Primera república española

Por solo diez meses de 1873 funcionó la llamada Primera República. La novedad se convirtió en una serie de revueltas y enfrentamientos.

Entre los años 1863 y 1873 ocurre el «Sexenio Revolucionario» al final del cual, el 11 de febrero de 1873 es proclamada la Primera República por el Congreso de los Diputados y el Senado. En la misma oportunidad se elige a Estanislao Figueras como Presidente del Gobierno. La idea revolucionaria de 1868 que había terminado con la reina Isabel II exiliada en París, ahora tomaba cuerpo en algo novedoso para los españoles: una república.

En un inicio el optimismo era muy grande, uno de los líderes republicanos, Emilio Castelar, dijo: » con Fernando VII se murió la monarquía tradicional, con la fuga de Isabel II la monarquía parlamentaria, con la renuncia de don Amadeo de Saboya la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la traen las circunstancias, la trae la conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia».

Gobierno de Figueras

Figueras hizo un gobierno con ministros republicanos y radicales. Sin embargo ambos grupos son rivales, pues los republicanos desean un estado federal, mientras que los radicales, que apoyaban a la monarquía, ahora estaban por un estado unitario. El verdadero apoyo a Figueras será de los intelectuales de la burguesía, un grupo minoritario. Los campesinos que al principio apoyaron la república estarán cada vez más cerca del incipiente movimiento anarquista. La Iglesia será completamente su opositora, dado el carácter laico del gobierno. La mayor parte de los grupos políticos está en contra de Figueras, incluso se manifiesta un fuerte monarquismo.

Pronto las revueltas debieron ser reprimidas por el gobierno, como la de los campesinos de Andalucía, y la de los federalistas. El partido radical intentó en dos oportunidades un golpe de Estado. Con el primero de ellos, encabezado por líder radical Cristino Martos, al fallar, salen del gobierno los ministros de esa línea; y en el segundo intento son descubiertos fracasando nuevamente.

Los federales

En el mes de mayo se realizan elecciones, con una escasa participación. Resulta ganador el partido republicano federal, con su líder Francisco Pi y Margall, el cual pronto sustituye en el gobierno a Figueras. Los federales tienen como forma de gobierno ideal aquella en que el federalismo se organiza desde la base, la cual va haciendo pactos con otras regiones. Se proyecta una nueva Constitución en la cual es país se divide en 17 estados. Cada estado se constituía según le pareciese a su gente, incluso dentro de cada estado existiría una fuerte autonomía municipal. El Presidente de la República sería el «relacionador» entre los estados.

Los problemas de los federalistas fueron muy difíciles de solucionar. Las rivalidades entre los carlistas y los isabelistas no terminaban. Un nieto de Carlo María Isidro inicia una revuelta en Navarra, proclamando al nieto como Carlos VII. La declaración de una huelga nacional fue duramente reprimida. En Cuba los comerciantes, un grupo muy poderoso de la burguesía isleña, se sublevó a las ideas federalistas, iniciándose una guerra que se prolongará por diez años. Y hubo grupos que querían apresurar el federalismo, como los cantonalistas, en que establecen sus zonas soberanas, rompiendo completamente con las Cortes y el gobierno nacional. Con la ayuda del ejército estos movimientos de obreros y artesanos serán reprimidos, pero a larga significarán el desprestigio de Francisco Pi y Margall, siendo destituido.

Vuelta al conservadurismo

El sucesor de Pi y Margall fue Nicolás Salmerón, el cual era un conservador. Reprimirá con más fuerza el movimiento cantonalista y a los carlistas. Las Cortes se opusieron a su actuar y lo destituyeron en septiembre de 1873.

Tras las caída de Salmerón asume Emilio Castelar, el cual frenó las libertades individuales convirtiéndose en un autoritario. El 3 enero de 1874 el general Manuel Pavía realiza en nombre del ejército un golpe de Estado. Su justificación fue el desórden general en que se encontraba España. Hubo un gobierno provisional durante 1874, que a fines de ese año reconocerá los derechos monárquicos de los Borbón. El 29 de diciembre de 1874 con otro golpe de Estado, el hijo de Isabel II de Borbón, con el nombre de Alfonso XII asume el trono español. La república dio paso a la restauración.