Tipos de Infecciones de transmisión sexual (ITS)

Conoce los riesgos de contraer una infección de transmisión sexual, cómo prevenirlas y los tratamientos existentes para ellas.

El coito, momento en el cual se produce el encuentro sexual genital entre dos personas de distinto y/o igual sexo es un fenómeno natural e inherente a la condición humana; se sabe desde la perspectiva científica que mantener una vida sexual sana mantiene los niveles de estrés a raya, o que mantener relaciones sexuales genitales con cierta frecuencia mejora el sistema inmune. Sin embargo, ciertas conductas que conllevan mantener este tipo de relaciones con más de una pareja (promiscuidad sexual) se relacionan directamente con la adquisición de infecciones que por lo general se contraen por medio del intercambio de fluidos durante el coito.

Más allá de las implicancias éticas y morales que puedan imponerse frente a conductas de promiscuidad sexual, es importante considerar que desde lo biológico, es muy factible contraer este tipo de infecciones que, según la que sea, se relacionará a su gravedad, pudiendo algunas ocasionar inclusive la muerte de las personas infectadas. De manera general, una infección de transmisión sexual (ITS) es toda aquella infección producida por un virus, hongo o bacteria, la cual se transmite a través del contacto genital directo e intercambio de fluidos corporales durante el coito. La mejor manera de prevenir las ITS es a través del uso de preservativos y de la mantención de una pareja sexual única.

ITS producidas por hongos

  • Candidiasis: es producida por el hongo Candida albicans. Este hongo forma parte de la flora vaginal normal de la mujer, junto a otros microorganismos que mantienen el ambiente vaginal normal de una mujer sana. Bajo ciertas condiciones, la población de C. albicans puede verse aumentada de manera exponencial, y si a esto se suma el contacto sexual con hombres que poseen sistemas inmunes debilitados, podrían eventualmente generar una infección de transmisión sexual desde la mujer al hombre, generando inflamación en el glande con erupciones blanquecinas, dolor al orinar, picor y escozor. No es una ITS grave, y los varones infectados suelen recuperarse después de tratamientos con antifúngicos orales y/o cutáneos.

ITS producidas por bacterias

  • Clamidiasis: es producida por la bacteria Chlamydia trachomatis. Esta infección puede pasar desapercibida inclusive por 2 meses de haber sido contraída, dado que lo por lo general no presenta síntomas aparentes. Cuando estos se empiezan a expresar provocan en los varones dolor y escozor al orinar, secreción uretral de mal olor, dolor e inflamación testicular. En mujeres puede provocar dolor y escozor al orinar, dolor pélvico, sangrado después del coito y secreción uretral de mal olor. Si hubo contacto sexual oral y/o anal, pueden aparecer úlceras sangrantes en boca y ano respectivamente. El tratamiento implica la ingesta de antibióticos específicos para C. trachomatis, tanto para la persona infectada como para su (o sus) pareja(s) sexuales. De no ser diagnosticada y tratada de manera precoz, podría ocasionar complicaciones graves como infertilidad y/o muerte de tejidos (necrosis).
  • Sífilis: producida por la bacteria Treponema pallidum. La bacteria forma colonias de crecimiento en los tejidos blandos (pene, labios vaginales) que causan ulceras y heridas dolorosas. Al entrar en contacto con el sistema circulatorio de los infectados, la bacteria puede colonizar y propagarse a tejidos y órganos muy distantes al sistema reproductor, teniendo una especial afinidad por el tejido nervioso, por lo que esta infección puede ocasionar en los casos más graves daño neurológico severo e irrecuperable. También es capaz de colonizar el tejido muscular cardíaco, lo que eventualmente podría provocar un paro cardíaco y la muerte del infectado. Su tratamiento es en base a antibióticos tanto para el infectado como para sus parejas sexuales.
  • Gonorrea: es producida por la bacteria Neisseria gonorroheae. Se caracteriza por provocar dolor e inflamación en las zonas genitales afectadas, además de supuración (pus) de muy mal olor. En los casos más graves, la bacteria es capaz de colonizar estructuras anatómicas reproductivas internas, causando muerte del tejido y esterilidad. Su tratamiento es en base a antibióticos tanto para el infectado como para sus parejas sexuales.

 ITS producidas por virus

  • Herpes genital: es producido por el virus VHS-2 del herpes simple. Provoca la aparición de ampollas y pústulas muy dolorosas a nivel de pene y testículos en los hombres, y vagina y vulva en mujeres. Su tratamiento considera la ingesta de antivíricos en ambos integrantes de la pareja sexual.
  • Verrugas genitales: son producidas por el VHP (virus del papiloma humano). Provoca la aparición de erupciones rojizas a nivel cutáneo, en los órganos genitales masculino y femenino. En los hombres su tratamiento sostenido con antivíricos lleva a una cura rápida, pero en mujeres estas erupciones pueden alcanzar la región cérvico uterina, provocando cáncer del cuello uterino.
  • SIDA: es producido por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Su contagio puede pasar desapercibido por meses e inclusive años, de modo que una persona que ha adquirido este síndrome puede contagiar a otros sin saber que es portador. Conlleva a un debilitamiento general del sistema inmune, volviéndose el infectado altamente vulnerable a cualquier infección que para una persona sana no representa complicaciones (por ejemplo, gripe). No existe una cura a esta enfermedad, sino que su tratamiento con antirretrovirales es solamente paliativo.