Dictadura militar: plebiscito de 1988

Un artículo transitorio de la Constitución de 1980 deja un espacio democrático que puede significar el final de la dictadura o la legitimidad de Pinochet por ocho años más.

La concertación de partidos por el No

Los partidos políticos opositores al gobierno militar, unidos en la Alianza Democrática acuerdan cambiar las protestas por la participación en la «ventana» democrática que tiene la Constitución de 1980, ésto es el plebiscito en que se votará SÍ o NO al candidato propuesto por la Junta de los comandantes en jefe de la Fuerzas Armadas y Carabineros. Todo hacía presumir que el candidato iba a ser el mismo general Augusto Pinochet. Existía mucha gente opositora a la dictadura con serias dudas con respecto a la honestidad de este plebiscito y algunos ahondaban más aún, señalando que participar significaba legitimar la Constitución de 1980. Sin embargo los partidarios de la idea manifestaban que esta vez sí habrían registros electorales y partidos políticos calificados para corroborar la limpieza del conteo de votos. Las nuevas normas electorales establecían que para poder votar había que inscribirse en el registro electoral, acto que sería voluntario. Luego, los inscritos tendrían la obligación de votar. Los vocales de mesa (personas encargadas de atender a los votantes) serían sorteados y estos tendrían la obligación de cumplir con esa función. Los locales de votación estarían custodiados por los militares, ésto asustó a algunos, pero luego se recordó que desde los años 30 esto así se hacía en Chile. Cuando en 1987 se abren los Registros Electorales es principalmente gente adulta mayor quien primero se inscribe. Largas campañas en centros universitarios y otros lugares, fueron llevando paulatinamente a toda la población a inscribirse. A principios de 1988 la Alianza Democrática pasó a llamarse Concertación de Partidos por el No, y se le sumaron nuevos partidos, tales como el Verde, el Humanista, el Partido por la Democracia y otros grupos del muy dividido partido Socialista. El Partido Comunista no se sumó a la Concertación, pero a última hora llamó a votar por el NO.

Nombramiento de Pinochet como candidato

El 30 de agosto de 1988 la Junta de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y Carabineros,  integrada por el capitán general Augusto Pinochet Ugarte, el almirante José Merino Castro, el general del Aire Fernando Matthei Aubel y el director general de Carabineros Rodolfo Stange Oelckers; se reunen para decidir quien será el candidato a proponer a la ciudadanía para gobernar por los siguientes ocho años. Tal como se presumía el nombrado fue Augusto Pinochet; para quien es importante un triunfo, pues lograría la deseada legitimación de su gobierno. Su designación contó con el apoyo del Partido Renovación Nacional y del Partido Unión Demócrata Independiente.

La campaña electoral

La opción SÍ intentó convencer a la ciudadanía destacando los éxitos de la recuperación económica de  los 80. En efecto tras la grave crisis de 1982 el país había vuelto a crecer, el sector exportador estaba «mejor que nunca» y el empleo se había recuperado a niveles históricos. Poco se decía de las cifras de organismos internacionales que mencionaban a Chile con un 35% de población por debajo de la línea de pobreza y la deuda externa por más de 39 mil millones de dólares. Se destacaba además la capacidad del gobierno militar para evitar el «caos» en que Chile había caído en 1973.  Por su parte, la opción SÍ centró su campaña en la alegre unidad nacional que representaba el «arcoiris» de partidos políticos integrantes de la Concertación. Y la esperanza de un país con mayores libertades y respeto a los derechos humanos. Poco se decía de cómo lograr esa «alegría» , y mucho menos si se mantendría o no el modelo económico, etc.

El cinco de octubre de 1988

El día del Plebiscito se concurrió a votar masivamente desde muy temprano. Apoderados de mesa de ambos sectores verificarían que todo el proceso se hiciera con honestidad. El recuento de los votos sería hecho por el gobierno de Pinochet, pero la Concertación de Partidos por el No tendría su propio sistema de conteo paralelo. Hubo algunos problemas iniciales más atribuibles a la inexperiencia que a la mala intensión; como por ejemplo largas filas fuera de los locales y mesas lentas en constituirse. El proceso culminó en horas de los noche en forma impecable. Se realizaron los escrutinios en frente de todos, y se comenzó a observar una tendencia de votos a favor del No. Sin embargo, el gobierno insistía en dar cifras parciales que mostraban al SÍ como ganador. La tensión iba lentamente subiendo. En un programa de televisión de Canal 13, transmitido casi a medianoche, el líder de Renovación Nacional, que apoyaba a Pinochet, Sergio Onofre Jarpa señala que de acuerdo a las cifras que él maneja el triunfo es del No. En el palacio de La Moneda, el candidato Pinochet ya sabe que perdió, y pide al Almirante José Merino Castro que le otorgue facultades extraordinarias (recuerde que el poder legislativo era presidido por el Almirante Merino), lo cual es rechazado. En el intertanto el general Rodolfo Matthei (también integrante del poder legislativo) reconoce el triunfo del NO. Cerca de las dos de la madrugada el gobierno anuncia oficialmente que de los más de 7 millones de votantes, descontados los votos blancos y nulos, el NO obtuvo un 55,9%, mientras que el SÍ obtuvo un 44,1%. Con el rechazo al candidato oficial la dictadura militar ingresa a sus últimos meses de existencia.