La guerra del salitre

En 1865 y 1866 Chile y Perú se enfrentaron una vez más a España, país que deseaba recuperar su imperio perdido en las guerras de independencia, medio siglo antes.

La «Guerra contra España» es conocida con ese nombre en Perú y Chile. Otros nombres son «Guerra Hispano-Sudamericana» y, como se le dice en España, «Guerra del Pacífico».

Causas de la guerra.

Las causas de la guerra deben diferenciarse entre los hechos concretos que la iniciaron y el contexto en que se produce. El imperio español estaba gobernado por la reina Isabel II, quien había recibido al país en muy malas condiciones. España tenía el peor nivel educacional europeo y sus fuerzas armadas estaban muy debilitadas. Su emprendimiento como reina la llevó a conquistar nuevas tierras y así tener más recursos. Conquistó los dominios españoles en África y creó la Escuadra Blindada de Vapores. Su siguiente objetivo fue recuperar algunas riquezas puntuales que había en su antiguo imperio.

Respecto de los hechos concretos, ocurrió en Perú el Incidente de Talambo. El 4 de agosto de 1863 el hacendado peruano Manuel Salcedo tuvo un enfrentamiento con empleados de origen español, en el cual muere al menos un hispano. Al momento de ocurrir una flota hispana se encuentra en la región,  según se justifica por los españoles «con fines científicos». La expedición española estaba comandada por el general Luis Hernández de Pinzón, estaba compuesta por cuatro naves: «Resolución», «Triunfo», «Vencedora» y «Covadonga». Con la excusa del Incidente de Talambo los españoles ocuparon las Islas Chincha el 14 de abril de 1864. Las Chincha eran tres pequeñas islas con depósitos de guano, un muy valioso fertilizante.

La ocupación de las islas indicó a Chile que se estaba cometiendo un acto de colonialismo, por lo tanto prohibió la venta de carbón a las naves españolas. El 27 de enero de 1865 el gobierno peruano y el español acuerdan un pago de 33 millones de Perú a España y que ésta devolviera las islas Chincha. El acuerdo fue considerado en Perú una traición del gobierno, provocando la caída de éste. Por otra parte, España sabiéndose superior en fuerzas decide ordenarle a Chile la rendición de honores en sus puertos. El gobierno chileno del Presidente Pérez respondió con una declaración de guerra el 24 de septiembre de 1865.

Los combates.

La «Escuadra» chilena estaba compuesta por dos barcos: «Esmeralda» y «Maipo». Bajo las órdenes de Juan Williams Rebolledo se movilizaron hacia el norte, donde se reunirían con los peruanos a la espera de la llegada de dos blindados comprados por Peru: «Huáscar» e «Independencia». Sin embargo, no hubo acuerdo con el comandante peruano Lizardo Montero, regresando los chilenos hacia el sur.  Williams envió al «Maipo» a Chiloé y con la «Esmeralda» se propusó apoderarse de barcos españoles.

El 26 de noviembre de 1865, frente a Papudo, cerca de Valparaíso, la «Esmeralda» se acercó a la «Covadonga» usando una bandera inglesa. Ante la sorpresa de los españoles Williams ordenó izar la bandera chilena e iniciar el combate. Con gran éxito logró capturarla, sin darle tiempo los españoles para hundirla intencionalmente.

El 5 de diciembre de 1865 Chile y Perú firman un acuerdo de mutua defensa, al cual pronto se suman Ecuador y Bolivia. Los peruanos suman sus naves a las chilenas, y con esta flota, sin esperar la llegada de dos blindados comprados por Perú, se continuó a la ofensiva contra las naves españolas. Se reunió la flota chileno-peruana en Abtao, isla de Chiloé; lugar en el cual se cometieron varios errores que llevaron a daños en las naves aliadas. Los españoles atacaron, pero no pudieron vencer, devolviéndose hacia Valparaíso. En ese puerto esperan que Chile acepte el ultimátum español, que exigía entre otras cosas la devolución de la «Covadonga». Al no aceptar Chile bombardearon el puerto de Valparaíso el 31 de marzo de 1865.  Los daños en los edificios e instalaciones del puerto fueron muy altos, pero la población civil alcanzó a arrancar hacia los cerros.

A pesar del aparente triunfo la flota española no tenía donde abastecerse, pues no tenían la capacidad para capturar un puerto donde cargar carbón, comida y agua. Como último intento atacaron en Callao en Perú, el 2 de mayo de 1866. No se puede hablar de una derrota en cuanto a hundimientos de barcos, pero sí en el hecho que España no pudo someter al puerto, debiendo retirarse a través del Oceáno Pacífico rumbo a su país.

Consecuencias

En España la reina Isabel II siguió gobernando sin dificultades. En Chile y Perú se dieron cuenta de lo valioso de los territorios del desierto costero, con sus depósitos de guano. Finalmente, llegaron los blindados peruanos «Huáscar» e «Independencia», pero se usarían en otra guerra en 1879, contra Chile, en combate contra la «Esmeralda» y la «Covadonga».