16 de septiembre: Independencia de México

Todos los 16 de septiembre los mexicanos recuerdan el grito de Dolores en 1810, en que el cura Hidalgo llamó a una sublevación en contra de la mala administración española.

En 1808 el rey español Fernando VII fue hecho prisionero por los franceses, iniciándose una larga guerra entre ambos países. Mientras tanto se formaron dentro del Imperio Español una serie de Juntas de Gobierno que administraron sus territorios en nombre del monarca cautivo. En México la noticia de la prisión del rey se unió a la del descontento que existía con la administración española, que encabezaba el virrey Francisco Venegas.

El cura Hidalgo

Grito de Dolores

En México se concreta el rechazo a España en la localidad de Dolores. La fecha es el 16 de septiembre de 1810. El cura párroco de la localidad Miguel Hidalgo y Costilla, con el estandarte de la patrona de México, la Virgen de Guadalupe, y hace un llamado a la sublevación, diciendol «muera» el mal gobierno español. No está en contra del rey Fernando VII, a quien incluso incluye entre sus «vivas». A este evento se le conoce como el «Grito de Dolores». Su compañero de parroquia José Galván hace sonar la campana de la iglesia. Este último hecho se recuerda en la noche del día 15 de septiembre, a pesar de haber ocurrido el día 16.

Un desordenado ejército

Tras el llamado del cura Hidalgo se formó un muy desordenado ejército de unos 40 mil hombres. Avanzaron y lograron conquistar las ciudades de Guanajuato y Guadalajara. La capital estaba al alcance tras el triunfo sobre los realistas del 30 de octubre de 1810, en la batalla del Monte de las Cruces. Sin embargo, Hidalgo no quiso seguir avanzando dado lo agotado de sus tropas, y lo que su ingreso provocaría en Ciudad de México: un desenfreno de saqueos y violaciones. Hay versiones que dicen que esto enemistó a Hidalgo con el también patriota Ignacio Allende. Incluso hay quienes afirman que Allende intentó envenenar a Hidalgo.

Cuando se decidió avanzar sobre Ciudad de México, los realistas ya estaban preparados, derrotando a los patriotas en Puente de Calderón, el 17 de enero de 1811.

Fusilamiento

Tras la derrota Hidalgo se refugia en Aguascalientes y en Zacatecas, donde es capturado y condenado a muerte. El 1 de agosto de 1811 es fusilado en Chihuahua, sus últimas palabras, dirigidas a sus captores son «prefiero morir así a hacerlo en una cama de hospital». La misma suerte corrieron sus seguidores, entre los cuales estaba Allende. Sus cabezas fueron exhibidas en el mercado de Guanajuato, logrando los españoles infundir un gran temor, pero por otra parte más deseos de participar en una insurgencia en contra de tan mal gobierno.

Morelos y Mina

Otro sacerdote fusilado

Las sublevaciones continuaron en todo México, pero sin resultados positivos. Los patriotas son una y otra vez derrotados. En Ecatepec es fusilado el sacerdote José María Morelos el 22 de diciembre de 1815, por sus reitarados actos a favor de la causa patriótica.

Francisco Xavier Mina

El 15 de abril de 1817 llega al río Santander Francisco Xavier Mina, un español que luchó en España en contra de los franceses, pero que considera el movimiento restaurador de Fernando VII como una tiranía. El 24 de mayo de 1817 se suma a los rebeldes de Pedro Moreno en Guanajuato. La guerra contra los españoles está en su punto más alto, y el resultado es incierto. El 1 de agosto de 1817 Mina logró romper el sitio del Fuerte del Sombrero, yendo en rescate del Fuerte de los Remedios. Se le encarga atacar Guanajuato, pero la indisciplina de sus tropas lo llevan a la dispersión de las mismas. El 27 de octubre es hecho prisionero, y se le muestra la cabeza del patriota Pedro Moreno clavada en una lanza. El 11 de noviembre de 1817 Mina es fusilado. Las acciones de Mina demostraron que con un ejército bien organizado se podía ganar la guerra, y por el contrario la desunión llevaría al fracaso.

Guerrero y el emperador

Declaración de la Independencia

Las fuerzas patriotas paulatinamente se fueron organizando de mejor manera, quedando bajo el mando del general Vicente Guerrero. Éste negoció con el español Agustín de Iturbide la creación de una monarquía en México, separada de España. En el pueblo de Iguala se firmó el acuerdo el día 24 de febrero de 1821, creándose de inmediato una Junta Provisional de Gobierno. Triunfantes, bajo el mando de Iturbide, ingresaron las tropas patriotas a la capital. En Ciudad de México, el 28 de septiembre de 1821 se firmó el Acta de la Independencia del Imperio Mexicano. España al no reconocer estos acuerdos empujó a los más exaltados a presionar para que Iturbide asumiera como Emperador. Así el 18 de mayo de 1822 es coronado en la Catedral de México, con el título de Agustin I, emperador de México.