Desarrollo embrionario y embarazo

Descubre todo lo relacionado al desarrollo del embrión y embarazo (y sus posibles complicaciones en cada una de sus etapas).  

Cuando ocurre la fecundación del ovocito, la nueva célula que ha fusionado los núcleos de ambos gametos comienza un proceso de cambio inmediato que determinará la formación de un organismo completo. La nueva célula, el cigoto, comienza a dividirse mediante un proceso denominado mitosis, el cual aumenta el número de células de manera exponencial al doble: así, a partir de una célula se tendrán 2, luego 4, 8, 16, etc.

Cada una de estas células poseen la misma información hereditaria unas con las otras, por lo que, en situaciones hipotéticas y/o experimentales, un ser vivo completo podría formarse a partir de cada una de ellas, estimulando su división. En el medio uterino de la madre, el cigoto se ha segmentado en miles de células, por lo que recibe el nombre de mórula (por su semejanza con una mora). A partir de este momento tendrán lugar una serie de cambios y reordenamientos de las miles de células que forman la mórula, lo cual tendrá como desenlace la formación de un organismo completo.

 Etapas del desarrollo embrionario

Para la óptima formación de un nuevo organismo, la mórula reordena sus células, de modo que algunas quedan hacia el borde exterior de la mórula y otras hacia el centro: aquellas más externas permitirán a la mórula implantarse en el endometrio. Este reordenamiento cambia la estructura de la mórula, por lo que ahora debemos llamarla blastocisto. Las células que forman un blastocisto pertenecen a dos tipos según su ubicación topológica, las más externas reciben el nombre de trofoblastos, y aquellas que quedan más hacia el centro, embrioblastos. A partir de los trofoblastos se formarán los anexos embrionarios, una vez el blastocisto se ha implantado en el endometrio, y a partir de los embrioblastos se formarán todas las estructuras que constituyen a un humano completo( por ejemplo, el sistema nervioso central). Entre los trofoblastos y los embrioblastos queda un espacio lleno de líquido, el cual tiene como principal función nutrir a todas las células que forman parte del blastocisto. Este líquido es denominado blastocele. Ya implantado el blastocisto en el endometrio y formados los anexos embrionarios a partir del trofoblasto, los embrioblastos darán origen a todos los tipos de células que formarán luego tipos de órganos y sistemas constituyentes del organismo. Para ello, 3 tipos de células que forman los embrioblastos se separarán en función y ubicación, teniendo la capa más externa, ectodermo, una capa media, mesodermo y una capa más interna, endodermo, a partir de la cual se originarán diversos órganos. Por nombrar algunos de ellos encontramos:

  • A partir del ectodermo se formará: piel y sus anexos (uñas, pelo), gran parte del sistema nervioso, glándulas de la piel.
  • A partir del mesodermo se formará: gran parte del tubo digestivo, sistema respiratorio, glándulas digestivas, parte del sistema excretor.
  • A partir del endodermo se formará: musculatura, gónadas, sistema circulatorio, esqueleto.

La aparición de estos 3 tipos celulares en los embrioblastos conlleva un proceso llamado gastrulación, donde el blastocisto se transforma en una gástrula. La etapa más significativa de la gástrula es la formación del tubo digestivo, en el caso de los humanos, desde el ano hacia la boca. Esto ocurre aproximadamente a la tercera semana de haber ocurrido la fecundación. Luego, a partir del ectodermo se formarán los primeros esbozos del sistema nervioso a través de un proceso llamado neurulación, donde la gástrula se transforma en una néurula. A partir de la tercera semana de haber ocurrido la fecundación comienza la consolidación de las células que darán paso a los órganos, formándose junto al sistema nervioso todos los demás sistemas por medio de un proceso denominado organogénesis. Al cabo del tercer mes de gestación, la néurula, ya convertida en un embrión, poseerá todos los órganos y estructuras necesarias para la sobrevida, inclusive es posible determinar en un ecógrafo el sexo del individuo en formación (antes no es posible), sin embargo su tamaño aún lo hace dependiente del útero materno. Pequeños detalles de configuración de órganos son solucionados desde este momento, donde el embrión, y al cabo del tercer mes, el feto, comenzará a ganar peso y tamaño, aumentando su movilidad, siendo más notoria su presencia para la madre. Hacia el octavo mes el feto toma la posición de parto, presionando su cabeza contra el cérvix uterino, y así, a partir de este momento y por lo general al noveno mes, el individuo está listo para nacer.

Complicaciones del embarazo

Durante las diferentes etapas del desarrollo embrionario y del feto se pueden presentar complicaciones cuya gravedad variará dependiendo de la misma. Una complicación poco frecuente tiene lugar al momento de la implantación de la mórula en el endometrio. Como se sabe, el endometrio no recubre solamente las paredes uterinas, sino que también las de ambos oviductos, por lo que podría ocurrir, en raras ocasiones una implantación acelerada de la mórula a nivel de uno de los oviductos, generando un embarazo tubario. Este tipo de embarazo pone en serio riesgo la vida de la madre y del individuo en gestación, por lo que debe ser reposicionado por vías quirúrgicas en el útero de la madre, o en el peor de los casos, inducir el aborto terapéutico del mismo. Podría generarse la implantación de la mórula a otros niveles del sistema reproductor femenino, con consecuencias tan nefastas como un embarazo tubario, pero son de incidencia menor, como lo es una implantación a nivel ovárico o cérvico-uterino. El nombre genérico de cualquier implantación que no sea en el endometrio a nivel uterino es el de embarazo ectópico.

Por otro lado, se ha mencionado que para que un parto sea normal y sin complicaciones, aproximadamente al octavo mes el feto debe posicionar su cabeza contra el cérvix uterino, de modo que al momento del parto lo primero en salir a través de la vagina de la madre sea la cabeza del individuo, evitando ahogos. Si este posicionamiento no ocurre, un especialista (por lo general una matrona, partera u obstetra) intentará posicionar al feto por medio de masajes en la región abdominal de la madre, y si esto no da resultados positivos, se verá obligado a practicar una cirugía para facilitar el nacimiento, denominada cesárea.