Cambio Climático

El clima en la tierra siempre está cambiando. En el pasado siempre se debía al curso normal de la naturaleza. Sin embargo, hoy en día el concepto se usa para referirse a los cambios que ha habido en los últimos 100 años y que han sido causados por la intervención del hombre.

De hecho, se estima que la temperatura de la superficie de la tierra ha aumentado en 0.6º C en el último siglo.

Al hablar de cambio climático, el efecto invernadero es muy importante ya que se refiere a los gases que mantienen el calor en la Tierra. Es un proceso natural que mantiene la temperatura del planeta. El problema se da cuando se acumulan muchos gases en la atmósfera y es más el calor que entra del que sale, provocando el calentamiento global.

Consecuencias

Alrededor del mundo hay muchos científicos que están observando la evidencia del cambio climático y utilizando modelos computacionales para predecir las consecuencias que esto podría traer a futuro.

Un elemento muy importante para considerar es el agua. Lo más probable es que seamos testigos de un aumento en las precipitaciones y en el nivel de los mares. Otras consecuencias predecibles son:

  • Peores sequías en el sur de Europa
  • Menos reservas de agua debido a la evaporación
  • Aumento de enfermedades infecciosas
  • Fenómenos climáticos más intensos y frecuentes
  • En Asia y África habrá grandes zonas agrícolas cuya productividad bajará notoriamente
  • Extinción de algunas especies que no serán capaces de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas o el desplazamiento de las que buscan climas más fríos para vivir.

En Chile

  • Se estima que el 2030 habrá un aumento de entre 2 y 4 º C entre Arica y Chiloé
  • Disminución de las precipitaciones en la zona central con la consiguiente muerte de animales y destrucción de zonas agrícolas
  • El aumento de la temperatura causaría el derretimiento de glaciares que harían aumentar el nivel del mar. Esta elevación podría ser de hasta un metro para el año 2100.

Esfuerzos globales

En 1997 fue aprobado el tratado de Kyoto en que se consideraron las acciones que se podían tomar para reducir el calentamiento global. El tratado fue establecido por las Naciones Unidas e involucró a la mayoría de los países del mundo, con excepción de Estados Unidos. Su objetivo es estabilizar «la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera a niveles que impidan interferencias de origen humano, peligrosas en el sistema climático».

Casi una década después y a medida que el calentamiento global avanza, varios países han aprobado el protocolo de Kyoto que viene a sumarse al tratado de 1997. En él se estandarizan medidas más específicas para lidiar con el cambio climático. Entre ellas está la restricción de la emisión del gas dióxido de carbono (CO2). Según estimaciones científicas, la concentración de este gas es la más alta registrada desde hace medio millón de años. Hoy en día, el transporte y la energía son los responsables del 75% de las emisiones de CO2.

En mayo de 2006 se realizó la Conferencia de Bonn (Alemania) en que se reunieron los delegados de 165 países a discutir las formas de aumentar la cooperación internacional en la reducción de la emisión de gases que atrapan el calor y generan el calentamiento global. Se ha puesto mucho énfasis en generar incentivos económicos para promover que tanto los países industrializados como los en vías de desarrollo se preocupen de tomar medidas al respecto. Esto es muy importante porque si no se hace nada la temperatura promedio de la tierra aumentará entre 1.5 y 4.5ºC durante este siglo.

Afortunadamente los 165 países continuarán llevando a cabo lo acordado al menos hasta el 2012, año en que acaba la primera fase del protocolo de Kyoto.