Causa Independencia de Chile: la expulsión de los Jesuitas.

Una de las órdenes religiosas más importantes en Chile ha sido la de los Jesuitas. En 1767 son expulsados del imperio Español, decisión fuertemente criticada en la colonia de Chile.

Los Jesuitas una potencia económica.

El aporte Jesuita en Chile se inicia en el siglo XVI cuando los primeros misioneros decidieron adentrarse en las tierras mapuche. Intentan modificar de esta forma la idea de una guerra ofensiva, que estaba fracasando, por una defensiva que con parlamentos y una educación más tolerante a la cultura indígena podía llegar a resultar. Los Jesuitas hicieron una vida alejada de la ciudad, en sus haciendas establecieron una organización en que utilizando el trabajo indígena con moderación, y aprovechando sus conocimientos de agricultura, lograron un éxito que los convirtió en una fuerza económica que competía con cualquier decisión que se tomara desde España. Su forma de tener éxito en el trabajo indígena era darles una serie de derechos, entre los cuales estaba el límite de edad de 50 años para trabajar, la protección a las viudas, un salario familiar, auxilio médico y educación gratuita, la cual muchas veces era bilingüe. Su voz era importante, más importante que las reformas que los reyes Borbones estaban tratando de establecer. Su riqueza fue aumentando también gracias a las herencias que recibían frecuentemente de parte de familias criollas. Esa mezcla entre potentado económico y rival político del absolutismo les fue creando una imagen de temer. En Chile los jesuitas además eran la base de la educación científica, con metas tan altas como enseñar teología y medicina, en un país que recién se desenvolvía en las primeras letras. Crearon un internado para jóvenes llamado Convictorio de Francisco Javier, con el tiempo el número de sus colegios llegó a once. Por otra parte se contabilizan 1300 esclavos negros de propiedad de la Orden.

Expulsión de los Jesuitas.

En 1767, mientras reinaba Carlos III, se decide la expulsión de los Jesuitas. El impacto fue muy fuerte en la sociedad criolla. De hecho el más sorprendido fue el mismo gobernador Antonio Guill, que era en ese momento el administrador de los bienes jesuitas. Él debió hacer efectiva la instrucción para más de 380 chilenos jesuitas que debieron abandonar el país. Los motivos para expulsar a los Jesuitas van desde el más elemental «eran una fuerza económica demasiado fuerte», hasta el muy elaborado ejercicio intelectual que señala que filósofos franceses hablaban de libertad y que una de sus ataduras era la iglesia católica (en la revolución francesa estas ideas afloran con el Culto a la Razón) . Los católicos estaban apoderándose de la riqueza del mundo y había que detenerlos. Sea cual fuere el verdadero motivo se puede comprender que en los criollos existiera un rechazo a todas la ideas provenientes desde España, y un motor más para la Independencia.