Leucemia

Te invitamos a conocer las causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de la leucemia. Un tipo de cáncer que ataca a la sangre, y que impide el funcionamiento normal de los órganos de nuestro cuerpo.

La leucemia

Esta enfermedad es de tipo hematológico, es decir, surge en la sangre, debido a una producción anormal de glóbulos blancos, enviados desde la médula ósea, hacia todo nuestro organismo. A causa de la leucemia se inhibe la producción de glóbulos rojos y además, dejan de generarse glóbulos blancos sanos; por lo que finalmente, todo el torrente sanguíneo, transporta solo, estas células cancerígenas.

Tipos de leucemia:

Existen dos tipos de leucemia:

  1. Leucemia aguda: Ocurre principalmente en niños, y su característica principal, es la generación rápida y desmedida de los glóbulos enfermos e inmaduros,  dañando las funciones de los órganos. Los síntomas se presentan tempranamente, por lo que es más fácil su detección.
  2. Leucemia crónica: Este tipo de leucemia se presenta mayormente en adultos, y su rasgo principal es la generación de glóbulos blancos maduros, pero anormales. El problema, es que al producirse glóbulos maduros, el organismo puede continuar con sus funciones, sin asumir el daño, hasta que la enfermedad está muy avanzada. Por este motivo, es difícil de detectar.

Síntomas de la Leucemia

Dentro de los síntomas que revelan la presencia de este tipo de cáncer, tenemos, los siguientes:

  • Hemorragias y hematomas, al sufrir leves heridas o pequeños golpes.
  • Sistema inmune debilitado; por lo que el paciente, presenta frecuentes infecciones y todas ellas, se agravan de inmediato. Entre las más comunes tenemos: resfriados, amigdalitis, diarrea, etc.
  • Anemia.
  • Palidez.
  • Vómitos.
  • Fatiga.
  • Dolor de huesos, sobre todo en las extremidades.
  • Sangrado de nariz, frecuente y sin razón.
  • Irregularidad menstrual.
  • Insomnio.

Diagnóstico de la Leucemia

El diagnóstico de este tipo de cáncer se realiza de la siguiente forma:

  1. Biopsia: Se extrae una muestra de un ganglio linfático, a fin de conocer la producción de glóbulos blancos.
  2. Examen de sangre: Se realizan de forma continua y se ejecuta un conteo de glóbulos blancos y rojos. Si los glóbulos blancos se encuentran muy aumentados y los rojos; altamente disminuidos, se descubre la patología.
  3. Radiografía: para observar si hay daño en hígado y riñones.
  4. Resonancia magnética: Para descubrir si se ha producido daño en los huesos, a causa de la enfermedad.
  5. Escáner: Para descubrir si se ha producido daño a nivel cerebral, a causa de la leucemia.
  6. Mielograma: Es una radiografía de la médula ósea, que se lleva a cabo, luego de la inyección de un medio de contraste, que permita el análisis cabal del interior de este órgano.

Tratamiento de la Leucemia

Dentro del tratamiento, en la búsqueda de sanar esta enfermedad, se encuentran, los siguientes pasos:

1. Aplicar radioterapia.

2. Realización de Trasplante de médula ósea: Esta acción consiste es destruir la médula ósea del paciente, mediante radioterapia. Esto se lleva a cabo, debido a que se encuentra dañada y produce, glóbulos blancos anormales, generando así, la leucemia. Este trasplante, puede ser, mediante el uso de células madre provenientes del cordón umbilical del paciente y que ha sido almacenado en un banco para estos fines, al nacer; o, a través de la inserción de un trozo de médula de alguien compatible, generalmente, un familiar directo.  Esta acción es altamente compleja, pues puede conllevar el rechazo del nuevo órgano o, problemas graves al pulmón o a la cognición del enfermo.

3. Aplicar quimioterapia.

4. Ingestión de medicamentos para controlar náuseas, las que son producto de la quimioterapia.

5. Transfusiones de sangre: Para repoblar la sangre con células sanas.

6. Aislamiento del paciente: Debido a la falta de inmunidad, se aísla al paciente, a fin de evitar que contraiga infecciones o virus del ambiente; tales como un resfrío.

7. Inmunoterapia: Consiste en realizar procedimientos medicinales, que permitan aumentar la fuerza y el funcionamiento de las defensas del paciente; mejorando así, su calidad de vida.