Terremoto de Valdivia 1960

El más fuerte sismo registrado en la historia ocurrió en 1960. Las consecuencias no solo son la destrucción de gran parte del sur de Chile, si no que también remecen la política económica del gobierno de Jorge Alessandri.

Una seguidilla de sismos se ocurrieron en el sur de Chile. Se inicia en Concepción, el 21 de mayo de 1960, a las seis de la mañana, con una intensidad 7,5 en Richter. Los daños fueron muy cuantiosos, sobre todo en Concepción en que dañó gravemente las  construcciones de adobe y, una fuerte réplica 24 horas después las derrivó definitivamente. Este doble terremoto dejó unos 125 muertos y un tercio de las construcciones en el suelo. En Santiago, día feriado, el Presidente Alessandri ordenó suspender las celebraciones por el Día de las Glorias Navales, tomando a su vez las primeras medidas para ir en ayuda de los damnificados por el terremoto. En la tarde llegaron nuevas noticias: un tercer terremoto se había producido un poco más al sur en Valdivia.

Doble sismo en Valdivia

Pasadas las tres de la tarde la gente de Valdivia comenzó a sentir un fuerte sismo, que se prolongó por unos quince minutos. En realidad son dos terremotos seguidos, que la gente percibe como uno solo. La intensidad fue de 9,5 en Richter, mientras que el nivel de daños se puede considerar como el máximo de la escala de Mercalli, es decir XII, pues hubo incluso caída de construcciones hechas para resistir fuertes sismos, hundimientos de  terrenos, y en general una destrucción cataclísmica.  Afortunadamente por la hora del sismo los fallecidos fueron una cifra menor a la imaginable por los daños causados, que en todo caso llegó a unas 2 mil personas muertas. En el puerto de Corral, cerca de Valdivia, el mar se elevó 4 metros, para luego retirarse bruscamente arrastrando barcos por varios kilómetros. Siendo ya las cuatro y media de la tarde, gigantescas olas de al menos 8 metros de altura golpearon las costas entre Concepción y Chiloé, una amplitud de 500 kilómetros, provocando un tren de olas, que en su época fue llamado maremoto y que actualmente se le conoce como el Tsunami de Valdivia. Los efectos del mar descontrolado se esparcieron por todo el océano Pacífico, incluso al otro lado del mundo en Japón. La ciudad de Valdivia fue destruida en un 40% y la de Puerto Montt en un 80%. Los problemas causados por la naturaleza no habían terminado. El 23 de mayo de 1960 entró en erupción el volcán Puyehue, el cual con sus cenizas causó problemas en la precordillera. Pero más grave aún fue el taco en el río Riñihue, que dejó sin desagüe al lago del mismo nombre. Las intensas lluvias de la región dejaban a la puerta un violento desborde del lago Riñihue, que inundaría a todas las ciudades río abajo, incluyendo a Valdivia. El taco fue sacado gracias al esfuerzo humano, evitándose la tragedia. En resumen, destrucción de viviendas, de caminos, de vías férreas, puentes, industrias; todo por un total estimado de 550 millones de dólares de la época (que equivalen a 60 veces más actualmente).

Cambios en la política de gobierno

El presidente Jorge Alessandri debió enfrentar entonces el terremoto político. No era posible dada la situación económica del país pensar en cambios estructurales, tales como una apertura comercial, o la liberalización de la iniciativa empresarial. Se hacía necesario reformular el programa de gobierno, orientándolo hacia la reconstrucción. La balanza comercial tuvo signo negativo, a causa de la necesidad de importar productos para la reconstrucción. La salida de dólares provocó una presión inflacionista que obligó a devaluar el Escudo (la moneda usada en Chile en esa época). Las inversiones hechas a través de créditos en dólares se abultaron hasta provocar el cierre de muchas empresas. La cesantía comenzó a rondar, y las protestas en contra del gobierno comenzaron. Es ese el momento en que Alessandri pacta con Estados Unidos la Alianza para el Progreso, que consiste en ayuda económica, con créditos blandos, pero a cambio de mantenerse alineado con ellos en la Guerra Fría. Por cierto Alessandri pasa de la postura de la abstención en las condenas al régimen socialista de Fidel Castro en Cuba, al rompimiento de relaciones. Y debió aceptar medidas extrañas para un liberal, como fue el iniciar la reforma agraria.