Zar Nicolás II

Conoce la vida del Zar Nicolás II, último gobernante de la dinastía Romanov en Rusia.

Nicolas II fue el último exponente de la monarquía en Rusia. Tras su caída, se intenta establecer un régimen republicano que no rinde frutos. La Revolución de Octubre de 1917 significa el triunfo de los ideales comunistas en Rusia, así como también, la muerte del zar y de su familia.

Primeros años en el poder

Nicolás nació en San Petersburgo el 18 de mayo de 1868. Fue el último gobernante de la Dinastía Romanov  y último zar en ostentar tal título. Ascendió al trono en 1894, tras el fallecimiento de su padre, el zar Alejandro III. Mantuvo su línea de gobierno de carácter absolutista, autocrático y autoritario que no cedió ante los reclamos por liberalizar la política rusa

Se casó, el mismo año que falleció su padre, con Alix de Hesse, que tras convertirse a la religión ortodoxa rusa, cambió su nombre a Alexandra Fiodorovna.

Se dice que fue fuertemente influenciado por su consejero Rasputín, por su esposa la zarina Alexandra y por la corte. Esta falta de habilidades administrativas y carencia de carácter, significarían la implantación de una política externa ineficaz y una política interna que no fue acorde con las necesidades del pueblo ruso.

A pesar de sus nulas habilidades como gobernante, durante su mandato Rusia experimentó un intenso crecimiento industrial que permitió el surgimiento de variados núcleos proletarios.

Política exterior

Al igual que otros monarcas, Nicolás participó de la competencia en la carrera imperialista que lo llevó a extender la influencia sobre Asia. Muestra de esta política imperial fueron la intervención en la Guerra Chino Japonesa (1896), la ocupación de Manchuria (1900), entre otras. En 1905, el zar involucró a Rusia en una guerra contra Japón en la que fue derrotado, hecho que fue considerado un verdadero desastre nacional.

Asimismo, Rusia intentó posicionarse como cabeza del movimiento paneslavo que se estaba desarrollando en esta época, para ello, prestó apoyo a Serbia en su lucha contra el Imperio Austro Húngaro. Las Guerras Balcánicas entre 1912-13 terminaron por acabar con las pretensiones rusas sobre los Balcanes.

Política Interna

Durante su gobierno, su política interna fue ineficaz. La pobreza del campesinado fue en franco aumento. Las tensiones sociales y la agitación revolucionaria impactaron prontamente en el ideario de los rusos. Los ideales de democracia empezaron a calar hondo y las ideas de reforma se transformaron en una necesidad, por parte de sectores de la sociedad rusa.

La derrota ante Japón generó un descontento generalizado que derivó en una revuelta que fue mitigada tras una fuerte represión militar. Tras de estos hechos, el zar tuvo que aceptar la conformación de una asamblea representativa, la Duma, que intentó limitar la autocracia monárquica, sin embargo, Nicolás no estuvo a dispuesto a ceder su poder como monarca absoluto. Esto se transformaría en la antesala de lo que sería el derrocamiento y caída de la dinastía Romanov.

En 1914, Rusia se involucró en un nuevo conflicto bélico, la Primera Guerra Mundial, a pesar de no tener las condiciones para hacerlo. Las derrotas continuas frente al potente ejército alemán, liderado por su primo Guillermo II, provocaron una terrible crisis interna que desestructuró el Estado zarista.

Revolución Rusa

Este negro panorama facilitó el éxito de la Revolución de Febrero de 1917, que terminó por derrocar al zar e imponer una república en Rusia. El zar Nicolás II abdicó y se impuso un gobierno provisional, liderado por Lvov y Kerenski.

Junto a su familia, se retiró forzadamente a vivir en los Urales pero tras el arribo al poder de los bolcheviques, durante la Revolución de Octubre de 1917, fue ejecutado por orden del Sóviet del Ural. Junto a Nicolás pereció toda su familia.

El fusilamiento del zar y su familia no ha estado exento de misterio, ya que sus ejecutores se encargaron de ocultar los cuerpos. En 1979, se logró encontrar los restos del zar, su esposa y algunos de sus hijos. Tras de esto, fueron trasladados a San Petersburgo.