Influencia de la Revolución Cubana en Chile

En 1959 el triunfo de la Revolución Cubana dio un modelo a seguir a toda Latinoamérica incluyendo a Chile. Especialmente los jóvenes soñaron con algo parecido en sus respectivos países.

La revolución cubana se convirtió en un mito al poco tiempo de haber finalizado. Se comentaba que el pueblo cubano se había alzado en contra de la dictadura, corrupta por los intereses de Estados Unidos. Se decía que las nuevas autoridades habían convertido en Estatales las grandes empresas que antes pertenecían a un reducido grupo de particulares. Se comentaba respecto de los esfuerzos para alfabetizar al pueblo, para mejorar su salud, etc. Muchas de esas afirmaciones eran verdad, pero se exageraban en cuanto a su éxito por la mitificación de la guerrilla cubana. Los símbolos, ahora llamados «íconos revolucionarios», como la foto de Ernesto Guevara, o la barba de Fidel Castro, eran reproducidos en Latinoamérica y puestos como adornos de las casas.

Artistas.

Los artistas desarrollaron un arte revolucionario, o más bien dicho, con temáticas alusivas a la Revolución Socialista Cubana. En Chile Pablo Neruda, que ya en décadas anteriores había dedicado poemas a los soviéticos, y al propio dictador cubano Fulgencio Batista (el derrotado por la revolución cubana), escribió a favor de la revolución. Sin embargo, en 1966 los escritores cubanos revolucionarios lo acusaron de consentir con el gobierno de Estados Unidos, debido a una visita a ese país. El Partido Comunista chileno sí estaba de acuerdo, lo cual indica la separación de «métodos» para alcanzar un cambio estructural. No obstante esta polémica se mantuvo en ámbito intelectual, para el común de los chilenos era Fidel Castro un ídolo, la posible elección de Salvador Allende podía significar los mismos grandes cambios que estaban ocurriendo en Cuba. Tiempo después la influencia artística cubana llegaría de la mano de la Nueva Trova, con cantantes tales como Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, pero lejos de vérseles como revolucionarios, se les sentía como románticos.

A favor y en contra.

La revolución cubana, sobre todo la línea seguida por Ernesto Guevara, pretendía intervenir en los asuntos de otros países. Esto fue rechazado duramente por las naciones pro-Estados Unidos, como por ejemplo lo era entonces Venezuela, que pidió un embargo en contra de Cuba. Esto se haría realidad tras la crisis de los misiles en 1962, en que por un acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Soviética, se acordaron retirar las armas nucleares. Sin embargo, Estados Unidos estableció un estricto embargo, que matizado dura hasta el día de hoy, y la Unión Soviética prestó ayuda económica a Cuba hasta 1990. Muchos chilenos han apoyado el régimen de Fidel Castro yendo a dar su trabajo a la isla, ayudando a sus conexiones comerciales, etc. Pero también un amplio grupo de chilenos ha sido contrario a esa revolución.

Guerrilla comunista

En 1960, en base a un libro de Ernesto «Che» Guevara llamado «La Guerra de las Guerrrillas», se estableció la idea de que era posible que un puñado de hombres iniciara una gran revolución. Bastaba con un pequeño poblado, una zona campesina o minera aislada, y desde ahí la revolución se va expandiendo captando la adhesión de la gente de alrededor, hasta llegar al lugar base del gobierno imperante, que será entonces finalmente derrotado.

Los movimientos guerrilleros comunistas tuvieron gran fuerza en Latinoamérica. El propio Ernesto «Che» Guevara inició uno propio en Bolivia, el cual sería derrotado por el ejército de ese país, dándole muerte en 1967. Otros movimientos fueron: «Los montoneros» en la Argentina de principios de los 70; «Sendero Luminoso» en laz décadas 70 y 80 en Perú; el FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que desde 1964 opera en Colombia; «Los Tupamarus», que iniciados en 1964 como guerrilleros derivaron a actualmente un partido político democrático; «Los Sandinistas» en la revolución de Nicaragua de 1979; el «FAR» (Fuerzas Armadas Rebeldes) en los 60 en Guatemala, y el FMLN (Frente Farabundo Marti de Liberación Nacional) en los 70 en El Salvador. En Chile los movimientos guerrilleros no tuvieron éxito en unir a grandes masas de personas. Hubo un intento con el MIR en los años 70, con el FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez) en los 80, y con las «Juventudes Lautaristas» a fines de esa misma década.