Augusto (63 a.C – 14 d.C)

Conoce la vida y obra de Augusto, primer emperador romano.

Cesar Augusto fue el primer emperador romano. Su exitosa carrera permitió que obtuviera el poder estableciendo un poderoso imperio. Su legado trascendió y tras su muerte, su figura fue divinizada y adorada.

Primeros años y lucha por el poder

César Augusto o Cayo Julio Cesar Octavio fue el primer emperador romano. Procedía de una acomodada familia perteneciente al orden ecuestre. Era sobrino nieto de Julio César, quién lo designó como su heredero. En el año 27 a.C. recibió el título de Augusto que tenía un trasfondo divino.

La muerte de su tío abuelo desencadenó una lucha entre él y Marco Antonio. Algunos de los republicanos del Senado y grandes financistas lo apoyaron. Esto le ayudó a generar un ejército propio y derrotar a Marco Antonio en la Batalla de Módena.

Tras este hecho, Augusto exigió ser nombrado cónsul pero el Senado se negó a otorgarle este título debido a su corta edad. Esto provoca que marche sobre Roma y amenace con tomar el poder por la fuerza, sin embargo, logra conseguirlo de forma pacífica.

Consulado y el Segundo Triunvirato

En el año 43 a.C, Augusto consigue el título de cónsul, tras lo cual decide entregarse poderes extraordinarios. Los republicanos Bruto y Casio, presentaban una fuerte amenaza para su poder por lo que decide aliarse con Marco Antonio y con Lépido, originando el segundo triunvirato.

El triunvirato toma la decisión de perseguir a los opositores republicanos, lo cual termina en la Batalla de Filippi en Macedonia, el año 42 a.C.

Sin embargo, Lépido fue quedando de lado y tanto Augusto como Marco Antonio se repartieron el poder, dejando a este último el control oriental. Sin embargo, las múltiples ambiciones por controlar la totalidad del territorio, los llevaron a enfrentarse durante el año 41 a.C. en la Guerra de Perugia, que termina con la derrota de las fuerzas antonianas.

En el año 40 se lleva a cabo la Conferencia de Brindisi donde se dividieron los territorios entre cada miembro del triunvirato. Augusto se quedó con la parte occidental, Marco Antonio con una parte del Oriente y Lépido se quedó con África, siendo la península itálica considerada neutral.

Por otro lado, Sexto Pompeyo llevaba el control de las zonas agrícolas que abastecían Roma. Augusto, en el año 36, lo derrota en la batalla de Nauloque, obteniendo el control del abastecimiento de grano. Esto significó que aumentara su popularidad al integrar nuevas provincias e impulsar positivamente la agricultura.

Por otro lado, Marco Antonio se dedicó a potenciar su poder en Oriente aliando fuerzas con Cleopatra VII de Egipto, llevando a cabo una política que no favorecía los intereses romanos. Esto provocó que Augusto le declarara la guerra a Cleopatra en el año 32 A.C.

En el año 30 a.C Augusto entra en la ciudad de Alejandría y toma Egipto anexionándolo a Roma, con esto consiguió el poder sobre todo el Mediterráneo. En tanto, Cleopatra y Marco Antonio se suicidarían.

Imperio Romano

Augusto transforma la República en un Imperio o Principado, sistema político en el cual intentó equilibrar las fuerzas del Senado y el Emperador. Se añadió nuevos títulos honoríficos que potenciaron su poder y el cargo de cónsul se fue renovando periódicamente. Augusto permitió y fomentó el culto al emperador que le otorgaron los habitantes.

Obras del Imperio

Entre las obras más destacadas del Imperio de Augusto destacan:

  • División de las provincias en senatoriales e imperiales
  • Protección del culto
  • Favoreció el orden ecuestre frente a la aristocracia senatorial
  • Aseguró los límites y continuó con la expansión

Legado

Augusto no dejó un heredero directo ya que no tuvo hijos varones, siendo sucedido por Tiberio, su yerno, quién ascendió al poder sin mayores dificultades.

Fue el emperador que mayor tiempo gobernó. Tras su muerte, el Senado lo divinizó y su figura fue adorada por el pueblo romano. El apodo de César o Augusto sería utilizado posteriormente y el sexto mes del calendario rebautizado con el nombre de Agosto.