Cultura Mochica: la cerámica

Conoce las características de la cerámica realizada por la cultura Mochica, sus temáticas, formas y utilización.

Una de las manifestaciones de mayor trascendencia en el arte durante el periodo intermedio temprano, fueron las cerámicas realizadas por los Mochicas, cultura que habitó el Perú entre el siglo I y VII d.c, quienes han sido catalogados como un pueblo con un notable desarrollo en este ámbito gracias al fino trabajo que realizaban .

Dentro  de sus principales características destacan la creación de figuras antropomorfas (hombres y mujeres), zoomorfas (animales) y fitomorfo (plantas). Sus colores fueron predominantemente el rojo sobre el crema y en menor medida el naranja y el negro, los cuales daban color a cerámicas con formas de tazas, ollas esféricas, vasijas cerradas con gollete cilíndrico, vasijas cerradas con pico, cuencos, escudillas, botellas con asa estribo, y, las más características: los cancheros (ollas cerradas con mango lateral cónico) y callahuas (botellas con asa estribo).

Temática de las cerámicas Mochicas

Los temas son escenas de la vida real como la cacería, pesca, recolección, y escenas de combate. Por otra parte, también hay escenas imaginativas, donde se puede encontrar figuras antropomorfas, seres demoníacos así como distintos aspectos de la vida secular, la vida sagrada y cotidiana al igual que las expresiones culturales dejadas por otras culturas como la Chavin, Paracas y Nazca entre otras.

Larcom Holey en 1948, distinguió cinco etapas, donde la manera cómo es tratado el gollete estribo es uno de los parámetros distintivos detallados a continuación:

Mochica I

La cerámica es pequeña y sólida, en algunos casos de forma lenticular de asas proporcionales, circulares con picos cortos y fuertes rebordes, con forma de vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, zoomorfos, fitomorfos y cántaros sencillos con asa de estribo. Hay una influencia de la decoración negativa. Los motivos más comunes son los puntos grandes, los círculos, rombos, cabezas de lagartijas estilizadas, triángulos con círculos concéntricos, signos escalonados, bandas cuyos temas pictóricos en colores están delineadas por incisiones.

Mochica II

Se  diferencia de la fase anterior por la disminución del grosor de las paredes, la cerámica  se alarga y se inicia con esto la esbeltez de los vasos. El asa y el pico crecen proporcionalmente, y mientras el asa no pierde la forma redondeada, el pico pierde el reborde pronunciado, quedando tan sólo un pequeño ribete. Predominan los colores crema y rojo, crema y ocre, rojo y crema plomizo, marrón y anaranjado, crema y ocre.

Mochica III

Se evidencia un alto nivel de perfección en los retratos antropomorfos y la escultura religiosa adquiere importancia, dando con esto claras muestras del comienzo del refinamiento de esta cultura en la cerámica y su tamaño es más grande que la fase II.

Mochica IV

Los motivos adquieren mayor complejidad. La temática de la cerámica no sólo se basa en la vida diaria, sino también en las actividades de las instituciones organizadas.

Los vasos se alargan y también proporcionalmente el asa. La mayoría de los picos son largos y rectos, aunque hay algunos más angostos en la punta con bordes levemente afilados.

Mochica V

El motivo escultórico pasa a segundo plano, desplazado por el arte pictórico y las técnicas de manufactura que mayormente conocieron fueron el moldeado y el estampado. En  general se reduce el tamaño de las cerámicas, pero el asa se alarga y su forma triangular se acentúa , siendo el pico más pequeño y de forma tronconica  con bordes afilados del interior hacia afuera. Las representaciones geométricas abundan. La cerámica de este período, por sus formas y decorado, constituye el «arte barroco» de la cultura mochica o también el periodo de los grandes artesanos.

Para Lumbreras con seguridad en Moche, más que en ningún otro lugar del Perú, la cerámica alcanzó su pleno desarrollo y sus máximas posibilidades de expresión de la realidad  las cuales van desde retratos de la vida cotidiana en escenas de caza, plantas y animales hasta retratos de escenas de carácter erótico usadas posiblemente como ofrendas para los dioses de la fertilidad. El realismo también se reflejo en la forma de representar a sus dioses  con caras poco tranquilizadoras, como el dios de la creación del cielo y la montaña. Sin duda si alguna cerámica sirve para narrar la vida de una cultura, ésta es la Moche.