Arco reflejo: vías aferentes y eferentes.

Comprende cómo ocurren las respuestas motoras básicas en el sistema nervioso mediante la activación de vías neuronales: el arco reflejo.

El sistema nervioso humano (y de los mamíferos) funciona de manera muy similar a un computador: la información que este capta desde el entorno es procesada e integrada por una serie de terminales nerviosas (a modo de circuitos) que generan una respuesta determinada. Estas respuestas, cualesquiera que sean, deben viajar a través de rutas específicas, y a su vez, la información que precede a la elaboración de estas respuestas también debe llegar a los centros integradores por medio de rutas específicas. El sistema nervioso consta de vías altamente intrincadas que movilizan la información nerviosa bajo la forma de impulsos nerviosos, las cuales se vuelven cada vez más sofisticadas en la medida que se analizan organismos evolutivamente más recientes. Sin embargo, la base anatómica y fisiológica en la que ciertas acciones de sobrevivencia, como la evasión del dolor, las respuestas de ataque y huida, salivación, sudoración, entre muchas otras, aún conservan modelos simples pero altamente efectivos y conservados en todo el grupo de los mamíferos.

El sistema neuronal de mayor simpleza que es capaz de generar una respuesta motora en cuestión de milisegundos recibe el nombre de arco reflejo, y guarda relación con las estructuras nerviosas implicadas en la elaboración de una respuesta motora automática e involuntaria (no como acto consciente) frente a un estímulo determinado. La médula espinal gobierna una cantidad importante de arcos reflejo existentes en nuestro organismo: lejos de ser un simple conducto nervioso entre el encéfalo y el cuerpo, la médula espinal es capaz de integrar y organizar respuestas motoras de las cuales depende la sobrevivencia de un organismo, tales como movimientos de la marcha, retiro de miembros desde estímulos dolorosos, respuestas de las extremidades frente a la gravedad, reflejos que controlan la irrigación sanguínea, la actividad gastrointestinal y la excreción urinaria. Ciertos arcos reflejo también involucran estructuras nerviosas de nivel encefálico, como es el caso de rutas nerviosas de los receptores nerviosos visuales, olfativos, auditivos y gustativos.

Anatomía del arco reflejo

Un arco reflejo básico estará constituido por 3 componentes generales:

  • receptor nervioso, que capta la información desde el entorno donde se encuentra inmerso el organismo
  • motoneurona, ubicada en la zona nerviosa donde ocurre la integración y procesamiento de la información procedente desde el receptor (podría ser, como ya se ha mencionado, la médula espinal y/o el encéfalo)
  • efector, estructura encargada de generar la respuesta motora.

Algunos arcos reflejo poseen intermediarios entre los receptores y la motoneurona que procesa la información, es decir, la información procedente desde el receptor nervioso transita a través de interneuronas antes de llegar a la motoneurona, y/o el impulso nervioso transita a través de interneuronas para generar una respuesta motora en el efector.

Los arcos reflejo que poseen interneuronas son llamados arcos reflejo compuestos, mientras que aquellos que se apegan a la representación básica (sin interneuronas) reciben el nombre de arcos reflejo simples. De manera general, la ruta anatómica mediante la cual la información viaja desde un receptor estimulado hacia un centro nervioso integrador (como la médula espinal), recibe el nombre de vía aferente, en tanto que la ruta anatómica mediante la cual el impulso nervioso sale desde la motoneurona hacia el efector, recibe el nombre de vía eferente.