Cadena alimenticia y tramas tróficas

Descubre las relaciones entre organismos a través de los ecosistemas, en función de la cantidad de energía que posee cada nivel y sus contaminantes.

La dependencia energética de los organismos consumidores hacia los productores los mantiene ligados a ellos a través de relaciones ecológicas como la depredación. Es regla a nivel de cualquier ecosistema que una población de organismos no puede vivir de manera aislada, sino que en constante interrelación con otros de su misma especie u otras, debido a esta dependencia energética. Así, los productores serán los organismos encargados de mantener ecosistemas completos al ser los que ingresan la energía a ellos, en tanto que los niveles terminales de estos poseerán una función reguladora de los niveles intermedios, en lo que respecta al número de organismos que los conforman. Los ecólogos han diseñado representaciones lineales denominadas cadenas alimentarias o cadenas tróficas, las que muestran de manera simple la dirección hacia donde fluye la energía desde un productor determinado, hacia una cantidad de consumidores ligados a este, que por lo general no supera 3 organismos. Estas representaciones lineales distan mucho de lo que se puede encontrar en la naturaleza, ya que un organismo no se alimenta o depreda exclusivamente a uno, sino que lo hace con varios, por lo que surge el concepto de trama trófica, donde estas cadenas se entrelazan unas con otras y muestran el flujo energético de los ecosistemas de manera más cercana a la realidad. La información que entregan las tramas tróficas es múltiple, ya que es posible analizar la biodiversidad de un ecosistema, la estructura trófica de estos (si hay o no herbívoros, carnívoros, etcétera), hacia donde se mueve la materia y energía, entre otros.

Efectos de la contaminación en las tramas tróficas

Diversas actividades humanas derivadas de la agricultura (uso de insecticidas y pesticidas) y la minería (acumulación de metales pesados) afectan directamente a los ecosistemas, ya que, al igual que la materia y energía, estos contaminantes también entran a los ecosistemas y se movilizan a través de ellos. Por lo general, los productores no concentran contaminantes en su biomasa, sino que los traspasan hacia los niveles subsiguientes del ecosistema, siendo los más niveles terminales los más afectados. Esto no carece de importancia al considerar que los seres humanos ocupamos estas posiciones dentro de los ecosistemas, por lo que recibimos directamente los contaminantes acumulados y movilizados por los niveles anteriores. Algunos contaminantes que se acumulan en los ecosistemas son:

  • DDT (pesticida): el diclorodifeniltricloroctano (DDT) es un pesticida que fue usado indiscriminadamente desde mediados del siglo XX, actualmente su uso está prohibido casi a nivel mundial dados sus efectos neurotóxicos sobre aves y mamíferos y por causar infertilidad. Los insectos que comían productores regados con este pesticida era comidos a su vez por consumidores primarios y así sucesivamente, por lo que sus efectos comenzaron a evidenciarse en los años 1960 y 1970 bajo la alta incidencia de malformaciones congénitas.
  • Metales pesados: la actividad minera e industrial donde ciertos metales pesados como el cromo (Cr), plomo (Pb), arsénico (As) y mercurio (Hg) son utilizados para diversos procesos dejó como resultado la natalidad de niños con bajo coeficiente intelectual, alteraciones conductuales como el autismo y síndrome de Asperger, entre otras. Organismos como los peces son altos acumuladores de estos contaminantes ya que por lo general son vertidos al mar a través de ríos o flujos artificiales, por lo que a través del consumo de estos peces, en especial atún, tiburones comestibles y anchovetas, pasa a nuestro nivel trófico.

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