Dictadura militar: las protestas y la CNI

La crisis de 1982 activó las protestas en contra del gobierno militar. Desde 1983 se pidió la salida de Augusto Pinochet, un gobierno provisorio, elecciones y una nueva constitución.

Entre cacerolazos y barricadas

Las protestas en contra del gobierno militar se hacen a través de marchas, cacerolazos, barricadas, y tomas de recintos. Las marchas no eran autorizadas por los que se limitaban a breves recorridos, en que los carros lanza aguas y de gases lacrimógenos, más los bastones de carabineros rápidamente las disolvían. Los cacerolazos o  caceroleos  nacen en Chile como un método de protesta en contra del gobierno de Allende, pero aquí son precisamente sus antiguos partidarios quienes usan la misma fórmula: hacer sonar en medio de la noche las ollas, sartenes, etc. Las barricadas son una táctica consistente en bloquear el libre paso de una calle poniendo muebles, neumáticos y otros objetos que son quemados. Y las tomas de recintos consiste en impedir el ingreso libre a lugares tales como universidades, mediante la ocupación de sus dependencias, instalación de candados y otras trabas. El mensaje político en contra de Augusto Pinochet pedía su inmediata renuncia, el reemplazo por un gobierno provisorio (que podía ser el Presidente de la Corte Suprema, tal como había ocurrido en 1932), la organización de elecciones libres y la creación de una Asamblea Constituyente, pues a la Constitución de 1980 no se le reconocía legitimidad.

Las protestas de 1983 y 1984

La Confederación de Trabajadores del Cobre llamó a una protesta pacífica para el día 11 de mayo de 1983. No solo es en por la situación económica de Chile, si no que también por hechos protagonizados por la CNI (el organismo de seguridad de la dictadura), como el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez. En esa primera protesta hubo dos muertos y 50 heridos, como consecuencia de la dura represión en contra de universitarios que intentaron tomarse sus centros de estudios y sobre todo por las barricadas instaladas en las poblaciones marginales de Santiago. La represión continuó en los días siguientes, cuando Carabineros y agentes de la CNI ingresaron a las poblaciones marginales, pasando casa por casa y revisando los antecedentes de todos lo varones. Una vez por mes, hasta octubre de 1984 las protestas se repitieron. En cada protesta, aunque se intentaba hacerla pacífica, con marchas y cacerolazos, en definitiva eran dominadas por la barricadas y la dura represión policial y militar, dejando víctimas fatales cada una de ellas. La protesta correspondiente a agosto de 1983 fue la más sangrienta. Se calcula que 20 mil militares salieron a las calles a mantener el orden. Murieron 29 opositores. La última protesta de este período, ya en 1984, se realizó en un clima de radioemisoras censuradas, toque de queda y  militares en las calles, pues se había decretado un Estado de Sitio.

Protestas y divisiones políticas

A mediados de 1985 la oposición política, todavía débilmente organizada reanudó los llamados a protestar. Hubo dos grupos políticos que lograron permanecer en el tiempo: la Alianza Democrática (integrada por la Democracia Cristiana, la Social Democracia, el Partido Radical, la Unión Socialista Popular, el Partido Liberal y un sector del Socialismo),  y el Movimiento Democrático Popular (integrado por el Partido Comunista, el MIR y un sector del Partido Socialista). La «alianza» tuvo un acercamiento con los sectores políticos liberales del gobierno militar, en lo que se llamó el Acuerdo Nacional. En cambio el «movimiento» tuvo un acercamiento hacia los grupos que querían sacar a Pinochet por la vía armada. En 1986, los diferentes grupos opositores a Pinochet se juntaron en la «Asamblea de la Civilidad» que organizó el 2 y 3 de julio jornadas de protestas, las cuales fueron muy exitosas en cuanto al apoyo que recibieron. La dictadura respondió con la detención de 13 dirigentes de la Asamblea y decenas de pobladores. Pero el hecho más grave fue la quema de dos estudiantes realizada por una patrulla militar. Una nueva protesta llamada para el 4 y 5  de septiembre no tuvo el éxito esperado, debido a que el movimiento se dividió. La división es por la diferencia de métodos entre los diversos grupos opositores, luego del descubrimiento del ingreso de armas para hacer una guerrilla. El 7 de septiembre de 1986 ocurre el atentado contra la vida del General Augusto Pinochet, realizado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Más represión por parte del gobierno, y más división en la oposición. No es fácil ser opositor a Pinochet, la Central Nacional de Informaciones (CNI) actúa sin reparos legales, arresta en forma arbitraria e inventa enfrentamientos para eliminar opositores. Se distancian definitivamente la Alianza Democrática y el Movimiento Democrático Popular. A su vez al interior del «movimiento» se cuestiona el método violento, sobre todo el actuar del Partido Comunista, y de su brazo armado el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El «frente» se divide en un sector político cercano al comunismo más democrático y otro que se declaró autónomo y continuó con su método violento. La»alianza» se convertirá enero de 1988 en la «Concertación de partidos por el No».