La Reforma y la Contrarreforma

Conoce los aspectos fundamentales de la Reforma y la Contrarreforma

La Iglesia fue criticada por las malas prácticas y su carencia de espiritualidad, de esto nacen una serie de opositores que se marginan de la institución y crean sus propias iglesias. La Iglesia responde y toma múltiples medidas para atacar la crisis.

Antecedentes

En la Época Moderna, el poder político, económico y social del papado era casi ilimitado. La Iglesia se vio sumida en una profunda crisis moral, producto del aumento de la corrupción y abuso de poder, y en una crisis intelectual, en donde muchos miembros ingresaban sin vocación religiosa y siendo casi analfabetos.

Al cargo de Papa accedieron hombres de dudosa reputación. Tenían fama de nepotistas (otorgaban cargos a familiares), llevaban vidas alejadas de la espiritualidad, llenas de excesos materiales y lujos, mantenían familias de por medio e incluso llegaban a cobrar por la indulgencia (perdón para salvar las almas). Entre estos Papas, se destacó Rodrigo Borgia o Alejandro VI, de quién se dice que ejerció el poder papal con el mayor de los excesos, llevando una vida licenciosa y despótica. Este ejemplo, da cuenta de la decadencia en la que estaba sumida la Iglesia y que causó una serie de críticas desde diversos lugares.

Reforma

En 1520 un sacerdote agustino en Alemania fue excomulgado por cuestionar el actuar de la Iglesia y proponer una vía a la salvación diferente. Este sacerdote llamado Martín Lutero, había expuesto en sus 95  la «Tesis», sus planteamientos religiosos y las diferencias interpretativas con el oficialismo eclesiástico. En su pensamiento, él planteaba que la salvación era determinada por Dios y no por la fe y las buenas obras. Para Lutero, el único fundamento de la fe era Jesús y sólo había dos sacramentos válidos, el Bautismo y la Eucaristía, siendo la fuente de todo la Biblia.

En la Dieta de Worms, Lutero es convocado para que se retractara de sus posturas, sin embargo, él no lo hace y niega abiertamente la infalibilidad del Papa. Junto con sus seguidores Lutero conforma una nueva Iglesia, esto trae una serie de conflictos que finalmente son resueltos en la Paz de Augsburgo (1555).

Aparecieron otros reformistas. Entre ellos destaca, Juan Calvino, teólogo francés que vivía en Ginebra y que creía en la predestinación (para él sólo algunos estaban destinados para alcanzar la vida eterna). Siguiendo al calvinismo, en Francia, surgen los hugonotes, y en Escocia, los presbiterianos.

En Inglaterra, se genera un quiebre con el papado ya que el rey Enrique VII solicita el divorcio sin tener una respuesta positiva del Papa.  Después de este hecho, el rey decide posicionarse como la cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Su heredera, Isabel I, organiza la Iglesia anglicana.

Contrarreforma

Tras los efectos de la Reforma en Europa, la Iglesia propone una serie de reformas propias. Se establece el Concilio de Trento (1545-1563) en donde:

  • Se conserva la autoridad papal por sobretodo
  • Se ratifica el dogma y se mantiene la tradición
  • Se reafirma la inmutabilidad de los sacramentos
  • Se defiende el culto a los santos, la creencia en el purgatorio y las indulgencias
  • Se propone mejorar la condición intelectual y económica de sus integrantes
  • Se establece la Vulgata como la única versión válida de la Biblia

También proliferaron una serie de nuevos seminarios centrados en la instrucción del clero y se toman nuevas medidas para aumentar la disciplina espiritual. Se revitaliza el Tribunal de la Inquisición, quien se encargará de condenar a los herejes, condenando a muchos de ellos a la pena máxima, la hoguera. El 1559, se crea el Index de los libros prohibidos, en que se establece un listado que no debe ser leído por los feligreses.

Aparecen  nuevas órdenes religiosas. La más destacada es la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola. Esta orden fue constituida militarmente, y promovía vocación religiosa e intelectual, establecía el voto de castidad, pobreza y obediencia así como también, una subordinación leal al Papa.