Organización económica de Egipto

La base de la economía egipcia era la agricultura y lograron desarrollar importantes avances y mejoras en su práctica; llegaron a construir importantes canales e implementaron el uso del arado, lo que les permitió aumentar considerablemente el rendimiento de sus cosechas.

La dieta de los egipcios contaba con una gran variedad de elementos y entre ellos se destacaron el trigo, la cebada, el lino (utilizado en la confección de tejidos), además de frutas como dátiles, higos y granadas. También poseían hortalizas como melones, pepinos y cebollas. La abundancia del trigo y la cebada permitían que se el pan y la cerveza fueran parte fundamental de las comidas egipcias.

La ganadería también alcanzó un gran desarrollo y se criaron vacunos, cabras y ovejas, y de ellas se extraían cueros y carne; además, los egipcios contaron con animales de carga, como los burros y con presas de preciadas carnes como los patos y los gansos. Los caballos fueron introducidos por los hicsos, en la época del Reino Medio.

La escasez de ciertos productos en el valle del Nilo, como la madera, posibilitó que se desarrollara un fluido comercio exterior con pueblos como los fenicios. Los egipcios, además, eran grandes navegantes y lograron establecer contacto con pueblos tan diversos como Palestina, Chipre, Siria o Somalia.

El pueblo egipcio en su expansión hacia la península de Sinaí pudo desarrollar importantes actividades mineras relacionadas con el cobre, y en su expansión hacia el sur del Nilo trabajó yacimientos de oro, el cual se utilizaba principalmente en el diseño de joyas para los reyes y sus familias.

Las ciudades fueron la base de la vida social egipcia y algunas alcanzaron gran desarrollo como las ya mencionadas Menfis o Tebas, las que concentraron a grandes aglomeraciones de personas, en particular funcionarios administrativos y sacerdotes.