Mitos y Leyendas de Antofagasta

Conoce algunos mitos y leyendas de la ciudad de Antofagasta, capital de la provincia del mismo nombre en el norte de Chile

Antecedentes de Antofagasta

La principal ciudad y puerto del norte de Chile es Antofagasta, capital de la provincia del mismo nombre y su condición próspera se debe a su condición de ser puerto de salida de la producción minera de la zona septentrional chilena, la zona del desierto.

Antofagasta tiene un gran desarrollo urbano pese a la aridez reinante. Esta zona tiene relativamente escasa población, pero es la que produce la mayor parte de los artículos de exportación del país, especialmente cobre, salitre, nitrato, bórax, yodo, hierro.

El lugar más misterioso por la población de esta región es el desierto, es por esto que se crean una serie de leyendas y mitos relacionados con este lugar. A continuación presento muchos de estos mitos y leyendas, los que tienen como característica general la desaparición de personas, llegando incluso a la muerte…

La Lola

En La provincia de Antofagasta, en la época de los descubrimientos, fue muy conocida una mujer de rara belleza llamada «LOLA». Para él que no la conocía, su fama misteriosa y baga, era como una mujer de embrujo.
Su padre, llamado Pedro, vivía para cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados. Este era conocido por el apodo de «VAGABUNDO», por sus búsquedas de minas en una época, y después por sus viajes por la costa en un barquichuelo de su propiedad.
La hija, vigilada de cerca y de lejos por su padre sembraba entre los hombres ilusiones y desengaños; y entre las mujeres envidias y rencores. Hasta que un día un joven es su preferido, pero él veía en ella la figura querida de una ausente. Inesperadamente, llegó la mujer que ocupaba su corazón, y al verse ella desplazada, despechaba, pronto se transformó en la más terrible celosa.
Vivía odiando a la rival, que era una hermosa rubia. Observaba día y noche a feliz pareja y se consumía de celos y pasión.
Una noche, descalzada y silenciosa, llegó a la pieza donde dormía tranquilamente que la hacia sufrir y hundió profundamente en su corazón un puñal, y corrió hacia los cerros dando gritos.
Al día siguiente, conocido ya el crimen, el padre salió en busca de la hija y el sol, la sed y el silbido del viento terminaron con él.
Desde entonces la Lola y su espíritu vengativo recorren los cerros de Antofagasta.

El pueblo de las cabezas

En san Pedro de Atacama acampó don Diego de Almagro 18 días en 1536; en 1540, don Francisco de Aguirre aguardo aquí la llegada de don Pedro de Valdivia y, para evitar contratiempos, emprendió la tarea de un degollamiento de indios notables de un pukará, fortaleza atacameña vecina.
Cuando don Pedro de Valdivia llegó, su lugarteniente le mostró 25 cabezas que pertenecían a cabecillas rebeldes del pueblo vecino. En recuerdo de este degüello, los atacameños hablaron mucho tiempo del pueblo de las cabezas, según parece, no fue otro que el pukará de quitor.

El diablo en la laguna ojo de mar

En la laguna denominada ojo de mar, en Chiu-Chiu, sopla un fuerte viento que empuja hacia ella. Este viento es el diablo que desea llevarse con él a los curiosos, y el que logra caer en sus brazos no vuelve jamás porque lo arroja al fondo de este ojo que no tiene fin.

Los Hermanos José y Manuel

En el Toconao, a las orillas del tranque, se armaron en pelea dos hermanos, José y Manuel Chocorba, todo esto se originó por una mercadería que debían vender en el pueblo de Socaire.
José empujó a Manuel al Tanque y este, desesperado, le hacía señas que lo sacara. José, arrepentido y desesperado, trató y pereció también.
Desde ese día para san José y san Manuel se ven brazos que hacen señas en la noche; la arena se pone mas resbalosa que de costumbre y a la vez corre mucho viento.

El huerto invisible

Un arriero que llegó a un pueblo de montañas que no conocía, tomó fruta de un huerto y, al llegar a Toconao, convido de esas dulces uvas a unos amigos. Estos quisieron conocer el huerto que las daba. Guiados por el arriero llegaron al sitio indicado, pero solo encontraron tierra del desierto, piedras y ruinas de un caserío que debió pertenecer a una civilización perdida en el tiempo.

Las tres ciudades sagradas

En Toconao, dicen que hubo 3 ciudades cuando los abuelos eran más fuertes: Una era toconao, que en la lengua cunza significaba rincón perdido; la otra está en el cerro quimal, la tercera se «escondió» hacia la maseta de la cordillera.
Como la tercera se «escondió», solo quedaron dos. Pero de ambas solo sobre existe Tocanoa. La ciudad del Quimal se oculto sin perderse, porque en ciertos días del año aparece y se ve claramente situada en la cumbre del cerro. Entonces es posible observarla desde distintos lugares. Y ahí se ven de nuevo sus grandes construcciones pétreas envueltas en una luz de fuego.
Así queda visible para todos por mucho tiempo sin que sus formas pierdan la realidad. Hasta que alguien, atraído por su fantasía, quiere subir a tocarla. Y sólo entonces torna a desaparecer, hasta que las condiciones de tranquilidad vuelven a ser favorables.
Aparece y desaparece, como la ambición humana.

El paso del diablo

Aorillas del río Loa en Chiu-Chiu, existe el llamado paso del diablo, por donde nadie transita después de las doce de las noche, porque del río sale el diablo con un cuchillo en la boca bailando y convidando a irse con él a todos los que encuentra a su paso.

Alicanto

Es un pájaro que se alimenta de oro y de plata y que fosforece durante la noche. Los mineros que lo persiguen en busca de la fortuna no deben ser descubiertos por el pájaro, que inmediatamente pliega sus alas y se confunde con las sombras, desorientando al buscador ambicioso.

Carbunco

También conocido como Carbunco y Clarunco, es un pequeño animal que asegura la eterna fortuna a quien lo capture. Unos dicen que tiene el tamaño de un choclo y más de cuatro patas y que está relleno de oro y riquezas. Otros aseguran que es similar a un gato y que su barba luminosa es lo que garantiza la riqueza.