Expresiones artísticas novohispánicas

En el siglo XVII Nueva España experimenta un exuberante florecimiento cultural.

Las expresiones artísticas proliferaron en el siglo XVII en Nueva España destacando las obras arquitectónicas, las pinturas y el auge de la escritura. El estilo desarrollado en este territorio adquirió características particulares y únicas.

Contexto

Durante el siglo XVII, el Virreinato de Nueva España experimentó una bonanza económica que tuvo impacto directo en el desarrollo cultural que se experimentó en este periodo.

La particular realidad de Nueva España en donde convivían variados grupos sociales con profundas diferencias consolidó una identidad cultural que se hizo patente en el arte y cultura.

Religión y arte

Uno de los principales motores de la transculturización fue la religión católica. Los misioneros utilizaban comúnmente la historia de los santos o de sus congregaciones para evangelizar a los habitantes nativos de América.

Los jesuitas, miembros de la Compañía de Jesús arribaron a América en el siglo XVI, su legado cultural y artístico es vasto en Nueva España ya que contribuyeron a la realización de obras cartográficas y de historia natural, entre otras, así como proliferaron las obras que daban cuenta de la grandeza de los territorios novohispánicos.

En la misma línea, algunos frailes trataron de recuperar los antiguos códices prehispánicos mediante una exhaustiva labor de investigación. Esto se explica debido a que para los misioneros era fundamental conocer a cabalidad las antiguas creencias para así poder erradicar las costumbres y tradiciones indígenas.

Las pinturas novohispánicas fueron comúnmente reproducidos en edificaciones religiosas, cuya construcción estaba a cargo de frailes quienes dirigían la mano de obra indígena que ejecutaba la construcción. Las fachadas de los interiores fueron decoradas con esculturas, pinturas murales y relieves en piedra.

En este siglo no sólo las catedrales y edificaciones religiosas tuvieron gran exuberancia sino variados edificios. El Barroco español exportó los retablos con columnas estípites o salomónicas y en Nueva España se decoraron iglesias y fachadas con una mixtura de estípites, geométricas, y retablos que dieron origen al Barroco Novohispánico. Ejemplos de este estilo son la catedral de México, Oaxaca, Puebla, Pátzcuaro, Guadalajara y San Cristóbal de las Casas.

Desarrollo de las artes

Los artistas de Nueva España se vieron influenciado por el arte barroco y crearon un sinfín de obras que dan cuenta de esta influencia. Su bagaje artístico tuvo gran aceptación en la sociedad de la época, y hubo representantes de diversas áreas artísticas.

Pintura

En la pintura surgieron varios reconocidos exponentes como Miguel Cabrera, Juan Correa, Cristóbal de Villalpando o Simón Pereyns. Cada cual desarrollo un estilo particular, por ejemplo, Miguel de Cabrera fue reconocido por ser un prolífico retratista, solicitado por nobles y miembros de las iglesia católica. Cabrera, además, fue encomendado de realizar Pinturas de Castas, mediante las cuales retrató las diferentes variaciones resultantes del mestizaje.

En el caso de Villalpando, destaca como uno de los mayores exponentes del arte novohispánico siendo autor de varios lienzos que decoran la Catedral de México, realizando similar tarea en la Catedral de Puebla. Su estilo influenció a generaciones posteriores.

Literatura y Filosofía

La mayor parte de los exponentes novohispánicos de la literatura se enmarcan dentro del Siglo de Oro, que da cuenta del auge de la cultura española que se enmarcan entre los siglos XVI y SVII.

Una de las principales representantes fue Sor Juana Inés de la Cruz, prolífica escritora cuya obra trasciende hasta nuestros días. Siendo monja desarrolló diversas obras como poemas, sonetos conciertos, décimas, etc. Su controvertida obra estuvo a punto de llevarla a la Inquisición, quien no toleraba que una mujer filosofara.

Otro importante exponente fue Gutierre de Cetina que a pesar de haber nacido en España desarrolló parte de su obra en Nueva España. También está el caso Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, escritor que creó diversas obras teatrales que alcanzaron gran fama y reconocimiento en España.

En el área de la filosofía destaca Carlos de Sigüenza y Góngora quien desarrolló una vasta obra y que tras su muerte aportó con una valiosísima biblioteca que heredaron los jesuitas.