Fenicios

Los fenicios crearon un imperio basado en el dominio del mar. Su comercio se extendió por todo el Mar Mediterráneo. La necesidad de transporte los convirtió en grandes navegantes.

Los fenicios existieron  durante 3600 años, desde que eran contemporáneos a los imperios egipcios, hasta la decadencia de Roma. Es decir, entre el 3200 a.C. hasta el 400 d.C. Ellos se autonombraban los cananeos, el mismo pueblo mencionado en la Biblia. Su huella no  solo se encuentra en sus tierras originales, el actual Líbano, si no que se esparcen por todo el mediterráneo, en forma de letras de su alfabeto, en el uso de tintes para la ropa, y en la idea de hacer un imperio basado en el dominio de unos pocos enclaves, pero muy útiles para controlar las rutas de navegación. Su riqueza queda reflejada en que no era el rey quien mandaba. El monarca estaba sometido a un Consejo integrado por los ricos de la ciudad.

Una nación dispersa

Los fenicios eran una serie de ciudades independientes entre sí, pero que compartían una cultura parecida. Muchas veces se enfrentaron entre ellas, y muchas veces se unieron para derrotar a un enemigo en común. A pesar de ser dominados en diferentes épocas por Persas y Romanos, nunca dejaron de ser fenicios.

Expansión Fenicia hacia el Atlántico

Hace tres mil años los fenicios rara vez navegaban más allá de lo que la luz solar les permitiera. Pero una vez alcanzada la navegación nocturna, con el aprendizaje de la posición de las estrellas, los límites se establecían en términos del tamaño de la embarcación, hecha de madera, movida con remos. Si podían llevar suficiente agua estarían varios días en el mar. Tenían dos modelos principales de armado de barcos: los redondos, muy estables y lentos, con pocos remeros, y gran capacidad de carga; y los largos, con un espolón en la proa, con tres filas de remeros, eran usados para las guerras.

Los fenicios fueron creando pequeñas colonias, conocidas como «factorías» en las cuales se reabastecían para seguir pronto navegando. De este modo lograban llegar hasta una de sus más antiguas colonias:  Gadir, actual Cádiz, ya en el océano Atlántico. La gran cultura de Tartessos  estaba en la ruta del viaje. En el lado sur del Mar Mediterráneo se fundaron lugares tales como Tangis en el actual Marruecos. Lugares como Trípoli, Ibiza, Málaga y Lisboa también son de origen fenicio. Sus rutas llegaron hasta las islas británicas. En el siglo III, ya en una alianza con Cartago, fundaron Cartagena, lugar cuyo nombre es replicado en varios puntos de América Latina.

Escritura Fenicia

Para muchos historiadores la cultura occidental comienza con los fenicios, pues ellos crearon la base del actual alfabeto usado en Europa y América. A diferencia  de otros sistemas de escritura existentes desde mucho antes, los fenicios usaban signos para representar con cada uno de ellos un único sonido. Eran 22 grafemas para representar las consonantes, pero no tenía vocales. Aun así la facilidad de su aprendizaje comenzó a universalizar la escritura. Los griegos tomaron estas letras, le asignaron sonidos vocales. Después, con grandes variaciones de estilo, fueron adoptados por los latinos, y se convirtió en la base del idioma hablado en Roma.

Arte y Literatura Fenicia

Su creatividad no está claramente documentada. Si podemos afirmar que hacia el siglo X a.C. desarrollaron un arte en la joyería, con una clara influencia egipcia. Respecto de su escritura solo se sabe que en el siglo III a.C. tenían grandes bibliotecas, pero no tenemos si no que fragmentos que han llegado gracias a que fueron citados por historiadores clásicos.

Un buen vino

Se atribuye a los fenicios el haber difundido el consumo del vino. Producían varios tipos, e introdujeron el cultivo de vides en lugares tales como las actuales España, Portugal, Italia y Grecia, todos ellos hasta el día de hoy grandes productores y consumidores de vinos.

El vino comercializado no era barato, ni tampoco los otros grandes productos hechos por ellos, por ejemplo, el vidrio coloreado, los tejidos de color púrpura. Cosméticos y joyas completaban el intercambio dirigido hacia las clases dirigentes de cada ciudad en el Mediterráneo.

Dioses Fenicios

Una infinidad de dioses acompañaban la vida de los fenicios. El principal fue Melkart. En un inicio estaba relacionado con la fecundidad de las plantas, pero en forma paralela tenía relación con el mar. Su popularidad por ser el proveedor de los alimentos, lo convirtió en el protector de la ciudad de Tiro, la principal de los fenicios. Cuando comenzaron las colonizaciones fue llevado a bordo para que protegiera a los navegantes, y al llegar al destino normalmente se le construía un templo. Las llamadas Columnas de Hércules, en el estrecho de Gibraltar, fueron llamadas inicialmente columnas de Melkart.