Nutrición humana y dieta balanceada

Conoce la importancia de una dieta balanceada para nuestra salud, y cómo los alimentos nos aportan energía bajo la forma de calorías.

Todos lo que ingerimos y podemos procesar mecánica y químicamente en nuestro sistema digestivo es considerado alimento, y todos los alimentos, independiente de su origen animal o vegetal, inclusive artificial, contienen energía la cual podemos usar para diversos procesos que requieren de esta energía y que permiten nuestro crecimiento, movilidad, reproducción y sobrevivencia. La energía que contiene cada alimento variará dependiendo del tipo de nutriente en el cual este sea rico, pero de manera general, todos los requerimientos energéticos de los alimentos son tabulados bajo la unidad de media denominada caloría. Esta unidad fue descrita en función de la cantidad de oxígeno que se consume al quemar objetos al interior de un contenedor especial que permite esta medición, llamada calorímetro. Así, desde ensayos experimentales mediante los cuales se ha documentado cuántas calorías se liberan al quemar un tipo de nutriente, se puede hacer la estimación de cuántas calorías contiene un alimento en total en función de su composición nutricional, sin necesidad de quemarlo. La definición formal de la unidad caloría establecida por los científicos está basada en función de la molécula de agua y su capacidad para retener calor, y es: “la cantidad de energía necesaria que debe adquirir 1 gramo de agua para aumentar en 1° Celsius su temperatura”. Esta unidad aplica a la cantidad de energía que contiene cualquier cuerpo (no necesariamente un alimento o nutriente) por lo que los nutricionistas, especialistas en la alimentación y dietética, han ideado la unidad especial llamada Caloría dietética, la cual equivale a 1000 calorías. La conversión universal y más usada actualmente es:

1 Caloría dietética = 1000 calorías = 1 kilocaloría (kcal)

Dieta balanceada

Los diferentes nutrientes contenidos en los alimentos poseen diversidad de energía contenida en ellos, por lo que habrá alimentos más y menos energéticos. Es por ello que es importante para nuestra salud que la alimentación diaria de cada persona sea equilibrada, sin caer en excesos tales como consumir alimentos altamente energéticos, o por el contrario, alimentos cuya constitución nutritiva sea energéticamente pobre. Ambos lados de la balanza son perjudiciales para la salud cuando se vuelve una rutina alimentaria cotidiana. Para ello, se debe procurar generar una rutina de alimentación diaria (dieta) o más equilibrada y enriquecida posible, procurando mezclar aquellos alimentos muy energéticos con los que no lo son tanto, espaciando en el tiempo de una semana, por ejemplo, los que son más energéticos para evitar el sobrepeso, y combinar esta rutina alimentaria con el desarrollo de actividad física moderada para aprovechar y aumentar la eficiencia del procesamiento de alimentos a nivel del sistema digestivo, y la consecuente obtención de energía por parte de cada una de las células de nuestro organismo.