Celula procarionte y eucarionte

Conoce las características de los organismos vivos según el tipo de célula que los conforman: procariontes y eucariontes.

Historia

El surgimiento de la vida en nuestro planeta posee actualmente muchas explicaciones, las cuales cuentan con más o menos respaldo científico. Las que poseen mayor respaldo e importancia científica coinciden en que para que esta apareciese, debió existir un modelo de vida sencillo, el cual debió ir progresando paulatinamente en el tiempo en modelos más diversos y complejos. El surgimiento de la primera célula sobre nuestro planeta se sostiene como un fenómeno no intencionado, sino que como fruto del azar, donde un conjunto de biomoléculas (como aminoácidos, lípidos, moléculas ricas en carbono, fósforo, entre otras) reunidas bajo condiciones planetarias particulares permitieron el surgimiento de estas. Los primeros modelos celulares eran de extrema sencillez, pero respondían a las características de su entorno de manera óptima y eficiente, lo que queda demostrado al considerar que muchos de esos modelos celulares iniciales se han mantenido con muy pocas variaciones por millones de años hasta nuestros días; este modelo celular sencillo es el modelo procarionte. El cambio en las variables medioambientales, la aparición de nuevas alternativas bioquímicas dadas por la aparición de nuevas moléculas, y también el azar, fueron determinando presiones ambientales sobre el modelo procarionte inicial que llevaron al surgimiento de un modelo más complejo y sofisticado desde el punto de vista estructural: el modelo eucarionte.

Hoy se suele decir, erróneamente que el modelo procarionte es un modelo primitivo o “poco evolucionado”: lo más correcto es afirmar que el modelo procarionte es más antiguo que el eucarionte, pero en ningún caso indica menor grado de evolución, o mucho menos perfección: la existencia actual de ambos modelos en distintos organismos afirma y acredita que ambos modelos celulares son aptos para sustentar la vida de acuerdo a las necesidades vitales de cada uno de los organismos que constituyen.

Célula procarionte

El modelo celular procarionte es el más sencillo en cuanto a la organización de lo vivo. Está constituido por una membrana doble formada principalmente por lípidos, que delimita su estructura, llamada membrana plasmática, a través de la cual la célula procarionte intercambia materia, energía e información con su entorno, y en algunos casos podría existir una pared celular externa a esta membrana, formada por biomoléculas rígidas (por lo general carbohidratos) que cumple principalmente funciones protectoras. El interior de la célula procarionte está constituido por un líquido con aspecto y consistencia de gel, llamado citoplasma, cuya cantidad determinará el volumen (tamaño) de la célula. Inmerso en el citoplasma se encontrará, libre y altamente enrollada sobre sí misma, la información hereditaria del organismo, la cual está constituida por ADN, biomolécula perteneciente a los ácidos nucleicos. Esta biomolécula contiene la información necesaria para comandar y estructurar todas las funciones vitales del organismo. Algunas células procariontes pueden tener anexos a su estructura celular que facilitan su movilidad y desplazamiento, como flagelos y/o cilios. Todos los procesos de transformación y uso de energía ocurren en el citoplasma de la célula procarionte, al no poseer estos compartimientos internos que medien estos procesos.

Célula eucarionte

A partir de las células procariontes, los científicos plantean (por diferentes explicaciones) que surgió el modelo celular eucarionte, más reciente en la historia de la vida. La explicación más certera apunta a la endosimbiosis, es decir, a que una célula procarionte “tragó” a otra célula procarionte, la cual comenzó a coexistir en el interior de ésta. Esta idea surge al analizar la composición celular del modelo eucarionte. Al igual que la procarionte, la célula eucarionte posee una membrana plasmática que la delimita; algunas también pueden tener pared celular, formada por carbohidratos distintos a los de la célula procarionte. El interior celular también está formado por citoplasma, pero en el aparecen inmersos una serie de estructuras formadas por 1 ó 2 membranas llamadas organelos. Estos compartimientos internos de la célula eucarionte distribuyen los procesos celulares, y uno de estos organelos, el núcleo celular, contiene en su interior la información genética, la cual está altamente enrollada dentro de él. A partir del modelo eucarionte surgen dos variables, dependiendo del tipo de organelos que estas posean: las células eucariontes vegetales y las células eucariontes animales.

Diferencias entre células procariontes y eucariontes

Rasgo distintivo

Célula procarionte

Célula eucarionte

Aparición (tiempo evolutivo)

Modelo antiguo

Modelo más reciente

Organización

Más sencilla

Más compleja

Información genética

Libre en el citoplasma

Contenida en un núcleo celular

Organelos

No posee

Posee