Estrategias de comprensión lectora

Cómo abordar los textos dependiendo de su tipología. Además, descubre procedimientos durante la lectura y habilidades para una mejor comprensión lectora.

Cuando nos enfrentamos a un texto tenemos una metodología particular para comprenderlo. Esta metodología puede ser estar consciente en el lector o, lo que le sucede a los lectores menos experimentados, puede ser un abordaje espontáneo y algo caótico. La idea de este contenido es darte algunas claves que te permitirán precisar tus estrategias de lectura y buscar las que más se acomoden a tu modo personal de lectura. Toma nota, encuentra tu método de comprensión y a leer.

¿Qué es una lectura comprensiva? El proceso de lectura no es sólo lograr extraer la información que porta un texto, sino un proceso complejo en el que el lector comprende el mensaje, jerarquiza la información (ideas principales y secundarias), produce inferencias a partir de lo leído y con ello reconstruye la intención que tenía el autor del texto y lo que es más importante genera una interpretación personal del texto, que no tiene que ver sólo con comprender el mensaje, sino también someterlo al juicio particular del lector y así poder elaborar las ideas propias, establecer relaciones que el texto no hace y en definitiva crear ideas, sensibilidades, evaluaciones, asociaciones y posturas nuevas y creativas. Por lo tanto, leer no es sólo comprender el mensaje del texto, sino también someterlo a una nueva elaboración por parte del lector.

Primera aproximación: Textos según su tipología

Tipo de texto

En primer lugar, al enfrentarnos a un texto debemos considerar de qué tipo de texto se trata (expositivo, argumentativo, literario – y si es así puede ser narrativo, poético, dramático- descriptivo, etc). De este modo, podemos acercarnos a una de las primeras decisiones que tomó el autor del texto: si eligió un texto expositivo, probablemente deseaba dejar en un segundo plano su postura con el propósito de presentarle al lector la información que el autor cree importante respecto a un tema. Será muy diferente si estamos ante un texto literario, puesto que a diferencia del texto expositivo el autor no tiene como prioridad ser objetivo respecto de lo que comunica, sino más bien generar un efecto estético y crear un objeto literario bello de acuerdo a sus criterios de belleza. Asimismo, el uso del lenguaje variará de acuerdo al tipo de texto que nos enfrentemos por lo que probablemente un texto argumentativo use el lenguaje para convencer al lector de su postura y acudirá a un tipo de lenguaje que se lo permita, en cambio en un texto poético el lenguaje se centrará en producir el efecto estético y probablemente intentará provocar al lector.

Reconocer el título

En segundo lugar, es fundamental tener muy presente el título del texto pues este nos dará el hilo conductor del texto. En relación con esto es necesario distinguir fundamentalmente dos tipos de títulos: el simple y el complejo. El título simple presenta un sólo elemento, como por ejemplo un texto expositivo llamado «El lago de los cisnes». En este caso tenemos un título que explicita que lo fundamental del texto será exponer información sobre la obra musical que lleva dicho título. En cambio, si tenemos un texto argumentativo que cuyo título sea complejo, como por ejemplo «El lago de los cisnes y la experiencia sublime», tendremos que considerar como eje del texto dos elementos: la obra musical y la experiencia que según la postura del autor generaría dicha obra.

Segunda aproximación: Procedimientos y habilidades.

Procedimientos durante la lectura

Para poner en práctica estos procedimientos te recomendamos que primero hagas una lectura considerando el tipo de texto y el título. Luego vuelve a leer el texto ahora poniendo en práctica los siguientes procedimientos.

Destacar y subrayar

Es la técnica más recomendada para utilizar durante la lectura. Luego de que hayas hecho una primera lectura del texto con lápiz y destacador en mano subraya la información que creas más relevante. Si estás leyendo un texto narrativo, por ejemplo, te sugerimos destacar los nombres de los personajes, los lugares donde transcurre la acción y las acciones que se desarrollan. Si estás ante un texto expositivo es aconsejable jerarquizar los datos más importantes y que permitan caracterizar mejor el tema discriminando aquello datos que parezcan menos relevantes a tu juicio.

Además, es de utilidad destacar las palabras que no conozcas, ojalá con un lápiz de otro color que te permita distinguirlas del subrayado de ideas principales y búscalas en el diccionario dichas palabras, lo que a su vez permitirá que amplíes tu vocabulario.

Tomar apuntes al margen

Esta técnica adelanta parte importante del trabajo de comprensión de un texto ya que al margen y por cada párrafo, puedes ir escribiendo con tus palabras una síntesis de cada uno de ellas, de manera que vayas transformando a tu lenguaje lo que vas entendiendo en cada párrafo. De este modo, en un texto argumentativo en el primer párrafo sintetizarás la presentación del tema y si estamos ante un texto inductivo (de lo general a lo particular) podrás reconocer la tesis del autor, para luego en los párrafos siguientes ir determinando los argumentos que presenta para defender su postura.

Síntesis general o esquematización de los contenidos

Una vez que hayas leído puedes ordenar las ideas principales en un texto breve que -con tus palabras- sintetice el sentido del texto. También puedes realizar un esquema, que puede tener la forma de un mapa conceptual que permite jerarquizar las ideas más importantes (las ideas importantes van arriba y hacia abajo desarrollas sus definiciones, ejemplos que proponga el texto y las relaciones entre las ideas). También puedes organizar la información en esquemas como una línea de tiempo si estás ante un texto narrativo, así podrás organizar las acciones temporalmente y apuntar los nombres de los personajes y lugares donde transcurre la acción.

Habilidades para la comprensión

A continuación te presentamos algunas de las habilidades que tendrás que poner en acción en tu lectura.

Identificación

Es la habilidad más básica y se relaciona con la capacidad de extraer información literal. Por ejemplo si estás leyendo un texto narrativo y necesitas saber cuál es el objetivo del protagonista, tendrás que reconocer en qué parte del texto el narrador expone el conflicto del narrador y qué se propone hacer para resolverlo.

Inferencia

Se trata de poder sacar conclusiones a partir del contenido explícito en el texto. Por ejemplo, si un autor señala en un texto argumentativo que le parece lamentable el fenómeno del calentamiento global, entonces podemos inferir que el autor se muestra preocupado por los problemas medioambientales. Las inferencias deben ajustarse estrictamente a lo que señala el texto, por lo que inferir del mismo ejemplo que el autor se opone a la industria de aerosoles porque daña el medio ambiente sin que esta idea esté explícitamente en el texto sería una inferencia errónea.

Síntesis

Es la capacidad de transformar el sentido global del texto a tus palabras de manera breve y precisa.

Análisis e interpretación

Consiste en asociar la información con tus conocimientos previos del tema o relacionar el texto con su contexto histórico y cultural o bien con otros textos y autores afines. Esta capacidad depende de cada lector y es la actividad más libre y creativa de la lectura.
Esperamos que estas claves te hayan servido y puedas ponerlas en práctica cada vez que leas, verás que con el tiempo te permitirán convertirte en un lector experto.