Gobierno de Manuel Montt

En 1851 llega a la Presidencia de Chile el primer político que no vistió uniforme militar. Para muchos es la garantía de orden y progreso, para otros es el final de toda libertad.

Manuel Montt Torres nació en 1809. Estudió en el Instituto Nacional, del cual llegará a ser posteriormente su Rector. Titulado de abogado fue en el gobierno de Manuel Bulnes un leal colaborador, por lo tanto no extrañó que el partido conservador lo postulara como su candidato. Se enfrentó en 1851 al liberal José María De La Cruz, el cual lejos de reconocer su derrota en las votaciones manifestó que se había producido un fraude electoral. Así se inician una serie de revueltas en el norte y sur del país, que fueron controladas por el general Bulnes. En ese clima asume el nuevo Presidente Manuel Montt.

Monttvarismo

Montt organizó su gobierno apoyándose en su amigo el Ministro Antonio Varas, los cuales mantuvieron por un año el Estado de Sitio por las revueltas de 1851, pese a que se habían ya hecho acuerdos de paz. Muchos oficiales liberales debieron abandonar el ejército, contrariando las ideas conciliatorias del anterior Presidente. A esta forma política se le conoció como «monttvarismo», y por cierto la geografía de Chile recuerda constantemente a esta pareja de trabajo: la calle Manuel Montt siempre es la paralela a Antonio Varas y la ciudad de Puerto Montt está casi al lado de Puerto Varas.

Montt optó por un gobierno progresista, entendiéndose este concepto en la toma de decisiones tales como: no permitir que el clero controlase el Instituto Nacional, lo que le trajo problemas con la Iglesia; y preferir para los cargos públicos hombres con méritos para éstos y no a gente conectada a las familias aristocráticas, lo cual le trajo problemas con los hacendados.

Las obras de su gobierno son múltiples, destacando las siguientes:

  • La construcción de las vías férreas entre Valparaíso, Santiago y Rancagua. Disminuyó los tiempos de viaje de Santiago a Valparaíso de tres días a ocho horas, y de Santiago a Rancagua de un día a 3 horas.
  • La fundación de la Escuela Normal de Preceptoras, para la formación de profesoras. Ésta es la primera oportunidad para las mujeres para trabajar en un empleo idéntico a los varones.
  • Su colaborador Andrés Bello redactó el Código Civil, que sigue siendo la base de las relaciones legales entre personas.
  • Llegan los alemanes a ocupar los territorios ribereños al lago Llanquihue, transformándola en una de las más prósperas de Chile.
  • El sistema financiero de moderniza, con la creación de la Caja de Crédito Hipotecario y la fundación de los primeros bancos.

Relación con la Iglesia Católica.

Al ya mencionado problema por el Instituto Nacional,  se agrega una dificultad inesperada. Ocurrió un hecho absolutamente menor para la ley común. Un sacristán bebió vino de misa en la Catedral de Santiago. El Sacristán fue despedido, pero había que hacer un Decreto especial en el Cabildo, que actuaba como Tribunal Eclesiástico (destinado a tratar temas de la Iglesia). Algunos de sus miembros encontraron incorrecto el Decreto, negando el despido al Sacristán. El Presbítero de la Catedral decidió ordenar el cumplimiento del decreto y los sacerdotes que no estuvieran de acuerdo serían castigados. La contienda judicial debía ser resuelta según nuestro ordenamiento por la Corte Suprema, un tribunal del Poder Judicial.  La Corte decidió que el Sacristán debía volver a su trabajo. El presbítero de la Catedral se negó a obedecer el fallo argumentando que no tenía porque hacer caso a un tribunal civil. Esa desobediencia obligaba al gobierno a arrestarlo. Para evitar mayores problemas, y haciendo uso de su capacidad mediadora, el Ministro Antonio Varas logró el levantamiento del castigo a los sacerdotes rebeldes, el presbítero no sería arrestado y el sacristán se fue tranquilamente. El acuerdo no dejó contentos a los más fanáticos, no gustó ni a los conservadores ultramontanos ni a los liberales.

El final.

El presidente Montt en 1857, ya en su segundo periodo presidencial, debió enfrentar una revolución, encabezada por los empresarios mineros de Copiapó. Solo la lealtad del ejército impidió que fuese derrocado. La nación chilena se resistía a una forma de gobierno tan conservadora, considerando que ya era necesario pasar a una forma de gobierno liberal.