El Cantar del Mío Cid

A continuación conocerás las principales características del Cantar del Mío Cid.

Antecedentes generales.

El Cantar del Mío Cid es considerado uno de los textos más importantes de la literatura medieval y la primera obra narrativa extensa de la literatura española. Su relevancia como hito escritural también se centra en su clasificación como cantar de gesta. Este tipo de narraciones dan cuenta de la historia de un héroe que busca recuperar la honra tras un mal momento.

En el caso español, los cantares de gesta relataron en gran medida las relaciones entre españoles y moros en los conflictos fronterizos entre ambos. Este hecho explica por qué estos textos combinan hechos históricos con ficción.

Esta obra no tiene autor conocido y ha sido datada alrededor del año 1200. Está compuesta por 3735 versos divididos en tres cantares: del destierro, de las bodas y de la afrenta de Corpes.

La trama.

La historia que nos cuenta este texto tiene como protagonista a Rodrigo Díaz de Vivar, quien acusado de un robo pierde la honra y es desterrado de su ciudad debiendo dejar a su familia. Ante esto, el personaje busca recuperar su honra conquistando un nuevo territorio, situación que consigue tras expulsar a los moros de Valencia. Este hecho le permite volver a su posición privilegiada, sin embargo, vuelve a recibir una deshonra. De esta forma, el relato se estructura con un sujeto que transita constantemente entre la honra y la deshonra, valor que es fundamental en la época medieval. Veamos algunos fragmentos que ilustran temáticas relevantes de esta obra:

«Allí vierais tantas lanzas, todas subir y bajar, allí vierais tanta adarga romper y agujerear, las mallas de las lorigas allí vierais quebrantar y tantos pendones blancos que rojos de sangre están y tantos buenos caballos que sin sus jinetes van. A Santiago y a Mahoma todo se vuelve a invocar. Por aquel campo caídos, en un poco de lugar de moros muertos había unos mil trescientos ya»

En esta cita podemos advertir dos problemáticas que esta obra revisa. La primera de ellas es el conflicto entre cristianos y moros evidenciando así el posicionamiento del concepto de guerra santa. La segunda es la presencia del ideal del caballero que defiende su religión utilizando las armas, en este caso bajo la consigna de recuperar territorios.

«El Cid a Doña Jimena íbala a abrazar; doña Jimena al Cid la mano va a besar (…) las rodillas y las manos en la tierra hincó, las hierbas del campo con los dientes cogió»

Este fragmento da cuenta de la duplicidad de virtudes que el caballero de los cantares de gesta debía ostentar. Si bien las características guerreras eran importantes, también era requisito la relación que establecía con la amada. Además en el caso del Cantar del Mío Cid es excepcional en comparación a otros cantares de gesta, que el protagonista si bien combate en nombre de la religión, se caracteriza por ser un sujeto prudente y mesurado.

«Las noticias han llegado a todas partes, llegan las nuevas al conde de Barcelona ¡qué Mío Cid Ruy Díaz saqueaba toda la tierra (…) Venzo las lides como place al Creador, moros y cristianos de mi tienen gran temor»

Esta cita manifiesta la importancia del reconocimiento público hacia el caballero. Por este motivo era importante que se contaran sus hazañas en otras tierras y que su fama creciera.