Gobiernos en serie 1931-1932

En los años que siguieron a la caída de Carlos Ibáñez siete débiles gobiernos se sucedieron en la presidencia de Chile. Solo en 1932 hubo tres golpes de Estado.

La sucesión de vicepresidentes.

Tras la caída de Ibáñez el 26 de junio de 1931  gobierna en forma interina, como Vicepresidente, Pedro Opazo Letelier quien fue reemplazado al día siguiente por Juan Esteban Montero. A su vez sería reemplazado por Manuel Trucco Franzani, quien gobernó entre el 3  de septiembre y el 15 de noviembre de 1931. Debió enfrentar la sublevación de la Armada en Coquimbo, motivados por la disminución de sueldos que afectaba sobre todo a la suboficialidad. El vicepresidente envió aviones a bombardearlos, los cuales lograron detener el intento de golpe de Estado. Al dejar Trucco la vicepresidencia regresa Montero y lo reemplaza, siendo la misma persona que gana las elecciones y se convierte así, desde el 4 de diciembre, en oficialmente Presidente de Chile.

Gobierno del Presidente Montero.

El radical Juan Esteban Montero obtuvo su elección apoyado por liberales y conservadores, venciendo a líderes tan importantes como Arturo Alessandri. Su gobierno fue marcado por medidas de ajuste en el gasto social, disminuyéndolo para enfrentar la crisis económica mundial. Esto fue muy impopular, produciéndose en el norte del país un gran alzamiento en contra del gobierno, el cual fue duramente reprimido por fuerzas de carabineros enviados desde Santiago.

En economía hubo una original campaña «cómpreme productos chilenos», la cual consistía en afiches puestos en el comercio. Se organizó el Comité de Ayuda al Cesante, que habilitó albergues y dio de comer gratuitamente una alimentación de sobrevivencia. También se estableció el Ropero de los Pobres, que recibía donaciones de ropa en mal estado, se les remendaba y se les distribuía entre los pobres. No había capacidad para nada más.

El 3 de junio de 1932 se acuarteló la Fuerza Aérea bajo el mando del General Marmaduke Grove. Al día siguiente con el apoyo del General Arturo Puga la rebelión era deamasiado grande como para que la resistiera el débil gobierno de Montero, por lo tanto se concreta el golpe de Estado renunciando el Presidente Constitucional.

República Socialista de Chile.

El general Puga, junto a los abogados Eugenio Matte y Carlos Dávila crean una junta de gobierno y proclaman la «República socialista de Chile». El general Grove se quedó a cargo del Ministerio de Defensa. El nuevo régimen encontró un enemigo inesperado: el Partido Comunista, que dudó de las buenas intensiones de los golpistas. El gobierno siguió adelante con su programa de gobierno que incluyó: expropiación de los ahorros en oro, suspensión de los remates de viviendas en deuda, ocupación de las casas desocupadas, envío de cesantes a colonizar, fijación de un sueldo máximo, control del Estado del comercio exterior, prohibición de importar automóviles, y muchas otras medidas de carácter estatista.

Dictadura de Dávila.

Las ambiciones políticas llevaron a un nuevo golpe de Estado el 16 de junio de 1932, en que el ejército de la plaza de Santiago arresta a Marmaduke Grove y a Eugenio Matte, pero mantiene en el poder a Carlos Dávila. Como dictador Dávila gobernará manteniendo las ideas estatistas de la República Socialista. La popularidad del régimen desciende constantemente, con fuerte oposición en todos los sectores de la sociedad. Así el 13 de septiembre de 1932 el general Bartolomé Blanche da un nuevo golpe de Estado, disolviendo oficialmente la Republica Socialista de Chile.

Retorno al orden.

Incapaz de darle gobernabilidad a Chile, Blanche renuncia el 2 de octubre de 1932, entregándole el poder al Presidente de la Corte Suprema, Abraham Oyadenel, quien en calidad de Vicepresidente organiza las elecciones presidenciales, triunfando en ellas Arturo Alessandri Palma, quien gobernaría por seis años, a partir del 25 de diciembre de 1932.

Pedro Opazo, Juan Montero, Carlos Trucco, otra vez Montero, Arturo Puga (junto con Matte y Dávila) , CarlosDávila, Bartolomé Blanche y Abraham Oyadenel; todos ellos se sentaron en el sillón Presidencial; fue una breve presencia entre los gobiernos de dos grandes caudillos: Ibáñez y Alessandri