Ética para Amador

Resumen y comentario del libro de Fernando Savater.

Introducción

Parece difícil abordar a grandes rasgos la ética, una palabra algo olvidada en la sociedad actual, pero discutida desde ya muchos siglos atrás por grandes filósofos de la historia como Kant, Nietzsche, etc. En esta ocasión, todo argumento, idea y contexto fueron obtenidos previa lectura del libro, “Ética para Amador” cuyo autor es Fernando Savater.

Referirme a ética resulta un arduo trabajo de análisis, pero generar conciencia social es aun más difícil, creo que para tener un conocimiento pleno es necesario leer obras más centralizadas en el tema.

Considero que la ética es una forma de vida perfecta, si todos y cada uno de nosotros la viviéramos, es lo que todos necesitamos para lograr un mundo justo, ya que habitamos en un planeta infernal donde las injusticias, el egoísmo, y el mal vivir son nuestro día a día, lo peor es que todo lo malo lo generamos nosotros por culpa de nuestros escasos valores éticos. Por esto Savater (en su obra), intenta referirse a la ética respecto a nosotros, los adolescentes; la forma de lo cual logra esta comunicación, el referirse a como utilizamos la ética en nuestra vida diaria, me resulta bastante creativo por sus ejemplos con insectos, animales o acontecimientos históricos; es más creativo aún su forma de explicitar y centrar su obra en torno a su hijo, un joven que se familiariza con la ética, gracias a su padre y su gran obra maestra.

Desarrollo

Primero que nada, en el mundo existen miles de efectos cuyas causas desconocemos, lo que se traduce en nuestra ignorancia en-si, afortunadamente tenemos la certeza de que ignoramos, solo debemos enfrentarlo como un desafió y descubrir las respuestas a nuestras interrogantes. Espléndidamente tenemos el conocimiento pleno sobre muchas cosas de la vida, por ejemplo:

si nos auto ingerimos una herida cortante en nuestras venas, tenemos gran posibilidad de fallecer, es decir, sabemos cuando algo nos conviene y cuando no, en otras palabras, lo que nos conviene lo llamamos “bueno” y lo que no nos conviene lo denominamos “malo”, logrando así diferenciar entre el bien y el mal; diferencia que logramos nosotros como ”humanos”, porque somos capaces de razonar como ningún otro ser vivo, tenemos la capacidad de elegir absolutamente todo lo que hacemos; los animales por ejemplo, no tienen elección, actúan acorde a la naturaleza, y su instinto, es decir que nosotros como seres, tenemos la fortuna de ser libres, por esto esque creo necesario inculcar conocimientos a la sociedad mundial, para lograr una vida apacible a los sueños de todos y cada uno de nosotros. Sabemos que la educación es la base del conocimiento, por esto se encuentra netamente ligada con la ética, este último término lo entiendo como un razonamiento que nos permite una semejanza humana, esque estamos condenados a vivir entre semejantes, por esto nuestros maestros deben ser semejante a nosotros, deben ser un ser humanos, y encargarse de enseñar entonces lo que es humanidad; a esto me refiero cuando escribo o hablo de ética.

La vida es una completa instancia de decisiones, algunas por voluntad, obligación y/o deseo, por esto daré un consejo práctico a seguir: debemos pensar un par de veces lo que aremos, diremos o hagamos, porque no es lo mismo tomar una decisión porque un sujeto nos obliga, a tomar una decisión propia. En el caso de que un individuo nos obligue, debemos preguntarnos si estamos o no de acuerdo con su mandato, si nos parece “bueno” o “malo”, es decir somos “libres”, podemos elegir entre aceptar o no aceptar, podemos optar por nuestra propia decisión. Al realizar lo que realmente queremos, debemos considerar al otro, porque lo que realizaremos tendrá un efecto, independiente si es a favor o en contra nuestro, por eso les aconsejo recordar un viejo refrán, “nunca hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”.

Hay sujetos que se privan de la libertad, a estos los llamaremos imbéciles, son quienes “necesitan un bastón”, es decir necesitan un apoyo directo del exterior, hecho que priva al individuo de su propia decisión, en otras palabras un imbécil no es libre. Puedo realizar una clasificación breve sobre los tipos a los que me refiero: esta aquel imbécil que todo le da igual, el que cree tener absolutamente todo, el que desea algo pero no se molesta en saber que es, el que no tiene fuerza de voluntad y por ultimo aquel que forja lo que quiere pero su brutalidad no le permite diferenciar entre el “bien” y el “mal”. Paralelamente tenemos la conciencia, que indica lo contrario de imbécil, esta contrariedad se encuentra en algunos sujetos desde siempre, pero evidentemente se puede fortalecer y desarrollar con la praxis. Las características de esta conciencia es, saber que no todo es indiferente, saber que lo que hacemos realmente nos conviene, rechazar lo que sabemos que no nos hace bien.

Nosotros los humanos, cometemos otro gran error, generalizar a todos por igual, por ejemplo; actualmente la sociedad chilena dice: “todos los políticos, son corruptos”. Esto es un gran error ya que cada uno es absolutamente distinto del otro, lo que sucede es que generan duda por sus cargos privilegiados en la sociedad, la verdad creo que debiéramos desconfiar de quienes nos digan que no podemos llevar una “buena vida”, porque existen bastantes casos donde realmente consiguen vivir a gusto.

Conclusión

Como señalé en un principio, toda idea planteada se encuentra basada en el libro “Ética para Amador”, este texto logro hacer que yo reflexionara, y deducirá que cuando hable y me exprese libremente, debo pensar mínimo dos veces las cosas.

No nos pueden formar a nosotros como persona, solo para el campo laboral, es decir para ser aquellos sujetos vestidos formalmente que se sientan y apretan botones, o para obedecer a un superior; lo que realmente debe existir es una educación cuya base debe ser la capacidad de convivencia, en donde la reflexión sobre lo que es mejor para vivir sea un hecho real.

Finalmente, debemos considerar que todo lo que hagamos se encuentra en nuestras manos, es decir de nosotros depende la elección, podríamos elegir una vida “buena” y considerando siempre a los que nos rodean, o tomar otro camino y vivir pensando solo en nosotros mismos, actuando descontroladamente. Tenemos el poder de elegir sobre nosotros mismos, pero debemos tener presente siempre que independientemente de lo que elijamos, debemos ser netamente consecuentes con nuestra resolución.