Los Incas: explicación histórica y leyendas de su origen.

Conoce las leyendas sobre el origen de los Incas, además de la explicación histórica sobre el surgimiento de esta civilización.

Explicación Histórica

La civilización Inca surge de la dominación a diversos pueblos del mundo andino que se establecieron durante siglos en la vertiente occidente de la Cordillera de los Andes. Estos generaron alianzas con otras naciones andinas, dando paso a uno de los imperios más importantes de América Latina, el cual se expandió desde el sur de Colombia, parte del Perú, la parte occidental de Bolivia, lo que se conoce hasta hoy como Cochabamba y La Paz, la actual provincia de Tucumán en Argentina, hasta el Río Maule en Chile.

Parte de la  magnanimidad alcanzada por los Incas, está sustentada por las leyendas que se han transmitido de generación en generación, sobre el origen del Tahuantinsuyo, siendo las más populares la de Manco Cápac y Mamá Ocllo y el mito de los cuatro hermanos Ayar, quienes fueron relatadas por el escritor Inca  Garcilaso de la Vega (1539-1616), el cual, por parte materna, era descendiente de la nobleza cuzqueña (era bisnieto de Tupác Yupanqui, soberano incaico), teniendo acceso privilegiado a las leyendas que dieron nacimiento a esta civilización.

Leyenda de Manco Cápac y Mamá Ocllo (También llamada Leyenda del lago Titicaca)

Esta leyenda, también conocida como la “Leyenda del lago Titicaca” relata la historia de Manco Cápac quien estaba casado con Mamá Ocllo (Uqllu), los cuales fueron enviados por el dios Inti a civilizar a los salvajes y bárbaros que habitaban las cercanías del lago, con el objetivo de fundar una ciudad, que fuera el centro y el origen de un gran imperio. Es así que Inti, proporcionó a Manco Cápac una vara de oro para que buscase junto a su esposa la tierra prometida. Les recomendó que caminaran hacia el norte y que hundieran dicha vara hasta encontrar un terreno donde ésta se hundiese con facilidad. Es ahí donde Manco Cápac debía fundar la ciudad que fuese la capital del imperio: Cusco

Tras encontrar dicho territorio, después de largos días, Manco Cápac y Mama Ocllo se vieron en la necesidad de desarrollar su tarea civilizadora; mientras él se dedicó a la labor de enseñar a los hombres las labores de agricultura, pesca, construcción de viviendas y los asuntos religiosos, ella educó a las mujeres en asuntos de confección y de vivienda. De esta forma fue como a la población se le otorgaron las herramientas necesarias que permitieron la expansión del Tahuantinsuyo.

Leyenda de los hermanos Ayar

Todo surge en la montaña de Tampu Tocco, al norte de lo que hoy conocemos como la ciudad de Cusco, donde el dios Wiracocha, hizo salir a los hermanos Ayar tras una gran tormenta.  Ayar Manco, Ayar Cachi, Ayar Uchu y Ayar Auca junto a sus esposas Mama Ocllo, Mama Cora, Mama Rahua y Mama Huaco emprendieron un viaje buscando tierra fértil, en compañía de diez ayllus (conjunto de diez familias). El primer problema al cual tuvo que enfrentarse esta expedición, fue cuando Ayar Cachi, tuvo una discusión con sus hermanos, quienes intentaron matarlo. Fue así, que éste ordenó a sus hermanos retornar a las cavernas de Pacarina a recolectar semillas y agua.  Ayar Cachi , al adentrarse en dichas cavernas fue encerrado por uno de sus acompañantes, no pudiendo salir nunca de ese lugar.

Los tres hermanos restantes, sus esposas y acompañantes prosiguieron travesía hasta el monte Huanacauri donde se encontraron con un ídolo de piedra, al cual éstos guardaron debido respeto, salvo Ayar Uchu quien atrevió saltar la espada de piedra de esta imagen, quedando petrificado tras dicha acción. Los hermanos restantes y la delegación que los acompañaba prosiguieron viaje en búsqueda de ese territorio ansiado, no sin antes prometer a Ayar Cachi celebrar la ceremonia de “iniciación de jóvenes” a su nombre.

Durante el transcurso del viaje a Ayar Auca le crecieron alas, volando hacia el valle y al asentarse sobre la roca de Acamama, corrió igual suerte que su hermano, convirtiéndose en piedra. Fue así como el último hermano, Ayar Manco, fue quien dio con la tierra prometida, hundiendo la vara con facilidad (tal como en la leyenda anterior). Los expedicionarios quedaron maravillados con dicho territorio, fundando en este lugar Cuzco, en honor a Inti, convirtiéndose esta ciudad en la capital del Tahuantinsuyo.