Adam Smith

Uno de los primeros científicos economistas fue Adam Smith. Sus conclusiones respecto a los flujos económicos lo hacen ver como el creador del liberalismo, aunque nunca desconoció sus deficiencias.

Nacimiento

El 16 de julio de 1723 en Kirkcaldy, Escocia, nace Adam Smith Douglas Junior. Su padre le acompañó muy poco, pues murió antes que el naciera, pero su madre fue muy longeva viviendo 90 años.

Maestro

Desde niño se destacó como estudiante, recibiendo una beca para estudiar en la Universidad de Glasgow. Es solo el inicio que lo llevará hasta Oxford, el más prestigioso centro de estudios en esa época. Su personalidad era tímida, pero al estar en la posición del profesor frente a sus alumnos se transformaba, dominando completamente la clase y ganándose la admiración de sus colegas.

Filósofo

Tenía 36 años de edad en 1759, cuando publica su primer libro: «La Teoría de los sentimientos morales». La ética y filosofía moral que trata esta obra cuestiona otras visiones respecto del ser humano que existían en ese tiempo. Rechaza la idea de la eterna competencia entre seres humanos, y que por lo tanto debía existir un Estado que frenara esos impulsos, restando libertad, pero evitando la violencia entre los hombres. Adam Smith plantea que el ser humano tiene una cualidad llamada empatía, que le permite a una persona ponerse en el lugar del otro. Por lo tanto podrá construir una historia sin enfrentamientos.

Economista

Flujo económico

En 1764 Smith aceptó ser tutor del III Duque de Buccleuch, lo que lo llevó a viajar por Europa. En Francia conoció a Francois Quesney,  un teórico respecto de la economía, uno de los «fisiócratas», que consideraban que la riqueza de las naciones estaba en la posesión de recursos naturales. Allí comprendió el concepto del flujo económico como un círculo, el cual desarrollo lentamente, al regresar a su natal Escocia.

La Riqueza de  las Naciones

Con 53 años de edad, en 1776 publicó su obra más conocida: «investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones». El libro es una serie de tomos en que Smith argumenta que el ser humano es un ser social, que forma equipos con otros hombres, y así logra avanzar en la historia. Diferencia el trabajo productivo de aquel improductivo, recurre a la historia de Europa, destacando las ventajas del libre comercio. No deja nada de lado, incluso hace más que referencias al poder militar y al control de la Iglesia. Smith señala que la garantía de que el carnicero nos tenga siempre carne no está en su benevolencia, sino en la conveniencia que el tiene para hacer sus ventas. A pesar de todo Smith no deja de reconocer la presencia de la generosidad y el «espíritu público» en muchas personas. La tesis de «La Riqueza de las Naciones…» es que el bienestar social se logra con el crecimiento económico. Para lograrlo deben dividirse las actividades y potenciarse la competencia.

La desigualdad económica

Adam  Smith estaba consciente respecto a que una desigualdad entre ricos y pobres demasiado grande arruinaba el sano funcionamiento del mercado. Por ello el Estado debía garantizar el acceso al mercado de todos los agentes económicos. Smith señala que los trabajos repetitivos no permiten desarrollar la inteligencia ni la creatividad. A este fenómeno lo denomina alienación. Como solución Smith propone que los Estados deben impulsar y obligar la educación pública de las clases trabajadoras.

Muerte

En 1778 fue nombrado director de Aduana en su natal Escocia. En Edimburgo vivió junto a su madre hasta que le sorprendió la muerte el 17 de julio de 1790. Tenía 67 años de edad. Nunca se casó, ni tuvo descendencia.