Guerra de la Independencia, segunda parte (1817-1818)

Durante la Reconquista se organizó en Argentina un Ejército Libertador que tenía por objetivo sacar a  los españoles de todo territorio americano. Su primer paso es liberar a Chile.

Durante la Reconquista, al otro lado de la cordillera.

En 1814 el ejército patriota chileno fue derrotado en Rancagua, debiendo huir a Mendoza, Argentina. Allí son recibidos por el General José San Martin, quien, luego de un acto de desobediencia de Luis Carrera, decide expulsar a su hermano José Miguel. Envíada la familia Carrera lejos del escenario de guerra el lugar de comandante de las tropas chilenas recae en Bernardo O’Higgins. San Martín y O’Higgins llegarían a entablar una gran amistad, sustentada en lealtades y no tanto en ideas similares. Por tres años se mantuvo contacto con Chile a través de las incursiones hechas por las montoneras, grupos que en lenguaje contemporáneo llamaríamos guerrilleros. Uno de los jefes montoneros más conocidos fue Manuel Rodríguez. Se organizó en las Provincias Unidas del Río de la Plata, actual Argentina, un ejército profesional. El general San Martín tenía experiencia en las guerras napoleónicas luchando a favor del rey Fernando VII de España; por lo cual el Brigadier y Gobernador de Chile durante la Reconquista Marcó del Pont lo consideraba un traidor. La preparación estuvo lista en enero de 1817, en que con piezas de artillería incluidas se inicia el cruce de la Cordillera rumbo a Chile.

El cruce de Los Andes.

Casi tres mil soldados, muchos de ellos esclavos libertos,  unos 1300 hombres de servicio (por ejemplo sanidad, barreteros, baquianos) y con 1600 caballos y nueve mil mulas, inician el 6 de enero de 1817 el cruce de Los Andes. El capitán general era José de San Martin, mientras que el comandante del cuartel general es el Brigadier General Bernardo O’Higgins. Bajo ellos varios oficiales tanto chilenos como argentinos. En seis columnas se realiza el cruce, desde Copiapó hasta Linares; incluyendo una distractora que pretendía hacer creer que el ataque sería directo a la ciudad de Santiago.

La resistencia española fue inútil. Rápidamente el teniente coronel Ramón Freire capturó Talca. Cayeron las ciudades del norte prácticamente sin combatir. La batalla decisiva fue al norte de Santiago, el 12 de febrero de 1817, en Chacabuco. Vencidos los españoles, al día siguiente el Ejercito Libertador ingresa a Santiago (por la avenida que ahora se llama Independencia). Se toma prisionero al gobernador Marcó del Pont, y se le ofrece el cargo de Director Supremo a José de San Martin. Lo rechaza y se opta por el segundo al mando, el general Bernardo O’Higgins.

O’Higgins declara la Independencia.

Se inicia el gobierno de O’Higgins, que duraría seis años, pero la guerra no había terminado. José de San Martin se moviliza al sur, donde tropas realistas continúan en rebeldía. El avance hacia el sur es lento pero exitoso. Cuando llegan a la zona natal de O’Higgins, Chillán, el ahora Director Supremo concurre personalmente a la batalla. El 6 de diciembre de 1817 ocurre la batalla por Talcahuano. Los ocho mil soldados del ejército chileno-argentino no lograron vencer, debiendo replegarse, y dejando a los españoles con una base de operaciones.El panorama militar no ve positivo para los chilenos, pues los españoles están reagrupándose para una nueva reconquista. Es en ese momento el 12 de febrero de 1818 que, con la firma de Bernardo O’Higgins, se declara la Independencia de Chile.

Por Talcahuano regresa el general español Mariano Osorio, con un ejército de 3200 hombres. No pierde el tiempo y ataca en Cancha Rayada, cerca de Talca, provocándole al Ejército Unido chileno una casi definitiva derrota. En batalla resulta herido el siempre valiente, pero no siempre eficiente, general O’Higgins. En Santiago las noticias del sur son alarmantes. Se rumorea la muerte de O’Higgins, por lo cual Manuel Rodríguez se autoproclama Director Supremo, apoyado por su regimiento «Húsares de la Muerte». Al volver O’Higgins, gravemente herido, lo destituye y le prohibe participar en futuras acciones militares.

La batalla decisiva.

Cerca de Santiago, en los llanos del río Maipo, cerca de Maipú y en Lo Espejo ocurre la batalla decisiva. El 5 de abril de 1818 el General San Martín aguarda un ataque. Pero ordena al mediodía atacar primero, sorprendiendo a las fuerzas de Osorio. Un ataque empleando la artillería  y los seis mil hombres disponibles. Osorio consideró que no había manera de vencer y se retira. Pero uno de sus oficiales, José Ordónez, continuó la batalla. Tras varias horas de combate, y unos 1000 chilenos y 2000 españoles muertos, se rindieron. O’Higgins llegó a la batalla acompañado por centenares de hombres, muy mal armados, que estaban dispuestos a combatir. Al ver el éxito de San Martín, le dice «¡Gloria al salvador de Chile !», lo abraza y San Martín le responde «Chile nunca olvidará su sacrificio de presentarse al campo de batalla con su herida abierta». Con la batalla de Maipú se considera a Chile definitivamente independizado de España.