Jorge Alessandri Rodríguez

En 1958 es elegido presidente de Chile el independiente Jorge Alessandri Rodríguez. Durante su período de seis años intenta modernizar la administración del Estado.

En 1958 el ingeniero civil Jorge Alessandri Rodríguez es elegido Presidente de Chile. Su carácter es muy diferente al de su padre, Arturo Alessandri Palma, que también fue gobernante. El ingeniero Alessandri es más bien callado, de gustos muy sencillos y en su gran empresa, la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, es apodado «el paleta», es decir el generoso. No está inscrito en ningún partido político, es técnicamente un independiente, pero sus mayores simpatizantes están en la derecha política. Se ha mantenido soltero y vive en un departamento en el centro de Santiago. Desde allí caminará cada día al palacio de La Moneda, donde por seis años encabezará el poder ejecutivo.

La gerencia

La forma de gobernar pretende ser muy diferente a las anteriores. Su gabinete estará formado casi exclusivamente por ingenieros, que empleando su lenguaje técnico, intentará modernizar la administración del Estado, dejando de lado la «palabrería» que tanto caracteriza a los políticos tradicionales.

Los primeros desafíos de Alessandri Rodriguez

La inflación que estaba repuntando en esos tiempos. Se equilibraron los presupuestos y se estableció una economía de mercado que logró estabilizar en gran parte los precios de los artículos de primera necesidad y de la mayoría de los productos nacionales: la inflación bajó del 33% en 1959, al 5,4 en 1960 y al 9,7 en 1961. a ello hay que sumar la colaboración que prestó el sector privado, al absorber durante los dos últimos años señalados el mayor costo originado por los reajustes de sueldos y salarios.

Desgraciadamente, aún dentro del propio gobierno y en particular en elementos radicales, surgían enconadas críticas contra la política económica de Alessandri. Este hubo de cambiar de rumbo, volviendo el país a los altos niveles de costo de la vida, a las huelgas y a los reajustes de remuneraciones.

A pesar de todo, la popularidad del mandatario se mantuvo incólume y aun aumentó al final de su gobierno en las diversas clases sociales que reconocían su austeridad, su capacidad, su obra de bien social y progreso material y sus desvelos y sufrimientos por el bienestar colectivo.

Alessandri trató, sin lograrlo, de reformar los sistemas de previsión social, pero los intereses creados se las arreglaron para que nada se hiciese en ese sentido, no obstante el completo informe que sobre la materia elaboró Jorge Prat por encargo del presidente.

Se logró, sin embargo, dictar la ley de revalorización de pensiones en beneficio de los jubilados que por no gozar de jubilaciones millonarias y reajustables se hallaban en verdadera situación de miseria por causa del constante deterioro del poder adquisitivo del amoneda. Además, mediante decretos-leyes, se transfirieron las propiedades de arriendo de las cajas de previsión a los imponentes, evitando así las pérdidas que aquéllas sufrían por baja rentabilidad y por deterioro de los edificios.

En el tema educación se hizo un plan de desarrollo no solo en la construcción de nuevas escuelas, en total unas mil, si no que se complementó con una alimentación adecuada para los niños, llegándose a entregar almuerzo al 35% de los escolares.

Relaciones exteriores

Alessandri en 1959 hizo un llamado a los países latinoamericanos a limitar el gasto en compras de armas, que en muchos casos era material de segunda clase vendido por las potencias mundiales. Pero, las relaciones exteriores tuvieron, como siempre, problemas con los países vecinos. Argentina reclamaba como suya la zona de alto Palena y Bolivia quería las aguas del río Lauca. El conflicto con Argentina fue resuelto en 1966 por un fallo arbitral de la reina Isabel de Inglaterra, la cual dividió el territorio para ambos países. Respecto del conflicto con Bolivia no hubo una solución concreta. El país vecino rompió relaciones con Chile, pero se mantuvo el uso de las aguas del río Lauca. El presidente Alessandri dándose cuenta de lo complejo de la situación con los países vecinos, decidió darles a las fuerzas armadas un financiamiento  permanente, en base a las utilidades de las ventas del cobre.

De la cautela al desastre

El ambiente era de cautela. Se sabía que en gran medida la bonanza financiera era consecuencia de los créditos y que tarde o temprano había que pagarlos. El país se encontraba tranquilo, incluso la próxima realización del Mundial de Fútbol en Chile, daba una cuota extra de alegría. Sin embargo, el 22 de mayo de 1960 se produce el gran terremoto y tsunami de Valdivia (que había sido precedido por otro terremoto en Concepción el día anterior).  La destrucción fue tal, que el programa económico de Alessandri tuvo que ser modificado drásticamente, lo que significa que en los siguientes años su modelo se ajustará más a la subsidariedad, y a los deseos de Estados Unidos, única posibilidad de créditos necesarios para la reconstrucción.

La Reforma Agraria

Durante el gobierno de Alessandri se dictó la primera ley de reforma agraria, que tuvo las finalidades de dar acceso a la propiedad de la tierra a quienes la trabajan, elevar la condición del campesinado, obligar a los propietarios a trabajar debidamente sus fundos y aumentar la producción agropecuaria (1962). Dada la composición política del Frente Democrático, aquélla fue una reforma conservadora, que respetó demasiado el derecho de propiedad de los terratenientes y sólo logró crear un escaso número e nuevos propietarios. La oposición marxista la calificó de «reforma de macetero» y pronto los acontecimientos se encargarían de superarla.

La aplicación de la reforma se confió a la Corporación de la reforma agraria (CORA), que vino a reemplazar a la inoperante Caja de colonización.