Análisis de: «Como agua para Chocolate»

Informe sobre la novela de Laura Esquivel

Entre olores y sabores, este singular libro de cocina, cuenta una historia de amor en que sus personajes están sometidos a la dura realidad de una tradición familiar. Bajo este destino suceden un sin fin de dramáticos y cómicos hechos que son capaces de hacer que el lector se involucre e identifique no sólo con los personajes, sino que también con la historia.

Tita y Pedro, alrededor de los que sucede la historia, están completamente bajo el yugo de Mamá Elenena, que no permite que Tita, su hija menor, se case pues debe cuidarla a ella hasta que se muera, pues así lo estipulan las reglas familiares, que por años han sido cumplidas. Tita pues, será infeliz debido a su destino y deberá aceptar el matrimonio de Pedro con su hermana Rosaura, porque de esa manera sería la única forma en que él podría estar cerca de Tita. Ya se ve que Pedro es un gran amante, pero a la vez un muy correcto hombre, que en realidad, no haría de todo, por su amor. No por lo menos como lo hizo Juan, al raptarse a Gertrudis, la otra hermana de Tita.

Así van pasando las cosas en la novela. La manera en que la autora es capaz de mezclar los olores y los sabores precisos con las situaciones de la novela, genera un ambiente que se hace muy real, que para uno que goza con los olores y sabores le dan una perspectiva familiar a la novela. Pareciera que del libro sale el olor a la cebolla frita, al choricillo, al chocolate. Y como en el cine, uno siente estar dentro de la película gracias al los sonidos, en Como agua para chocolate uno se siente estar sentado en alguno de los pisos de la cocina de Tita, viendo como van pasando las cosas, gracias a los olores.

No se puede separar esta novela de los que es el Realismo Mágico, pues en demasiadas situaciones, en realidad, durante toda la novela, se narran hechos insólitos, que para los personajes no son demasiado extraños y que por lo general tienen una explicación natural. Un hecho que es absolutamente memorable y que uno lo puede comprobar, porque es de lo que la gente más se acuerda al leer la novela. Es lo que le pasó a Gertrudis, cuando Tita cocinaba las «Codornices en pétalos de rozas». Luego de que Tita preparó el exquisito bocado y lo sirvió en la mesa, «Parecían que habían descubierto un código nuevo de comunicación en el que Tita era la emisora, Pedro el receptor y Gertrudis la afortunada en quien se sintetizaba esta singular relación sexual, a través de la comida».

En la Novela se maneja al sexo de una manera muy abierta, exaltando los sentimientos que cada uno de los personajes pudieran llegar a tener, porque la autora jugaba de una manera realmente espectacular con la sensualidad y el erotismo, llevando a clímax muchas de aquellas situaciones.

Y es así como en el rancho de Mamá Elena van pasando las cosas en medio de revoluciones y amores, de gallinas que causan tornados, de secretos de cocina y comidas afrodisíacas. Una novela muy buena y de fácil lectura. No me extraña que sea considerada una novela feminista, pues son las mujeres las que toman las decisiones y que hace que le dé otro carácter. Absolutamente recomendable.