Exportaciones en el Chile del siglo XIX

En los tiempos en que Chile estaba lejos de industrializarse su fórmula para subsistir fue vender materias primas, es decir minerales y productos agrícolas. Con las ganancias compraba a muy alto costo los bienes industriales.

Durante la colonia Chile vendía a las otras colonias españolas trigo, cobre y otros productos, en lo que se denomina en la economía «sector primario», muy unido a los «favores» de la naturaleza. Cuando Chile se independiza el modelo económico se mantuvo, pero fue mucho más exitoso que en los tiempos coloniales. La principal razón para ello fue hacer crecer el mercado comprador para nuestros productos, ampliándose a todo el mundo.

El desarrollo de la minería y agricultura.

El país tenía una capacidad instalada, que incluía poder extraer minerales desde el muy valioso Plata, hasta el no tan valioso, en ese tiempo, Cobre. Las tierras gracias al buen clima mediterráneo de la zona central tenían un muy buen rendimiento, sobre todo en la producción de trigo, fruta y vino. No había ninguna posibilidad de cambiar el sistema, pues las ganancias de los agricultores eran muchas, y son sus familias las que controlaban la política chilena. El descubrimiento de Plata en 1832, permitió financiar el mejoramiento de las técnicas de cultivo, construyéndose canales de regadío. En 1838 se fundó la Sociedad Nacional de Agricultura, y el Estado en 1841 creó la Quinta Normal de Agricultura, con la finalidad de experimentar y así mejorar el rendimiento agrícola.

Éxito comercial.

El éxito comercial estuvo causado por las necesidades en California y Australia. Ambos territorios vivieron una «fiebre» minera que hizo abandonar a muchos campesinos sus tierras y moverse a la búsqueda de oro. En el caso de California, la población en cuatro años pasó de cinco mil habitantes a 250 mil que se registran en 1852. La necesidad alimenticia la surtió Chile, con una asociación a los capitales ingleses, poseedoras de las flotas de barcos mercantes necesarios para el transporte a través del océano Pacífico.

Por su parte la minería vive alzas y también caídas. Tal fue el caso del mineral de Plata, que descubierta en 1832 en Chañarcillo, cerca de Copiapó, verá su agotamiento y la consecuente crisis económica en 1858. El mineral de cobre comenzó a ser utilizado para producir bronce, metal muy necesario para las maquinarias de la Revolución Industrial, y para la fabricación de municiones para las armas. Finalmente, el carbón también vive una alza, pero su impacto será más bien a nivel de facilitador de la industria y transporte local, pues su calidad (medida en calorías) no era lo suficientemente alta para el uso que a fines del siglo XIX tendría en la producción de acero. El ciclo del salitre llegará tras la Guerra del Pacífico, y la ocupación de las salitreras desde 1879 y 1880.

Un balance final.

El modelo de crecimiento hacia afuera desarrolló el puerto de Valparaíso, atrajo inversión de capitales ingleses, y permitió financiar el desarrollo del modelo educacional. Tuvo por defecto el estar siempre sometido a los vaivenes de los precios internacionales de las materias primas.