Alexander Fleming: Padre de la penicilina

Conoce a Alexander Fleming, bacteriólogo de Londres, descubridor de la penicilina. 

En 1928, Alexander Fleming, médico bacteriólogo del St. Mary’s Hospital Medical School de Londres, se dio cuenta de que, en su pequeño laboratorio, un moho había infectado un cultivo de estatifilococo y que la bacteria se había disuelto en torno al moho. Una espora, transportada por el aire, se había posado de modo fortuito sobre la platina de un microscopio.

El descubrimiento

El científico aisló el moho para estudiarlo y descubrió que sus sustancias activas, que denominó «penicilinas» (el moho era del género Penicillium), inhibían el desarrollo de la bacteria. El azar lo había llevado a uno de los descubrimientos científicos fundamentales del siglo XX: la penicilina.

La utilización de la penicilina en un ser humano se realizó por primera vez en 1941, y Fleming expuso el proceso en su libro «La penicilina y sus aplicaciones prácticas» (1946). Fue el antibiótico estrella de la Segunda Guerra Mundial y Fleming se convirtió en el héroe. En 1945 recibió el Premio Nobel de medicina, que compartió con Chain y Florey.

Vida y legado

Fleming mantuvo durante toda su vida, el interés por las bacterias. Ya en 1922 había descubierto la lisozima, substancia con efectos antibacterianos, presente en las lágrimas, la saliva y la albúmina de huevo. Siguió investigando la lisozima y descubrió la penicilina por accidente.
Fleming continuó incansable sus investigaciones, hasta su muerte ocurrida en 1955.

Alexander Fleming, médico y químico inglés, nació el 6 de agosto de 1881, cerca de Darvel, aldea rural de Escocia, y murió en 1955 en Londres, a la edad de 74 años. Fue objeto de público homenaje por diversos gobiernos e instituciones académicas en casi todo el mundo. Se conserva la imagen amable de aquel sencillo hombre de ciencia obligado a aceptar universales elogios por su gran descubrimiento.