Conoce cómo se mueve la energía en los ecosistemas,en un ciclo desde organismos productores (autótrofos) hacia consumidores (heterótrofos).
Los organismos productores son aquellos a través de los cuales ingresa la energía procedente desde el sol, y es transformada en energía química bajo la forma de moléculas orgánicas como la glucosa, moneda energética para la gran mayoría de las formas de vida que existen en nuestro planeta. Organismos que no usan la glucosa como pilar energético central usan sustratos similares, o en algún momento de sus metabolismos dependerán de ella. Los organismos productores son capaces de generar su propia energía gracias a la fotosíntesis, donde la energía solar actúa como intermediaria, junto a una batería enzimática especializada, en la fijación del carbono inorgánico procedente desde el CO2. Todos los organismos productores son autótrofos, es decir, fabrican su propio alimento y energía. Aquellos que dependen de otros para obtener la energía de sus procesos metabólicos, como todos los consumidores y también los descomponedores, son llamados heterótrofos. Del 100% de energía solar que llega hasta nuestro planeta, la cantidad que los productores logran procesar no supera el 2%, de acuerdo a las mediciones experimentales realizadas. En el traspaso entre un nivel de los ecosistemas y otro, también se pierde energía en forma de calor, la cual retorna al medioambiente. El traspaso y flujo energético en los ecosistemas será siempre unidireccional, desde los productores a los consumidores, y luego a los descomponedores, al ser los primeros los únicos facultados enzimáticamente para ingresar la energía a los organismos vivos.
El traspaso de energía entre un nivel de los ecosistemas y otro estará condicionado a las leyes de la termodinámica; la primera de ellas, Ley de Conservación de la Energía, o Ley de Lavoisier, determina que la energía no se crea ni se destruye en el universo, sino que solo cambia y transforma sus representaciones, así, la energía lumínica procedente del sol se transforma en energía química bajo la forma de glucosa, pero su valor energético es el mismo. Cuando un consumidor depreda a un productor, ingresa la energía de este a su cuerpo, sin embargo no es posible que lo haga en su totalidad, perdiendo en el proceso energía bajo la forma de calor, la que se libera al entorno, de acuerdo a lo que señala la segunda ley de la termodinámica o Ley de la Entropía. Todas las transformaciones químicas no son completamente eficientes, por lo que pierden energía como calor al ambiente, donde la fotosíntesis y respiración celular no son excepciones. En general, el traspaso energético en los ecosistemas ocurrirá de la siguiente manera: