La Evolución del Teléfono

Excelente trabajo sobre los inicios del teléfono, sus características, hasta los modelos actuales. Tiene apoyo gráfico

Que difícil es imaginarnos hoy el mundo sin teléfonos. Para la mayoría de nosotros es algo tan natural como la luz eléctrica, o el automóvil. Pero no siempre existió el teléfono, en realidad la interesante historia de este aparato -qué cambio el modo de comunicarse de la gente- comenzó hace ya cerca de 120 anos.
Como la mayoría de los inventos, este también fue un proceso de desarrollo de pasos anteriores. Es decir: gracias a los descubrimientos e inventos en el campo de la física, la electricidad y el magnetismo fue posible el llegar a transmitir sonidos a distancias.

El Telégrafo, ancestro del teléfono

El telégrafo, que ya existía cuando se comenzó a investigar sobre el modo de transmitir sonidos, fue el precursor de las comunicaciones a distancias con ayuda de la electricidad. Antes de eso se ayudaban de heliografos (que eran un sistema telegráfico basado en espejos que reflejaban la luz solar), o por banderas que permitían a observadores el descifrar un alfabeto de signos especiales y convertirlo en palabras. El telégrafo eléctrico permitía también descifrar sonidos de una especie de sonador, estos sonidos transmitidos en código Morse permitían ser descifrados luego como letras que se convertían en palabras y frases, pero era lento… Era imposible enviar las múltiples inflexiones de la voz humana, que puede por el sonido mismo (y sin cambiar las palabras), cambiar el significado de toda una frase.

El problema principal residía en que no existían aun micrófonos y parlantes o auriculares, que permitiesen a cualquiera el armar fácilmente un teléfono. Fue necesario que Alexander Graham Bell, un especialista en foniatria -que impulsado por el deseo de investigar aparatos que pudiesen ayudar a los sordos, después de investigar y desarrollar varias patentes telegráficas-, se pusiese de lleno manos a la obra, y así después de varios años de intentos fallidos pudiese en 1876 patentar su sistema telefónico o como se lo llamo en aquellos anos: «telégrafo de sonidos», que permitía transmitir y recibir voz humana a distancia.

En realidad el primer aparato telefónico útil fue inventado y patentado por Alexander Graham Bell, en los Estados Unidos, el 7 de Marzo de 1876. Hubo varios científicos e inventores que -buscando la misma meta- inventaron aparatos parecidos, pero solo Bell logro patentarlo y convertirlo en algo útil y de uso diario.
Alexander Graham Bell nació el 3 e Marzo de 1847 en Edinburgh, Escocia. Tres días después de patentar su teléfono, probaba Bell el transmisor telefónico descripto en la patente junto a su talentoso colaborador Watson. Este ultimo se encontraba en otra habitación del edificio. Bell sin darse cuenta volcó parte del ácido (de una de las baterías que usaban) sobre sus ropas, en ese momento dijo: «Mr. Watson, come here. I want you» (Senor Watson venga aquí, le necesito)

Watson, en la otra habitación, escucho claramente en el receptor lo que le decía Bell y bajo corriendo las escaleras, entro en la habitación y le pregunto a Bell que necesitaba… Bell estaba tan emocionado por el éxito del experimento que olvido por completo el incidente con el ácido de las baterías.
Desde ese momento en adelante empezó el desarrollo comercial del invento. La primera compagina telefónica «Bell Telephone Company» fue fundada el 9 de Julio de 1877.

Este primer aparato fue el modelo comercial con el cual Bell salió al mercado. En Abril de 1877 se conectaron (en serie) dos o más de estos aparatos a una línea común, que estaba tendida entre el comercio de accesorios eléctricos de Charles Williams en la ciudad de Boston (EEUU) y el domicilio particular de este, que estaba a unos 5 kms del negocio.

La misma abertura en el frente del aparato servia también para hablar y también para escuchar, así como se acercase la boca o el oído a la abertura. Este aparato no poseía campanilla ni ninguna otra señal de llamada. Era necesario golpear el diafragma con un lápiz o gritar para que el otro interlocutor entendiese que alguien quería comunicarse con él. Rápidamente Watson (ayudante de Bell) agrego un pequeño dispositivo que golpeaba el diafragma a modo de aviso o llamador. Dos meses después se tendían las primeras líneas pagas, es decir: había comenzado el primer servicio telefónico del mundo.

En unos dos anos después del comienzo del teléfono, la compagina de accesorios eléctricos de Charles Williams produjo este modelo que tenia ya varias ventajas: Tenia un auricular para escuchar y un micrófono para hablar (permitia «Full Duplex») y tenia campanilla de llamada, activada por un generador a magneto acoplado a una manivela (en el frente del aparato), al girar la manivela en un extremo de la linea sonaba la campanilla del aparato que estaba en el otro extremo. Tenia también un soporte del auricular que servia como interruptor de la conexión. Corría el ano 1879…
Al aumentar la demanda de aparatos telefónicos, la compagina Bell dio 5 licencias a compaginas diferentes para que esta produjesen los aparatos. La supervisión de estas compaginas estaba a manos del talentoso Watson (ayudante de Bell y ahora supervisor de la producción de los aparatos por las compaginas licenciadas). «Start-up» de aquellos tiempos…

Los servicios telefónicos comenzaron a desarrollarse rápidamente, cientos de abonados se conectaban a la red y con ello empezaron también conflictos comerciales con el gigante de las comunicaciones telegráficas de aquella época, la Western Telegraph, que también desarrollo su propio aparato telefónico, estos demandaron a la Bell Telephone Co. por transgredir sus patentes. Después de llegar a un acuerdo en los tribunales la compañía Bell logro cierto dominio sobre el gigante de la telegrafía, a cambio de darles el control sobre la producción de aparatos y centrales telefónicas. Había nacido la Western Electric Co., que paso a ser con el tiempo la poseedora de las licencias de producción de Bell y una de las más grandes abastecedoras de equipo telefónico.

Con la incorporación vertiginosa de miles de abonados, fueron creciendo los sistemas hasta volverse enormes.
Véase esta vista de una central importante de Nueva York a principios de los 1900’s, hacia solo unos 15 anos que existía el teléfono, pero ya todos querían estar conectados…
(las conexiones entre abonados eran aun exclusivamente manuales, a través de las centrales)

Las líneas eran generalmente aéreas, sobre postes, al estilo del telégrafo. Véase la complejidad de las líneas en las cercanías de una central de mediana importancia. Esto provoco violentas protestas por los defensores del medio ambiente, imagínense centenas de miles de líneas de este tipo afeando el horizonte de cualquier ciudad.
Paulatinamente las líneas aéreas fueron substituidas por cables subterráneos, que si bien eran caros, permitían tender miles de líneas a los abonados sin afear el horizonte. hoy día existen coleccionista que exponen aisladores, de vidrio y cerámica, de aquellos anos… Increíble la cantidad y la diversidad de modelos que fueron creados entonces en los diferentes piases.

La compañía Bell seguía creciendo ahora con el apoyo de Western electric Co., pueden apreciarse aquí dos modelos de «teléfono de candelero», como se los llamo en castellano por su parecido con los candeleros de aquella época. Las operaciones se distribuyeron no solo en los diferentes estados de los EEUU, sino también en todo el globo, las grandes ciudades del mundo no querían estar a la zaga y las pequeñas tampoco!, Así se creo una atmósfera de febril actividad que ocupaba continentes enteros. No importaba cuan pequeño era el lugar, todos querían estar conectados al nuevo invento, todos querían beneficiarse de la facilidad de las comunicaciones. Incluso en el medio rural con las grandes distancias entre comunidad y comunidad, todos querían que los hilos telefónicos llegasen a sus casas. Ahora ya no hacían falta tener baterías en cada aparato (lo que aparejaba no pocas fallas y desperfectos), los modernos aparatos se servían de una batería central en la central telefónico local.
La compañía Bell tenia ya mas de 200.000 abonados en los EEUU.

El teléfono automático

Una de las grandes desventajas de los antiguos teléfonos era la dependencia del usuario con las operadoras en la centrales. En aquellos anos era imposible comunicarse directamente como lo hacemos ahora.
Ya hacia 1879 hubo intentos de desarrollar un sistema que permitiese al usuario, sin la intervención de operadoras, el comunicarse directamente con el usuario al otro lado de la línea. Pero todos los intentos no llevaron a éxitos prácticos.
En 1988 Almon B. Strowger patento un sistema de aparatos y centrales telefónicas automáticas, que no requerían la presencia de operadoras para efectuar la conexión entre 2 usuarios

El discado por botones

A pesar que ya Strowger había utilizado botones pulsadores para elegir el abonado con el cual querían comunicarse, la idea de utilizar botones para esa función cayo en el olvido y volvió solo allí por los fines de los anos ’50. Con el desarrollo de sistemas electrónicos digitales (hemos de recordar: los teléfonos antiguos eran exclusivamente analógicos) en las centrales telefonicas, volvieron a pensar en la posibilidad de discar con ayuda de un tablero de pulsadores. Así llegaron los expertos a la conclusión que es mejor discar utilizando un sistema de tonos de varias frecuencias, es decir cada pulsador emitirá un tono de frecuencia fija para ese pulsador y diferente de las frecuencias de los demás pulsadores. Entonces la central telefónica digital podrá reconocer esa frecuencia y «entender» que el usuario pulso ese botón determinado y no otro.

Con la inserción de centrales computarizadas y teléfonos de discado por tonos cambio el aspecto del servicio. Este se convirtió en algo dinámico, ágil y adaptado a las necesidades del nuevo mundo de actividades de fines del siglo XX. Los teléfonos se convirtieron en indispensables, ya nadie pensaba siquiera en estar lejos del teléfonos, todos querían estar al alcance de sus clientes, amigos y familiares. Los aparatos fueron cambiando de aspecto de acuerdo a la moda y al capricho del diseñador.

Los contestadores automáticos fueron popularizandose y ya a fines de los 80 existían en la mayor parte de las compañías telefónicas como servicio usual.

Y así fueron desarrollándose aparatos digitales, que funcionan dentro de compaginas comerciales. El fax (o telefax como se lo llamo al principio y que permite transferir documentos impresos) se basa también en líneas telefónicas para comunicar. Las líneas digitales ISDN y ADSL, que permiten pasar datos de computadoras, Internet, etc…
Todo basado en aquella infraestructura de cables de cobre, que fueron tendidos por los pioneros y mejorados ano a ano por incansables trabajadores, ingenieros y operarios que invirtieron su talento y esfuerzo para que hoy podamos gozar de un mundo interconectado, un mundo que se convirtió en una «Aldea Global»… ya nada es lejos, todo esta al alcance de nuestro teléfono, de nuestro fax, de nuestro email e Internet. Un largo camino desde el invento de Alexander Graham Bell.

Aparato de fax, cambio el mundo de la gestión comercial, industrial y financiera. Quien recuerda ya cuando esperábamos una semana para recibir un documento impreso, por correo, desde el extranjero.

Los aparatos telefónicos inalámbricos

Para la máxima comodidad del usuario fueron desarrollandose infinidad de versiones de aparatos telefónicos inalámbricos. Estos nos permiten la comunicación telefónica sin que el auricular este conectado por un cable a la línea. Todo se hace por ondas de radio. Al principio estos aparatos utilizaban ciertas bandas de frecuencias de radio que no permitían llegar a una buena calidad de voz recibida y emitida, pero con el tiempo fueron mejorándose estos sistemas y hoy nos permiten un cómodo uso sin movernos de nuestro sillón favorito, cuando suena el teléfono en medio de nuestro programa de TV preferido.

El teléfono móvil

Una de las limitaciones más sobresalientes de los teléfonos convencionales residía en el hecho de no podernos desconectar del cable que los une a la central telefónica. Es decir: si tenemos que movernos a otro lugar debemos despedirnos del teléfono. La vida moderna exigía movilidad y era imperioso el desarrollar una tecnología que permitiese obtener servicios telefónicos mobiles.

Ya a principios de los anos ’40 se habían hecho experimentos de crear una red de teléfonos interconectados entre sí por ondas de radio, pero al principio hubo muchos fracasos. Las razones: problemas de la tecnología de la radio en aquellos anos, la imposibilidad de miniaturizar los aparatos, la imposibilidad de crear una fuente de energía (batería) -lo suficientemente pequeña y a la vez lo suficientemente poderosa- para permitir la operación de un aparato de este tipo y finalmente el precio exorbitante. Todo esto redujo el uso de este tipo de aparatos a ciertos automóviles de dependencias oficiales.
Así siguió lentamente desarrollándose esta tecnología, siempre dependiendo de los inventos y descubrimientos en el campo de la electrónica y posteriormente la microelectrónica. Hubo que esperar hasta la popularización de los transistores y circuitos integrados para poder desarrollar un sistema que pudiese convertirse en telefonía verdaderamente móvil.

Así, con el desarrollo de las tecnologías afines a la electrónica y las telecomunicaciones, fue desarrollándose también el campo de la telefonía móvil.
Los sistemas de transmisión y recepción centrales fueron modificándose, los aparatos de los usuarios y las baterías fueron miniaturizándose. Ya no los pesadisimos aparatos «móviles» de principios de los ’80, sino verdaderos teléfonos portables que podíamos llevar en el bolsillo. La tecnología celular iba expandiéndose y popularizándose. Diversas redes con diferentes sistemas de comunicación fueron expandiéndose por toda la orbe. Al principio los aparatos eran caros, engorrosos de usar. Las redes no cubrían bien las zonas de uso, lo que no permitía un uso seguro y constante, pero con el tiempo los sistemas mejoraron, las redes celulares se volvieron más seguras y la calidad de la voz transmitida por ellas eran mejor. La telefonía portátil era una realidad, cada uno poseía ahora un numero de teléfono que nos permitía ubicarlo no importa donde este. Todos nos volvimos fáciles de conseguir, en cualquier momento… con todas las ventajas pero también las desventajas que esto traería consigo.

El hecho de ser accesibles en cualquier lugar, a cualquier hora, trajo consigo problemas que antes eran imposibles de prever. El portable se convertía a veces -más que en una ayuda- en un estorbo que impedía el gozar plenamente de las horas de ocio.

No importa quien (a veces algún «numero equivocado») nos llamaba e interrumpía lo que estábamos haciendo.

Tuvieron asimismo que crearse nuevas normas de comportamiento, por ejemplo aquellos que hablaban por teléfono en el cine, el teatro o la opera eran de pronto muy mal vistos. El portable se convirtió de un símbolo de alto status economico-social en un símbolo que definía a los nuevos esclavizados por el trabajo, aquellos que no podían liberarse de las obligaciones jamas. Rápidamente se creo un estrato social de los que no utilizaban el portable por principio, de pronto no utilizar el portable se convirtió en un lujo que pocos podían permitirse en la sociedad moderna.