Sistema nervioso: organización

Comprende cómo se organiza el sistema nervioso y cómo se distribuyen las funciones nerviosas voluntarias e involuntarias según esta organización.

El sistema nervioso funciona como un computador, o mejor dicho los computadores han sido diseñados emulando el funcionamiento del sistema nervioso. Diversos órganos son capaces de almacenar información (como discos duros), procesar e integrar esta información (como procesadores) y coordinar funciones vitales para el funcionamiento del organismo completo (como placa madre). En general se considera que el sistema nervioso posee las funciones de:

  • Captar información desde el entorno a través de terminales nerviosas (receptores).
  • Analizar la información que es captada desde el entorno a través de centros integradores.
  • Generar una respuesta frente a la información procesada.

En ese mismo sentido, los fisiólogos describen 3 funciones del sistema nervioso que permiten coordinar y organizar su funcionamiento: función sensitiva (encargada de captar los estímulos presentes en el entorno donde existe el organismo), función integradora (encargada de procesar internamente la información procedente desde el entorno), y función motora (encargada de generar una respuesta motora característica de la capacidad de irritabilidad de los seres vivos).

Los organismos del Reino Animal poseen un sistema nervioso, el cual aumenta su complejidad en la medida que se avanza en la historia evolutiva de estos. Así, la coordinación nerviosa más simple y rudimentaria estará en los organismos pertenecientes a los poríferos (esponjas y corales) y cunidarios (medusas y anémonas), equipados con células nerviosas y/o redes neuronales simples; luego los platelmintos (planarias) y moluscos (caracoles, calamares, bivalvos), equipados con cúmulos de células nerviosas (ganglios) desde los cuales se proyectan axones, formando cordones nerviosos que en organismos más derivados originarán nervios. Invertebrados como anélidos (lombrices), artrópodos (insectos, crustáceos, arácnidos) y equinodermos (estrellas de mar, erizos de mar) poseen mayor cantidad de ganglios y autonomía de funciones nerviosas en distintos segmentos corporales.

Organización nerviosa general

El sistema nervioso de los mamíferos se organiza funcional y anatómicamente en 2 grandes grupos, Sistema Nervioso Central (SNC) y Sistema Nervioso Periférico (SNP). En la historia evolutiva de los organismos con sistema nervioso, las funciones nerviosas se agrupaban en 1 sola neurona cuyas funciones eran mixtas: en la medida que los organismos fueron divergiendo, estas funciones nerviosas se fueron reagrupando en un mayor número neuronal, surgiendo así ganglios (conjuntos de somas neuronales) y nervios (conjuntos de axones neuronales). Esta redistribución fue el paso para el surgimiento de órganos especializados en el procesamiento y almacenamiento de información, como el cerebro. En general, los órganos y estructuras que pertenecen al SNC se encargan del procesamiento de información y generación de respuestas motoras voluntarias, mientras que el SNP se encarga del procesamiento de información y generación de respuestas motoras involuntarias y autónomas. Fenómenos como el aprendizaje, la memoria y las emociones, al igual que el ejercicio físico voluntario, entre otros, se codifican en el SNC, en tanto que respuestas motoras de sobrevivencia como la respiración, el latido cardíaco, la regulación de la presión sanguínea y temperatura corporal, entre otros, dependen del SNP.

De esta forma, el SNC puede ser dividido en un “gran ganglio” altamente especializado llamado encéfalo, el cual consta de un cerebro (el cual agrupa funciones relacionadas a la cognición, aprendizaje y memoria) constituido por 2 hemisferios unidos por el cuerpo calloso, y un puente de somas neuronales (bulbo raquídeo y protuberancia, ambos con funciones relacionadas al control de la respiración y equilibrio corporal interno) que comunica el cerebro con el cerebelo (el cual agrupa funciones relacionadas al equilibrio). La continuación de este puente es la médula espinal, a partir de la cual nacen prolongaciones nerviosas que constituyen el SNP.

El SNP, formado por ganglios distribuidos por todo el cuerpo y redes neuronales (plexos) que llenan de nervios (inervan) todos los órganos y estructuras del organismo posee en general funciones nerviosas que no requieren de la meditación voluntaria del individuo para su ejecución, sino que se ponen en marcha de manera constante desde el momento del nacimiento hasta la muerte del individuo.

Una subclasificación más funcional y menos anatómica del sistema nervioso lo agrupa en un Sistema Nervioso Somático – SNS (encargado de funciones voluntarias) y un Sistema Nervioso Autónomo – SNA (encargado de funciones involuntarias). Este último se puede subdividir nuevamente en SNA simpático (relacionado a respuestas motoras que preparan al organismo para el estrés), SNA parasimpático (relacionado a respuestas motoras que restauran el estado inicial previo al estrés) y el Sistema Nervioso Entérico – SNE, encargado de controlar el sistema gastrointestinal.