Sociedad colonial colombiana

Te invitamos a pasear un día por la ciudad colonial colombiana para identificar los tipos de vivienda, vestimentas, oficios coloniales, entre otras cosas.

Las viviendas coloniales

La viviendas coloniales seguían los mismos principios de la Metropoli española, adaptándose a las condiciones del lugar. Las casas neogranadinas eran construidas como estancias alrededor de uno o varios patios, cuestión que a su vez refleja la herencia árabe, romana y griega de la que era portadora España
Las viviendas de la clase alta eran muy particulares, entre ellas existía una especie de competencia entre las familias pues cada una de ellas quería demostrar ostentosamente su patrimonio. Esto se hacía a través de la instalación de los escudos en los portones de las casas el que demostraba la alcurnia de la familia. Las casas neogranadinas solían ser construidas de un piso. Quienes construían estas casas eran los albañiles y maestros de obra, en su mayoría andaluces, por lo que fue este el estilo arquitectónico que primó en Colombia durante los tres primeros siglos. El material del cual eran construidas las casas era el adobe, y en menor número el ladrillo. Las cubiertas eran de teja de arcilla blanqueada con cal. Su color era albirrojizo color que aún mantienen algunas edificaciones que subsisten hasta el día de hoy. Existen diferencias entre las casas del altiplano y las de zonas cálidas. Las primeras son de una o dos pisos, mientras que las segundas principalmente de uno. Por su parte los sectores populares construían sus propias viviendas , estos, los ciudadanos comunes y corrientes , trabajadores urbanos o rurales durante la colonia española se encargaban de construir sus propios hogares, estas se construían ajustándose a las condiciones económicas y a las habilidades locales de los albañiles.

Urbanización colonial

Las ciudades eran un espacio de dominio y legitimaba ante la corona la conquista española. En el caso de Santa fé por ejemplo, el centro y eje de la organización espacial era la plaza Mayor de la ciudad, ésta estaba en torno a la formación de sus tres primeros barrios: el de La Catedral, que la circundaba y donde vivía la élite blanca; los de Las Nieves y Santa Bárbara, en los cuales habitaban los indios y los mestizos pobres.
“La vida de estos barrios giraba en torno a sus respectivas iglesias, las cuales no sólo les dieron su nombre, sino también buena parte de su identidad. El barrio colonial se identifica con la parroquia, la cual poseía funciones religiosas pero también civiles y políticas: los bautizos, las bodas, y las defunciones eran inscritos en los libros parroquiales; además la iglesia regía algunas asociaciones civiles (cofradías, gremios) y el tiempo de sus moradores (misas, celebraciones religiosas, año litúrgico).” (cita: de Alfonso Torres Carrillo)

Las vestimentas coloniales

Los blancos siguieron las modas españolas y más tarde las modas francesas. Mientras que los mestizos y las clases bajas se vestían con “lo puesto” es decir con lo que tenían. Las mujeres de la aristocracia utilizaban largos vestidos en forma de copa, la imponente crinolina era la moda. Bajo este se usaba un armazón hecho de tela y varillas mientras que indígenas y esclavos usaban unas túnicas cuyo único fin era ocultar su desnudez, camisas blancas para ellas con o sin mangas y para ellos con mangas. Simbólicamente la vestimenta es expresión de la conquista y del sometimiento hacia los indígenas y los esclavos, pues se pasa de vestir cuerpos prácticamente desnudos y decorados a ocultarlos tras los ropajes españoles y europeos. El vestuario era signo de diferenciación social, pues era de tan alto valor que solo las clases altas podían acceder a las modas europeas. Esto tanto para hombres como para mujeres y niños. Sin embargo, la vestimenta fue por durante los primeros años un bien escaso.

Los oficios coloniales

La fundación de ciudades y su posterior crecimiento hicieron necesario para poder sostenerlas y para su propio progreso, la aparición y perfeccionamiento de diversos oficios. Estas actividades se volvieron imprescindibles para el desarrollo de la vida colonial . Entre los oficios más imprescindibles al interior de una ciudad se encontraban trabajos como el de los Albañiles, carpinteros, herreros, canteros y sastres. Otros oficios importantes tenían que ver directamente con la actividad comercial misma y se podían encontrar directamente en las calles de las ciudades desarrollándose el comercio ambulante ofreciendo una gran cantidad de productos como el agua, hielo, velas, pan , leche, etc.