Sistema reproductor masculino

Conoce la anatomía, fisiología, cómo funciona y cada uno de los organos del sistema reproductor masculino.

La reproducción es un evento clave en la vida de todo organismo. Hay organismos que se reproducen de manera asexual, generando clones de ellos mismos con muy poca variación y hay otros, como nosotros los humanos, que se reproducen de manera sexual, generando organismos con alta variabilidad, producto de la combinación de la información que aportan padre y madre durante un encuentro sexual.
Durante la pubertad y adolescencia se llevan a cabo procesos biológicos mediados por hormonas sexuales (testosterona en hombres y estrógenos en mujeres) que dan pie inicial a la vida reproductiva de los humanos.

Órganos sexuales masculinos

Los órganos sexuales masculinos presentan una disposición anatómica particular. Las estructuras responsables de generar la hormona sexual masculina, testosterona, se encuentran dentro de sacos de piel que están externos al cuerpo del varón, colgando de él desde la región pélvica anterior; estos sacos reciben el nombre de escroto, y en su interior están contenidos 2 testículos, productores de testosterona. En el interior de cada testículo se encontrará una red de finos conductillos denominados túbulos seminíferos, en cuyo interior se producirá en grandes cantidades y de manera constante desde la pubertad masculina hasta la muerte del varón, espermatozoides, la célula sexual (gameto) masculina. Hacia la parte superior de cada testículo, los túbulos seminíferos se engrosan y fusionan en una región denominada epidídimo, la cual tiene como función ser el lugar de maduración y almacenamiento de los espermatozoides.
Comunicando cada epidídimo hasta la uretra del varón, un conducto delgado a través del cual se expulsa la orina, se encuentran 2 conductos deferentes. Antes de llegar a la uretra, los conductos deferentes se encuentran asociados a 3 estructuras glandulares llamadas vesículas seminales, bulbouretrales (de Cowper) y próstata, las cuales liberan fluidos que junto a los espermatozoides forman el semen, líquido denso de aspecto blanquecino el cual es expulsado al concluir una relación sexual. La uretra masculina es larga y está rodeada de tejido blando que puede llenarse de sangre de manera espontánea. Este tejido blando forma la estructura conocida como pene, el cual posee hacia su final un engrosamiento llamado glande en cuyo ápice se encuentra la salida de la uretra, a través de la cual sale tanto la orina como el semen (nunca los dos al mismo tiempo). Gracias a la capacidad del tejido que forma el pene de llenarse de sangre, se produce una erección, la cual es relevante para que un hombre pueda transportar sus células sexuales hasta las estructuras reproductoras femeninas.

Sistema reproductor masculino en funcionamiento

  • Para que haya una normal producción de testosterona y formación de espermatozoides, los testículos deben estar contenidos cada uno en un saco del escroto, ya que este proceso requiere de una temperatura menor a los 37°C que posee un hombre sano normal en su cuerpo.
  • Una vez que los espermatozoides se han formado, y gracias a la acción de la testosterona sobre ellos, estos maduran en los epidídimos correspondientes. Son almacenados aquí hasta que ocurra un encuentro sexual.
  • En caso de que los espermatozoides deban ser expulsados durante una relación sexual y/o masturbación, estos salen del epidídimo a través de los conductos deferentes y son enriquecidos con fluidos provenientes desde las vesículas seminales (aportan nutrientes y medio de transporte a los espermatozoides), próstata (aporta un fluido de pH básico que contrarresta el fuerte medio ácido que los espermatozoides encontrarán dentro de la vagina) y bulbouretrales (aportan con sustancias bactericidas que ayudan a la sobrevivencia de los espermatozoides en el sistema reproductor femenino). Todos estos fluidos más los espermatozoides forman el semen.
  • Una vez ocurre el estímulo sexual, se produce el llenado de sangre de los tejidos blandos del pene, produciendo una erección. Cuando a nivel de sistema nervioso central se produce la respuesta nerviosa denominada orgasmo, se efectúa la liberación del semen a gran velocidad desde el pene, idealmente hacia la vagina, para producir con alta probabilidad un embarazo.