Los Andes Centrales

El área cultural denominada de los Andes Centrales se extiende desde la línea del Ecuador hasta los 20 grados de latitud sur.

En el antiguo territorio de los Andes Centrales esta ocupado en la actualidad por Perú (con excepción de la selva amazónica), parte de Ecuador, el altiplano de Bolivia y la zona norte de Chile.

La presencia de cerámica, el cultivo del maíz, los telares y la domesticación de la llama fueron las principales características del periodo Formativo en los Andes Centrales. Política y socialmente, esta área de desarrollo cultural estaba organizada en señoríos o jefaturas, las que se formaban de dos estratos sociales claramente definidos: los dirigentes y los campesinos.

En el aspecto económico, la agricultura aún no se imponía como la principal actividad y la dieta de los habitantes de los Andes Centrales se complementaba con la caza, la recolección y la pesca; de estas últimas características, se puede inferir que la cantidad de población de la zona no era la suficiente como para provocar la adopción definitiva de la agricultura como principal medio de subsistencia. Debido a esto, la clase dirigente no poseía del elemento más poderoso, el control de las aguas de regadío, para controlar a la población campesina.

Cultura Chavín

Aunque se sabe que en las costas del actual estado de Perú, hacia el año 2.000 a. de C., existían centros ceremoniales que dan cuenta de la presencia de varias tradiciones culturales, es en la zona norte de Perú, precisamente en las serranías que ocupa la provincia de Huari a más de 3.000 metros de altura, donde se desarrolló la que es considerada la “Cultura Madre de la Civilización Andina”.

Se cree que la ubicación geográfica de la cultura Chavín fue fundamental en el crecimiento de ella, pues los territorios de la sierra eran un punto intermedio entre las culturas costeras y las culturas que se establecieron en la selva amazónica. De esta forma, en Chavín se mezclaron los aportes de estas dos tradiciones culturales, lo que permitió a este pueblo alcanzar un alto nivel de desarrollo material y espiritual.

La cultura Chavín comenzó a desarrollarse, aproximadamente, en los inicios del primer milenio y se extendió hasta el año 200 a. de C., y en igual forma que la tradición olmeca, su sociedad estaba organizada según los principios establecidos en la cosmovisión religiosa de los Andes Centrales.; por ello, durante todo este periodo en su área de influencia se ubicó el centro ceremonial más importante de esta zona.

Las dirigentes políticos de Chavín, además, cumplían funciones religiosas y, debido a esto, concentraban el poder social y económico. Los sacerdotes basaban su poder en el conocimiento y dominio de la astronomía, los ciclos agrícolas, el manejo y control de las aguas y el chamanismo.

El trabajo comunitario era la base de la economía olmeca y a pesar ello, la sociedad de Chavín era altamente estratificada y tenía como cabeza de su estructura a los sacerdotes-dirigentes, los que se ocupaban de los cultos religiosos y de la administración de los centros ceremoniales.

Luego de ellos, se ubicaban los artesanos especializados en el trabajo de la piedra, la greda, la metalurgia y los tejidos; destacaban en este grupo los denominados “ingenieros hidráulicos”, quienes habían desarrollado técnicas de canalización y estaban encargados de construir canales de regadío y de controlar las aguas.

En el último escalafón de la estructura social de Chavín se encontraban los campesinos, los que supeditados a las obras hidráulicas, practicaban a gran escala la agricultura del maíz, las papas, los porotos y los ajíes.

Como ya señalamos, la religión era el centro de la vida cotidiana de la cultura Chavín y sus principales divinidades estaban relacionadas con la naturaleza. Las implicancias y fluctuaciones del ciclo agrícola, hacían que en Chavín se considerará como misión de los dioses proveer el equilibrio necesario para que los hombres pudieran tener un sustento que les permitiera la subsistencia y tranquilidad espiritual. Siguiendo con las similitudes con la cultura olmeca, la cultura Chavín utilizaba las imágenes del jaguar, el caimán y el águila como principales figuras para representar a las divinidades.

Uno de los principales rasgos de la tradición religiosa que se desarrolló en Chavín fue el chamanismo; esta es una práctica ritual que realizaban los sacerdotes para establecer contacto con las fuerzas sobrenaturales y el encargado de llevarla a cabo el denominado chamán. Los chamanes, luego de entrar en estados de trance, se comunicaban con los dioses y recibían su sabiduría y consejos para la comunidad.

Las prácticas chamánicas fueron representadas en las manifestaciones artísticas de Chavín, las cuales mostraban imágenes que mezclaban rasgos humanos y animales, sobre todo en la figura del hombre-jaguar. Se estima que la cultura Chavín utilizó la industria textil como medio de expansión ideológica y religiosa, ya que en sus tejidos se encuentran reproducidas las imágenes de los principales animales dioses.

Como conclusión, podemos decir que la cultura Chavín fue un importante factor de difusión cultural ya que logró unificar, mediante la expansión de su cosmovisión religiosa, una gran parte del área de los Andes Centrales y, además, gracias a la transmisión de sus avances agrícolas, estableció las bases materiales para el desarrollo de las Civilizaciones clásicas de la América precolombina: los Mayas, los Aztecas y los Incas.