Victoria I de Inglaterra

Una de las más longevas reinas de Inglaterra fue Victoria I. Durante su reinado su nación fue la cabeza del Imperio Británico, en su máxima expansión territorial y económica.

Primeros años

Una larga línea de sucesión

EL 24 de mayo de 1819 nace en el Palacio de Kensington, en Londres, Inglaterra, Alejandrina Victoria. Criada por una institutriz, se mantuvo siempre distante con su madre. Siendo todavía una niña murió su padre, el duque de Kent, por lo tanto pasó a ser la cuarta en la línea de sucesión de su abuelo, el rey Jorge III, esto considerando que sus tíos no tenían descendencia legítima. Tras la muerte de sus tíos Jorge IV y Guillermo IV la joven Victoria se convierte en reina en el año 1837, siendo coronada al año siguiente. Tenía dieciocho años de edad.

Vida privada

La Reina Victoria contaba con el aprecio de quienes la habían conocido de niña y adolescente. Su carácter era alegre. Al principio un tanto aislada de lo que acontecía en el mundo, de a poco se fue informando a través de los periódicos. Dibujaba con gran talento y escribía prolijamente un diario de vida. A través de él sabemos que desde que lo conoció estuvo enamorada de su primo Alberto, un príncipe hijo del rey Leopoldo de Bélgica. Por cierto, en 1840 se casaron. Tuvieron nueve hijos: Eduardo, Alfredo, Arturo, Leopoldo, Victoria, Alicia, Elena, Luisa y Beatriz. Todos ellos se casarían con miembros de diversas familias reales de Europa, pero a diferencia de sus padres muchas veces serán la consecuencia de acuerdos políticos.

Reinado

Un marido y una figura paterna

En los primeros años de su reinado tuvo dos grandes influencias en sus decisiones, el primer ministro Lord Melbourne, y su marido el príncipe Alberto Melbourne la quería como si fuera su hija, Victoria lo tenía a él como la figura paterna que su padre el rey nunca le dio. Alberto era su marido y a su vez su cómplice. Ellos le enseñaron a usar el escaso poder que tenía en la monarquía constitucional británica, pero que se complementaba con una amplia red de influencias.

Un largo luto

El príncipe consorte Alberto organizó la Exposición Universal de 1851. Su mundo son las artes y las ciencias. Su esposa, la reina, en cambio se involucra crecientemente en la política interna y exterior de su imperio. Tristemente para Victoria, su esposo falleció en 1861, con apenas 42 años de edad. La reina no volverá a casarse, y vestirá de luto hasta su muerte.

Tras la muerte de su esposo, Victoria cayó en una depresión, de la cual le costó salir. Se presentaba lo menos posible en público. Sin embargo no dejaba de cumplir con sus deberes. Aunque se le criticaba por vivir casi recluida su popularidad se mantenía en alto, curiosamente  debido a los al menos siete atentados que hubo contra su vida. Y contrariamente a lo lógico, fue aumentando su presencia en público. Se desplazaba en la novedad de la época: los ferrocarriles. Usar la innovación tecnológica fue su fuerte, ejemplificando consigo misma el progreso de Inglaterra. Se sacó fotografías y algunos de sus hijos los tuvo con anestesia.

Disminuye el poder de la Monarquía

La reina Victoria democratizó a su nación, estableciendo el voto secreto en 1872, y el voto en la práctica universal en 1884. El poder de la monarquía fue paulatinamente disminuyendo. De en un principio nombrar ella al Primer Ministro, al final de su reinado poca influencia tenía en su designación. Por otra parte fue conservadora respecto del derecho de voto femenino, el cual siempre rechazó. En lo social, estableció la Comisión Real sobre la Vivienda. Su conservadurismo se reflejó en el modo de vida inglés, a diferencia de sus cercanos franceses, los ingleses llevaban una vida muy reglada, con una fuerte represión de la sexualidad.

Muerte

Hasta el final de su vida  Victoria mantuvo sus funciones como Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y Emperatriz de la India. El 22 de enero de 1901, en su residencia de Isla de Wight fallece a la edad de 81 años. Su reinado había durado 64 años, y con su muerte finaliza la llamada «Época Victoriana».