Literatura peruana durante el siglo XIX.

Conoce las corrientes que dominaron la escena literaria del Perú independiente.

Antes de adentrarnos a descubrir las corrientes que dominaron la escena literaria del Perú independiente, es necesario establecer que gran parte de la literatura escrita durante los primeros años de vida independiente estaba íntimamente ligada al clasicismo europeo, heredado de la metrópoli española.

Durante el transcurso del siglo XIX, las corrientes literarias que mayor figuración alcanzaron fueron el costumbrismo, el romanticismo y el modernismo las cuales surgían en contraposición al movimiento que les antecedía.

El Costumbrismo Peruano

El costumbrismo, que dominó la escena durante la primera mitad del siglo XIX, giraba su temática en torno a retratar de manera cuidadosa a los sectores populares limeños, haciendo fuerte crítica social al modo de vida de las clases más acomodadas, crítica que emplearon a través de la sátira política. Los escritores más destacados del costumbrismo podemos indicar a Narciso Aréstegui y Atanasio Fuentes. Asímismo (dentro del costumbrismo) se investigó con detallada atención las tradiciones populares. Ricardo Palma fue su exponente más destacado  debido a que hizo recopilaciones de dichas manifestaciones tanto del imperio inca, la época colonial y la naciente república peruana.

El Romanticismo Peruano

A mediados del siglo XIX, y como influencia de escritores franceses, se impone el romanticismo, desplazando paulatinamente al costumbrismo. Este movimiento buscaba en sus relatos resaltar el sentimentalismo de sus creaciones. El establecimiento de dicha corriente literaria se vio favorecida por el incipiente desarrollo del periodismo de este periodo, que daban a conocer a los lectores las nuevas tendencias culturales existentes en Europa. Destacaron los escritores Benjamín Cisneros, Clemente Althaus y Acisclo Villarán, pero quien alcanzó mayor notoriedad fue  Pedro Paz Soldán y Unanue, más conocido por su seudónimo de Juan de Arona que escribió “Poeta Cruzado”.

El Modernismo Peruano

El rechazo al sentimentalismo y a lo complejo de la estructura del relato del romanticismo, se acentuó tras la derrota de Perú en la Guerra del Pacífico contra Chile. Es así cómo surge en nuestro país el “modernismo” cuyo principal exponente fue el nicaragüense Rubén Darío, corriente que busca poner de manifiesto la evidente desigualdad de las clases sociales populares, que era la mayoría de la población, en contraste con las riquezas y buen vivir de la oligarquía, clase social que tenía el poder político en los países latinoamericanos. En el Perú fue Manuel González Prada su mayor precursor y fue secundado por un grupo de esposas de combatientes muertos en la guerra contra Chile quienes decidieron relatar las precariedades vividas en las clases bajas tras el fin de este conflicto bélico que dejo al Perú sumido en la ruina y desesperanza. Importante para el desarrollo del modernismo  fueron las escritoras Juana Manuela Gorriti, Mercedes Cabello de Carbonera y Clorinda Matto de Turner.

Otras Áreas Literarias

Otra de las áreas beneficiadas con las ideas provenientes del extranjero fue el periodismo, la cual se vio favorecida por las ideas ilustradas asentadas durante el siglo XVIII. Fue así que durante el siglo siguiente se crearon diversos periódicos. Muchos de estos dejaron de imprimirse debido a la reconquista española al Perú, y tras la declaración de independencia de San Martín en 1821 se decretó la libertad de imprenta. Si bien esta situación provocó la publicación de diversos periódicos, afiches y revistas muchos de éstos terminaron de redactarse debido a que dichas publicaciones estaban al servicio de ciertos bandos políticos, los cuales desaparecían en el corto tiempo debido a la debilidad de ideas políticas de este siglo. Los periódicos que lograron sobrellevar esta inestabilidad fueron “El Peruano” (1825) que en 1907 se convierte en el diario oficial de la nación, donde se hacen oficiales las leyes y decretos que rigen al país, y “El Comercio” que surge en 1839 bajo la iniciativa de Manuel Amunátegui y Alejandro Villota. En 1875 el diario es comprado por la familia Miró Quesada, quienes hasta el día de hoy son sus propietarios.

La historiografía se vio influenciada por corrientes liberales, quienes pusieron su foco de investigación en el sujeto indígena y su rol tras la independencia. También desarrollaron diversas crónicas y estudios sobre las causas de la independencia peruana.