10 de junio: Malvinas Argentinas

Ya son casi dos siglos en que Argentina reclama a Gran Bretaña por las Islas Malvinas. Tras una guerra en 1982, las propuestas de hoy consideran el respeto a los actuales habitantes de las islas.

Malvinas argentinas

El 10 de junio de 1829 fue creada la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos. Con ese acto se buscaba hacer valer los derechos, que heredados de los españoles, ahora pertenecían a Argentina. Por tal motivo todos los 10 de junio se celebra en toda Argentina el «Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, Islas y Sector Antártico».

La doble denominación

En el mundo iberoamericano se les conoce como Islas Malvinas. Éste nombre deriva del nombre puesto por el francés Louis Antoine de Bougainville que encontró, en 1764, algunos de sus lugares parecidos a Saint-Malo, Francia, llamándolas entonces Malouines, que castellanizado quedó en Malvinas. Sus habitantes son conocidos como malvinos. A la ciudad capital se le llama Puerto Argentino.

En mundo anglosajón estas islas son conocidas como Falkland Island, que corresponde al financista de la expedición británica de 1690 a las islas: Anthony Cary, vizconde Falkland. Sus habitantes son conocidos como Kelpers. A la ciudad capital se le llama Port Stanley.

Temprana ocupación argentina

En 1826 la compañía de Luis Vernet se instaló en las islas Malvinas. Su propósito era la crianza de ganado vacuno y la caza de lobos marinos. El gobierno argentino lo veía como un importante acto de soberanía. Sin embargo la invasión británica de 1833 obligó a Vernet a abandonar el lugar, quedando en la ruina.

Invasión inglesa

El Imperio Británico, controlado desde Londres, Inglaterra; el 3 de enero de 1833 invadió el territorio de las Islas Malvinas, pasándolas a denominar, según su cartografía, Islas Falkland. Los argentinos residentes fueron deportados, y se establecieron estrictas normas migratorias, de modo que no pudiesen llegar colonos sudamericanos. Las tierras isleñas comenzaron a ser ocupadas por colonos británicos, los cuales se dedicaron a la criaza de ovejas, caza de ballenas, entre otras actividades.

Sin embargo, no todos los argentinos se fueron. Unos trece se quedaron y de estos, ocho se sublevaron contra los ingleses. El líder era el gaucho Antonio Rivero, un peón analfabeto que había llegado para trabajar en la compañía de Vernet. Con un pobre armamento fueron asesinando en forma selectiva a los británicos. Después de algunos meses fueron capturados y deportados a Montevideo, donde son liberados. En 1982 Argentina llamará por un par de días a la capital de Islas Malvinas con el nombre de Puerto Rivero.

Guerra de las Malvinas

La reclamación argentina ha contado siempre con el apoyo de decenas de países, que consideran que en derecho le pertenecen a Argentina. La búsqueda de una solución negociada diplomática bilateral argentina-británica tuvo su mejor momento en los años 1970, en que se lograron importantes avances, como los vuelos directos entre las islas y Argentina, la instalación de oficinas de empresas argentinas, e incluso una radioemisora. Estos se eliminaron al decidir el gobierno dictatorial de Leopoldo Fortunato Galtieri invadir en 1982 las islas Malvinas, aprovechando la débil guarnición militar que Gran Bretaña tenía en las islas. El resultado fue que por dos meses las Malvinas fueron de hecho argentinas; pero la contraofensiva británica, apoyada desde el cercano Chile, provocó la muerte de 648 jóvenes argentinos, quedando más de mil heridos. Ellos habían sido envíados a pelear sin el entrenamiento ni equipamiento adecuados para una guerra a temperaturas cercanas a los cero grados. Tras algunas semanas de combate las Malvinas argentinas volvieron a ser las Falkland británicas. Las bajas británicas fueron 255 muertos y 777 heridos

La guerra trajo consecuencias inesperadas para ambos bandos. En Argentina cayó la dictadura militar. Para los habitantes de las Falkland, los Kelpers, trajo el beneficio de obtener su plena ciudadanía británica, y a su vez una ayuda económica como nunca antes hubo.

Las negociaciones actuales

En esos momentos las negociaciones están paralizadas. Si bien Argentina tiene un fuerte apoyo internacional en la idea de conversar con Gran Bretaña, la constante de este país ha sido la de negarse. Gran Bretaña sostiene que mientras los habitantes malvinos o kelpers se mantengan leales al Imperio Británico, lo cual está refrendado en una serie de consultas, no corresponde negociar en nombre de ellos. Argentina tiene en su propuesta el respeto por las personas que allí habitan, tanto en lo referente a sus bienes materiales, como a sus costumbres, lo que incluye su idioma y modo de vida. Lo que Argentina pide específicamente es la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.