerra de los ducados (1894): Gracias a una coalición con Austria, lograron arrebatarle a Dinamarca, los territorios de habla alemana de Schleswig y Holstein.
  • Guerra Austro Prusiana (1866): Enfrentó a estas dos naciones producto de la conflictiva administración por los territorios ganados en el año 1864. Prusia intentó anular la influencia de Austria en territorios alemanes.
  • Guerra Franco Prusiana (1870): Mediante la cual se intentó a anular la acción francesa en la política internacional europea y su influencia en territorios alemanes. La enemistad entre Francia y Prusia, marcaría la diplomacia de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Unificación alemana

Gracias a estos conflictos es que Prusia fue posicionándose como una verdadera potencia. En 1867, se unen la mayoría de los estados independientes de Alemania, que da origen a la Confederación Alemana del Norte.

En 1871, lograron quedarse con los territorios de Alsacia y Lorena, de gran interés geopolítico.  En este mismo año, se impone el Imperio Alemán, liderado por Guillermo I.

Política Bismarckiana

El ideario político de Bismarck fue conservador y nacionalista, sostenía valores constitucionalistas y respetuosos de las tradiciones germánicas. Es por ello, que su plan político estuvo marcado por una visión de que la unificación debía obtenerse mediante el poderío militar y la diplomacia.

Su política interna, estuvo marcada por el autoritarismo. Inicialmente se apoyó en los liberales para neutralizar la influencia de la iglesia católica en asuntos de Estado. En aspectos económicos, sostuvo una política económica librecambista, que favoreció a los grandes terratenientes.

Sin embargo, la alianza con los liberales no perduraría y terminaría aliándose al partido católico conocido como Zentrum. En este período, es que adopta medidas proteccionistas que favorecieron el desarrollo industrial alemán, así como también, intentó frenar el Movimiento Obrero a través de su ilegalización que llevó a cabo mediante la promulgación de las leyes antisocialistas. Elaboró una legislación social muy avanzada para la época que palió los efectos de las medidas anteriores.

Para sostener en el tiempo la unificación alemana, mantuvo una actitud precavida que se evidencia en el fortalecimiento de la diplomacia. Generó alianzas con Rusia, Italia y Austria que permitieron mantener a raya la acción francesa.

Bismarck trató de mantenerse al margen de la carrera imperialista ultramarina, sin embargo, las ambiciones del nuevo emperador Guilermo II apuntaban hacia eso. Esto generó una escisión en la relación entre ambos líderes, que terminaría desencadenado en el año 1890, la caída de Otto von Bismarck, quien fallecería en el año 1898, a los 83 años de edad.