Estados Unidos antes de la independencia: políticas y conflictos

Las diferencias en la administración política entre los planteamientos de las colonias y la Corona, son el inicio de un conflicto que terminará en la lucha por la independencia de los Estados Unidos.

El desarrollo económico y cultural de las colonias significó un avance, también, en la conducción política, sostenido en los conceptos de libertad y democracia, entendida como la participación de todos quienes fueran considerados ciudadanos de la colonia.

Si bien, las colonias comparten estos valores existen diferencias en los modos de organizar políticamente cada una de ellas. Es posible identificar tres tipos de estructuras administrativas:

Tipos de administración de las colonias

Colonias “reales”

En este tipo de administración los gobernadores y los representantes en el Consejo eran elegidos directamente por la Corona británica, dejando la elección de la cámara baja en manos de cada uno de los habitantes habilitados de la colonia habilitado para votar, es decir, quienes poseían alguna propiedad en la colonia. Sin embargo, en la práctica el poder de la Corona era menor en comparación con la ejercida por los habitantes. Algunas colonias bajo este sistema fueron: Pennsylvania, Massachusetts, Delaware, entre otras.

Colonias administradas por corporaciones

La administración estaba a cargo de las compañías comerciales. Las colonias de este tipo son minoría, destacando el caso de Connecticut y Rhode Island. El modo de la conducción política está fuertemente marcado por una visión comercial, en donde cada uno de los ciudadanos era visto como un accionista, por tanto tenía derecho a la elección del representante para legislar, quienes además indirectamente eligen al Gobernador y a los funcionarios de la colonia.

Colonias de propietarios

Corresponde principalmente a las colonias del sur, en donde nominalmente las autoridades políticas eran nombradas por la Corona, sin embargo, en la práctica eran los grandes propietarios quienes ejercían el gobierno.

Conflictos Corona-Colonias Norteamericanas

En cualquiera de estos tres tipos de administración, el gobierno inglés no tenía influencia directa en lo que sucedía en las colonias, cada una de ellas tuvo libertad para desarrollarse tanto política como económicamente. Esto tiene una raíz en la forma de colonización utilizada por los inmigrantes en América del Norte, de hecho sólo en la fundación de Georgia existió participación directa del gobierno inglés. En el resto, la Corona cedió la soberanía inmediata o directa en los propietarios o en las sociedades comerciales, las limitantes y aseguración de la posesión de las colonias en manos inglesas estaba dado por el marco de acción constitucional incluido en el derecho inglés.

Esta libertad política en manos de los ciudadanos fue dada a partir de la voluntad de las sociedades comerciales de ceder a los colonos el derecho a representación en el gobierno. En el caso de la Compañía de Virginia, en 1619, es ampliada la participación autorizando la designación por voto popular de dos representantes por cada pueblo de la colonia. Estos representantes integrarían la Asamblea General o “House of Burguesses”, donde se desarrollaron los reglamentos que fueron implementados en la colonia. Siendo esta la primera ampliación de la participación en Norteamérica, lo que prontamente fue aceptado mediante decretos y concesiones por la Corona inglesa, construyendo el derecho de los habitantes libres a tener representación para legislar y en la administración política.

En el transcurso del siglo XVII, esta relativa “independencia” colonial generó oposición en los realistas. En el caso de Massachusetts, en 1684, por un reclamo de las autoridades inglesas frente a los tribunales, fue anulada la concesión del derecho a la participación de los ciudadanos, quedando la colonia bajo el control directo de la corona inglesa. La oposición de los colonos no se hizo esperar y luego de una serie de disputas se logró una mixtura entre ambas posturas, lo que no dejó contento a ninguno de los bandos en disputa.

Desde 1651 la corona comenzó a dictar leyes en favor de los ingleses en las colonias, encontrando oposición y omisión de las autoridades americanas, iniciando así un distanciamiento, ya no sólo físico, entre las colonias y la Corona inglesa.