Teatro español en el barroco

Más que sólo una manifestación literaria que se da en un determinado período, el teatro español en el barroco consiste en un género de gran desarrollo y trascendencia.

Teatro español del barroco

Dentro de la enorme producción y recepción literaria y artística que se generó en el Siglo de Oro, el teatro y el género dramático adquirieron una gran importancia y desarrollo, consolidándose como producto o exponente literario nacional de España. Enmarcándose en los patrones y modelos estilísticos del barroco (estética teatral y escenográfica, totalidad pictórica, arte más recargado y ornamentado, etc.), la dramática española fue estableciéndose poco a poco como género consolidado y espectáculo dirigido a grandes masas, comenzando como pequeñas representaciones en patios vecindarios que luego fueron montadas en pequeños locales, y que finalmente se desarrollaron en grandes teatros nacionales ubicados por toda Europa, ya como un teatro muy trabajado y rico en elementos externos a la obra dramática,  como la pintura y la música, que no solo hicieron del espectáculo teatral algo que generaba gran popularidad, sorpresa y expectativas en el público, sino que permitieron también la formalización y desarrollo de nuevos y más especializados géneros como la zarzuela, la ópera y el ballet.

Características del teatro español del barroco:

  • La estructura general de las obras dramáticas consiste en tres actos que están separados por pequeños géneros dramáticos como el entremés y la jácara.
  • Incorporación de otros elementos artísticos al teatro. Integración de técnicas como la música y la pintura a la obra teatral.
  • Gran cantidad de obras teatrales en lo que lo cómico y lo trágico se entremezclan.
  • Aunque en España los temas son variados, en general, los dramaturgos utilizan temas más realistas que fantásticos para sus obras. Algunos temas que tratan las obras del teatro español barroco son: el honor, la cultura y tradición nacional, la religión (que incluso es desarrollado por un género dramático específico; los Autos Sacramentales), crónicas o sucesos históricos, etc.
  • Existe una enorme vinculación e interdependencia entre el teatro y el pueblo que alimenta al mismo en términos de público, y desde el cual se inspira. El teatro español trabaja con la sociedad de la época manifestándola, reflejándola e idealizándola.
  • Surgen ciertos personajes tipo, quienes se retoman frecuentemente en las obras del barroco: La dama (como una mujer bella, noble y con altos parámetros amorosos), el gracioso (generalmente como un personaje que secunda y ayuda al galán, con rasgos opuestos al mismo), y el galán (como un hombre noble, valiente y apuesto que posee valores parecidos a los de un caballero.

Finalmente, como algunos de los más grandes exponentes de este género y período de gran desarrollo y esplendor literario en términos dramáticos, Lope de Vega, Tirso de Molina, y Calderón de la Barca son dramaturgos cuya producción literaria es leída y representada en escenarios hasta hoy en día.

Algunos ejemplos:

Fragmento de La vida es sueño de Calderón de la Barca

CLOTALDO: Toma el acero bruñido
que trujiste; que yo sé
que él baste, en sangre teñido
de tu enemigo, a vengarte;
porque acero que fue mío
–digo este instante, este rato
que en mi poder le he tenido–,
sabrá vengarte.
ROSAURA: En tu nombre
segunda vez me le ciño.
Y en él juro mi venganza,
aunque fuese mi enemigo
más poderoso.
CLOTALDO: ¿Eslo mucho?
ROSAURA: Tanto, que no te lo digo,
no porque de tu prudencia
mayores cosas no fío,
sino porque no se vuelva
contra mí el favor que admiro
en tu piedad.
CLOTALDO: Antes fuera
ganarme a mí con decirlo;
pues fuera cerrarme el paso
de ayudar a tu enemigo.
(¡Oh, si supiera quién es!) Aparte
ROSAURA: Porque no pienses que estimo
tan poco esa confïanza,
sabe que el contrario ha sido
no menos que Astolfo, duque
de Moscovia.

Fragmento de El mejor alcalde, el rey de Lope de Vega
REY.- Ofendido del rigor
de la violencia y porfía 
de don Tello, yo en persona
le tengo que de castigar.
Id delante, y prevenid
de vuestro suegro la casa,
sin decirle lo que pasa.SANCHO.- Pues, ¿quién ha de hablar, señor?

REY.- (a Pelayo) Escuchad vos, labrador.
Aunque todo el mundo os pida
que digáis quien soy, decid
que un hidalgo castellano.
Porque no habéis de quitar
de los labios los dos dedos.

PELAYO.- Señor, los tendré tan quedos,
que no osaré bostezar.
Pero su merced, mirando
me ha de dar una licencia
de comer de cuando en cuando. 

SANCHO.- Señor, mirad que no os toca
tanto mi bajeza honrar.
Enviad, que es justa ley
para que haga justicia,
algún alcalde a Galicia.

 
REY.- ¡El mejor Alcalde, el Rey!.
Fragmento de La prudencia en la mujer  de Tirso de Molina
DON ENRIQUE 
Será la viuda Reina esposa mía, 
y dárame Castilla su corona 
o España volverá a llorar el día 
que al conde Don Julián traidor pregona. 
¿Con quién puede casar Doña María, 
si de valor y hazañas se aficiona, 
como conmigo, sin hacerme agravio? 
Enrique soy, mi hermano Alfonso el Sabio. DON JUAN 
La Reina y la corona pertenece 
a Don Juan, de Don Sancho el Bravo hermano. 
Mientras el niño rey Fernando crece, 
yo he de regir el cetro castellano. 
Pruebe, si algún traidor se desvanece, 
a quitarme la espada de la mano; 
que mientras gobernare su cuchilla 
sólo Don Juan gobernará a Castilla. 

DON DIEGO
Está vivo Don Diego López de Haro, 
que vuestras pretensiones tendrá a raya, 
y dando al tierno Rey seguro amparo, 
casará con su madre, y cuando vaya 
algún traidor contra el derecho claro 
que defiendo, señor soy de Vizcaya. 
Minas son las entrañas de sus cerros, 
que hierro dan con que castigue yerros. 

DON ENRIQUE 
¿Qué es esto, Infante? ¿Vos osáis conmigo 
oponeros al reino? ¿Y vos, Don Diego, 
conmigo competís, y sois mi amigo? 

DON JUAN 
Yo de mi parte la justicia alego. 

DON DIEGO 
De mi lealtad a España haré testigo. 

DON ENRIQUE 
A la Reina pretendo.