Gobierno de José Miguel Carrera

Uno de los líderes de la Independencia llega aceleradamente al gobierno. Dará inicio a la República, declarando a Chile en los hechos como un país independiente.

El proceso de independencia se desarrollaba lentamente. A la primera Junta Nacional de Gobierno le reemplazaba el Congreso Nacional. En este lugar dos bandos rivales se manifiestan. Un grupo es partidario de la mantención de lazos con España, y otro quiere un rompimiento definitivo. Son gente joven que ha vivido experiencias que la gente mayor de Santiago jamás ha soñado en vivir. Uno de ellos es José Miguel Carrera. Su vida de hijo de familia rica la ha permitido estudiar, viajar a Europa y participar allá de las ideas de la Ilustración, y de la guerra de invasión de Francia sobre España. Su participación en ella, a favor de España, le permite conocer el «arte» de la guerra. De vuelta en Chile, le desespera la lentitud de todo, incluso rompe con las ideas de su padre, Ignacio de la Carrera, quien formó parte de la Junta de septiembre de 1810, y es partidario de mantener a Chile leal al rey.

Primer Golpe de Estado.

El 4 de septiembre de 1811 José Miguel Carrera organiza un golpe de Estado. Consiste en sublevar a su favor a los artilleros del minúsculo ejército que se tenía, y entregar un petitorio; que en esencia pedía que los representantes a favor del rey, que había en el Congreso, debían convertirse en minoría, a través de la expulsión de algunos y por el aumento de representantes de «exaltados» o partidarios de la independencia. La lentitud en el proceso separatista se mantuvo, por lo cual hubo otro golpe el 15 de noviembre, con el cual se hizo nombrar jefe de la junta provisional. En forma definitiva, con un tercer golpe, Carrera asume el poder el 2 de diciembre de 1811 al disolver el Congreso.

Gobierno de Carrera.

A los 26 años de edad José Miguel Carrera inicia su gobierno, que será conocido después como Patria Vieja. Su idea de gobierno era lograr la independencia, pero para ello había que pasar por una etapa de creación de un identidad nacional. Para ello son creados los emblemas patrios: la bandera que muestra en tres franjas horizontales los campos de la zona central, amarillo el maíz, blanco la cordillera y azul el cielo. El escudo tiene elementos nacionalistas como lo es el rescate de la imagen de los indígenas. Por otra parte se comienza a publicar el primer periódico chileno «La aurora de Chile», con el fin de dar a conocer las actividades y pensamientos del gobierno. Se establecen relaciones diplomáticas con Estados Unidos, lo que indica que de hecho nos están reconociendo como una nación independiente. Siguiendo con la obra nacionalista, se estructura el Instituto Nacional, colegio para adolescentes que con financiamiento del Estado se pretende formar profesionales (se inaugura en plena guerra contra España en 1813, cuando Carrera ya no gobierna). Por cierto que la Universidad Real San Felipe pasó a llamarse simplemente Universidad de San Felipe (en 1842 se refunda con el nombre de Universidad de Chile). Otra obra monumental fue la Biblioteca Nacional, hecha con libros donados y textos de los expulsados Jesuitas. Finalmente se establece la celebración en 18 de septiembre de la fiestas patrias, quedando así hasta el día de hoy.

Reglamento Constitucional de 1812

El documento que realmente refleja la independencia es el Reglamento Constitucional de 1812. En él se dice al principio que nuestro soberano es el rey de España, así quedan contentos los «realistas»; pero después dice que toda ley para que sea válida en Chile debe estar hecha en nuestro territorio. Es la declaración de independencia del poder legislativo. Se establecen en el mismo Reglamento normas que se mantienen en esencia hasta el presente, como por ejemplo que todo ciudadano es igual en derechos, excepto aquellos que por sus méritos establezcan la diferencia y el poder considerar chileno al extranjero que se avecinda en el país. Algunas normas que subsistieron por décadas, por ejemplo que la religión oficial chilena es la católica.

Ataque español.

En 1813 las tropas realistas, compuestas por chilenos, peruanos y algunos oficiales españoles, atacan por la zona de Concepción con la idea de restaurar el Imperio. Carrera deja en Santiago a una Junta de Gobierno, en tiempo que él esté dirigiendo a las tropas en el sur. La mala organización del ejército patriota, incluyendo las rivalidades entre sus líderes O’Higgins y Carrera, los lleva a sufrir una serie de derrotas, logrando los «españoles» avanzar hasta Rancagua. Allí se prepara una gran resistencia, con regimientos coordinados para atacar sucesivamente. Una vez más la coordinación falló, y el 2 de octubre de 1814 Carrera y los principales patriotas en armas huyen hacia Mendoza. La patria vieja había concluido.